Primer lugar

Novena pregunta: ¿Amistad?

Durante la última clase del día, Lìān estuvo tratando de idear algo qué hacer para que Xiāohuàn lo viera, así como sabía que lo había hecho con su rival, Héngwǔ. La publicación que había hecho en la mañana era justo para eso, llamar su atención, pero el joven fue eclipsado por el matemático. Además, también se dio cuenta que nadie había encontrado el perfil de su enamorado en Weibo, por lo que era probable no tuviera cuenta en él, cosa que no le extrañaba tanto al saber de dónde provenía.

«¡Cómo pude ser tan tonto! ¡Maldito Héngwǔ! ¿En qué momento habrá enviado eso?», se preguntó el chico una y otra vez, consternado, tanto así que la clase terminó y no se dio cuenta hasta que Nàojié se lo comentó.

—¡Wú Lìān! ¡Despierta! —gritó el chico a su compañero, asustándolo un poco—. Amigo, estás un poco distraído. ¿Todo bien? —preguntó el joven, a lo que el chico alto respondió.

—¿Tú crees? Estaba poniendo atención a clase, es todo.

—¿Qué fue lo último que dijo el lǎoshī?

—«La tarea debe entregarse en formato físico. No quiero que me lleguen con correos electrónicos enviados a mi cuenta o con links de descarga para que yo los vea en mi celular, laptop o pizarra inteligente del aula. No traerlo físico será como si no hubieran hecho nada» —terminó de citar el joven a la perfección, cosa que impresionó a Nàojié.

—Entonces sólo estabas ignorándome, ¿no? —dijo con un tono de decepción el muchacho, cosa que alertó a Lìān.

—¡No, no, no! ¡Ah! ¡Está bien! Estoy distraído… Lo siento, pero me da pena admitirlo —confesó apenado el joven y recibió un par de palmadas en su hombro por parte de su nuevo amigo.

—¡Está bien! Comienzo a acostumbrarme —dijo Nàojié con una linda sonrisa, algo que notó Lìān con mucho brillo, por lo que sintió una calidez singular en su corazón de momento.

—¿Sabes algo? Eres muy buen mozo. Seguramente has tenido muchas chicas detrás de ti —aseguró Lìān, cosa que sonrojó un poco a su amigo.

—No, en realidad. ¡Oye! ¿Me vas a contar a quién dedicaste tu publicación? —Al decir eso, Lìān guardó sus libros aún con una gran sonrisa, para luego responder.

—Tal vez en un futuro.

—¡Vamos, Wú Lìān! Me muero de la curiosidad.

—Todos lo hacen, pero es privado. Cuando me sienta más seguro, serás el primero en saberlo.

—¿De verdad?

—我承诺(Wǒ chéngnuò)[Lo prometo] —declaró el hombre para tomar a su amigo desde los hombros con un brazo e ir a su par de salida hasta el estacionamiento, en donde Hānáng los estaba esperando a ambos.

—嗨们(Hāi men)[Hola, chicos] —mencionó el de artes a los ingenieros, para luego ellos saludar de vuelta al pequeño—. Están muy cariñosos hoy. ¿Me perdí de algo?

—No malinterpretes, Hānáng —amenazó Lìān al ver la coqueta sonrisa de su amigo.

—Ahora está bien, lo hubieras visto antes. Distraído, a la defensiva y se notaba triste.

—¿Triste? —preguntó el alto confundido por ello.

—¡Oh! 你酸了(nǐ suān le)[Tienes envidia]. —Se burló el chico de rosa al momento, cosa que molestó a su amigo.

—你放屁(nǐ fàng pì)[Dices estupideces]! ¿De qué tengo que sentir envidia según tú?

—¿Eh? ¿Acaso estás evadiendo el tema, Lìān? Sabes perfectamente a que me refiero —declaró el chico, cosa que sonrojó al deportista, enojado con su amigo. Dicho estaba confiado en que no le reclamaría nada porque Nàojié estaba ahí, por lo que seguía hostigándolo con lo mismo.

—¡Maldita sea! ¡Ayúdame en lugar de joderme, Hānáng!

—No estoy entendiendo nada, amigos —declaró Nàojié al escucharlos y Lìān trataba de desviar su atención de ello.

—N-no es nada. ¡No te preocupes! ¡Ja, ja, ja! —Nervioso, sus palabras sólo convencieron a su compañero que, en efecto, algo estaba ocurriendo de lo que no estaba enterado, mas Nàojié no era una persona chismosa, así que respeto su decisión de no querer contarle por el momento.

«Debe tratarse de la chica que le gusta», lucubró el joven de ingeniería de inmediato.

—¿Y qué harás? ¿Vas a dejarte vencer tan pronto o esperarás a mañana que ya sea, tal vez, tarde? —Continuaba hostigando Hānáng en tono de burla. —Ya los imagino, sentados bajo un árbol, viendo las estrellas juntos, sujetando sus manos y sonriéndose el uno al otro para luego darse un beso de amor puro.

—¡Cállate de una vez, 傻逼(shǎbī)[Tonto]! Estoy tratando de pensar en algo, pero no se me ocurre nada —confesó apenado el joven, se cruzó de brazos y volteó hacia el suelo, frustrado por la situación.

Nàojié vio esto, y en lugar de burlarse de él como Hānáng, decidió ayudarle un poco a su compañero y amigo.

—¿Saben? He escuchado que la facultad de economía, como dentro de una hora, prenden las luces de los edificios de forma uniforme y creciente comenzando desde el centro del lugar. Hay rumores de que es un espectáculo muy hermoso, además de romántico —comentó adrede el muchacho, lo que llamó la atención de los jóvenes, consiguiendo así una sonrisa en Lìān.

—Cáo Nàojié, ¿puedes llevar a Hānáng a los departamentos?

—Shénme? ¿Qué estás planeando, Lìān?

—Luego te explico, Hānáng. ¿Podrás hacerlo, por favor? —pidió casi rogando, para ser contestado con una gran sonrisa por su compañero.

—Claro que sí podré. No te preocupes por él. Tú ve a hacer lo que tengas pendiente.

—Xièxiè! Nos vemos luego. —Lìān corrió hasta su moto, se subió y arrancó en dirección a medicina, observado por los dos estudiantes que dejó atrás.

—¿Crees que funcione eso de economía? —preguntó Hānáng sin dejar de ver a Lìān irse, respondido casi de inmediato por Nàojié.

—La intención es lo que más cuenta —aseguró el joven, para luego ir a su auto y ser seguido por Hānáng.

Lìān llegó hasta medicina y vio que faltaban algunos minutos para que los jóvenes salieran, por lo que colocó su moto un tanto atrás de entre los lugares vistosos y esperó un poco. Cuando ya la mayoría de jóvenes se habían ido, Xiāohuàn comenzó a bajar las escaleras de la entrada principal, lo que le dio señal a Lìān de actuar.




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