Primer lugar

Décima Tercer Pregunta: ¿Tensión?

—¡Eh! Shénme guǐ ¿Es en serio que dijo eso? —Preguntaba Hānáng en la habitación de Lìān, ya en la noche, mientras el chico de ingeniería lavaba los platos que habían usado para comer.

—Así es. Creo que es una buena idea, en teoría. ¡Pero no quiero hacerlo! —Se quejaba el alto, al tratar de no sonar exagerado o egoísta.

—Zhào Xiāohuàn es un chico bastante raro. Jamás había escuchado antes que alguien juntara a sus enamorados rivales para salir. ¡Ni siquiera en los doramas pasa eso! ¡Miǎole!

—Lo sé… Es un tanto extraño, mas tiene razón. Es injusto para ambos que elija al azar. Sería más fácil, pero ni siquiera es bueno para él. Lo más conveniente es que nos conozca bien y de ahí elija a quien de verdad le gusta mucho.

—¡Rayos! Esto cada vez parece complicarse más —exclamó el chico de artes para luego tirarse de brazos abiertos a la cama, donde vio el techo de la habitación pensativo—. Me pregunto: ¿A quién invitara Yáng Héngwǔ para salir mañana con nosotros? —cuestionó el chico, cosa que hizo pensar unos momentos a su amigo.

—No tengo la menor idea. No sé nada de él.

—Yo sí —presumió Hānáng y se levantó de la cama para tomar su móvil que estaba en la mesa donde comieron, regresándose al final a sentar en el cómodo mueble—. Muchos en todos lados comentan que se trata de un chico bastante amigable, social y con mucha madera de líder. Tan pronto fue el primer día, no sólo se aprendió los nombres y provincias de todos, sino también sus puntajes en el GàoKǎo para apoyarlos con asesoría y todo conforme van las clases. Aun no se eligen formalmente los delegados de clase y él ya lo es en la suya —explicó Hānáng de inmediato, impresionado Lìān de escuchar eso.

—¡Vaya es…!

—Muy diferente a ti —interrumpió el pequeño sin pensarlo—. Tú eres muy tímido, apenas y le hablas a Cáo Nàojié porque el primero te dirigió la palabra, justo como yo lo hice hace años.

—Porque te gustaba mi primo homofóbico…

—¡Ah! ¡Sí, Wú 汐焊(Xīhàn)! Tantas pajas que te dediqué para nada. —Lìān le arrojó un cojín de la sala en forma amistosa a Hānáng, quien lo esquivó con una sonrisa en su rostro—. ¡Ya! Perdón.

—¡Shǎbī!

—你呢(Nǐ ne)[¿Y tú?].

—¿Yo qué?

—Tú eres un santo, supongo.

—¡Pues no soy como tú!

—Sigue soñando, Wú Lìān. —Se burló el chico de él, para luego encontrar algo extraño en redes. —¡Mira esto! Alguien sigue haciendo muchas publicaciones sobre ti. Creo que tu «club de fans» esta vez si va más en serio. —El joven de ingeniería se acercó a su invitado, y éste le mostró el móvil sin más.

Al verlo, Lìān pudo ver muchísimas publicaciones etiquetadas con «#WAWuLian», que significaban «Yo amo a Wú Lìān». En ellas, se veían fotos de él actuales tomadas sin su permiso, así como otras del pasado e inclusive unas personales en donde se le colocaban corazones o de más efectos especiales románticos al joven.

Aquello siempre sucedía en las escuelas a donde asistía Lìān, sobre todo por ser buen deportista y cuidar tanto su aspecto físico, ya sea piel, cara y músculos, mas nunca le había tocado ver que una sola persona publicara tanto tan pronto y con tanto esmero, pues todo aquello venía firmado por la misma persona.

—«可爱兔子(Kě'ài tùzǐ)[Conejo/a lindo]» —leyó Lìān el nombre de quien era dueño de dicha atención.

—Suena a psicópata en potencia.

—A mí me suena a furry —contestó desinteresado el chico—. Da igual, tan pronto Zhào Xiāohuàn sea mi novio, publicaré que estoy en una relación y seguramente dejará de hacer eso y se volverá mi hater personal.

—¿Otra vez?

—No es mi culpa que siempre me sigan chicas.

—Pero tampoco quieres decir que eres homosexual.

—Tú sabes que…

—Lo sé, Lìān. Más que nadie. —Lo dicho fue hecho con seriedad, cosa que hizo callar al anfitrión.

—Duìbùqǐ…

—Está bien. Ahora dime: ¿A dónde iremos? ¿Zhào Xiāohuàn tiene una idea de ello? —preguntó el de rosa, lo que hizo pensar un poco a Lìān.

—Ni idea. Ya veremos mañana. ¿Te vas a quedar aquí esta noche? —cuestionó el anfitrión, mientras Hānáng veía a sus alrededores y tocaba la cobija de la cama.

—Yo creo que sí. Me da flojera regresar a mi cuarto. Además, no hay tarea para nadie en el día de descanso. Lo cual me parece genial. Realmente quiero descansar —mencionó Hānáng para luego lanzarse de nuevo a la cama, observado por su amigo.

—Está bien. Me daré una ducha y regresaré a dormir ya. ¡No toques nada! —Una vez puesto eso en claro, Lìān tomó una toalla y se fue a bañar cerrando la puerta detrás.

Al día siguiente los dos chicos se levantaron temprano, se arreglaron y retiraron para ver a Xiāohuàn en la entrada de la zona comercial de la universidad, donde los alumnos pasaban a adquirir víveres y de más cosas para su estadía diaria en el colegio.

Las tiendas iban desde supermercados, tiendas para ropa, maquillaje, restaurantes, cibercafé y spas. Todo lo necesario para que el alumnado no tuviera la necesidad de salir del sitio, exceptuando alcohol. Aunque existían antros, estos no vendían productos alcoholizados o cigarros por obvias razones.

Héngwǔ, un tanto nervioso, caminaba solitario hacia el lugar donde quedaron de verse todos. El chico no tuvo el valor de decirle a alguno de sus nuevos amigos que lo acompañase, pues se daría cuenta de lo que estaba sucediendo y podrían juzgarle mal, así que prefirió ir solo por el momento.

No obstante, en camino para allá, se encontró con alguien que no pensaba ver aquel día, no fuera de su lugar de trabajo.

—¡Yamashita Kazuhiko-senpai! ¡Kon'nichiwa!

—¡Kon'nichiwa, Yáng-kun! ¿Vas hacia la 商业区(Shāngyè qū)[Área comercial]? —preguntó el joven con una sonrisa hermosa, cosa que hizo sonrojarse a Héngwǔ, pues su superior era muy apuesto y amable.

—¡Hm! Voy a ver a… —Antes de responder, el chico se dio cuenta de algo y prefirió primero preguntar sobre ello. —Senpai, ¿hoy no trabaja en su puesto de mensajería?




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