Primer lugar

Vigésima Novena Pregunta: ¿Abuso?

Al estar sentados en la cama de Lìān, Héngwǔ y el anfitrión conversaban sobre cosas que habían ocurrido un par de años atrás, de las cuales el ingeniero hubiera preferido no hablar, mas algo le decía que compartirlas con su nuevo amigo podrían aminorar las cargas que tanto llevaba consigo.

El joven, motivado por ello, contó todo a Héngwǔ, cuyas palabras eran traducidas rápido a imágenes por el matemático.

Pasó hace poco, hace dos años para ser precisos. Yo estudiaba en Bèijǐng de manera tranquila, asistía a clases y a los entrenamientos del equipo de basketball como era costumbre. En ese entonces nada me iba mal, excepto en el amor. Estaba enamorado de uno de mis gāojí, para mí, era mi gēgē ya. Se llamaba Zhǎng Jìgōng, y fue el capitán del equipo de baloncesto en todas las escuelas a las que cursé desde que tengo diez años.

Siempre me lo topaba a donde fuera y lo veía enamorado con su bello rostro moreno, sus ojos claros y su radiante sonrisa. Era un sueño para mí, aunque él sólo me veía como lo que éramos: buenos amigos. Nadie sabía que me gustaba, excepto Hānáng, pero en ese entonces aun no éramos cercanos, sólo conocidos.

Durante el primer año de estudios medios superiores, participé en un torneo a nivel internacional entre varios colegios, incluidos algunos del extranjero como el de Rìběn, donde todo comenzó a ir mal.

En el partido que se celebró en el país del sol naciente, conocimos no sólo a nuestros oponentes en la competencia, sino también a figuras destacadas de las escuelas, entre ellas se encontraba una chica que ya casi era una idol. Su nombre era Kobayashi Yura: una chica de una belleza y carisma inigualable, misma que era muy popular en Weibo y dǒuyín gracias a su contenido humorístico y calidad de cosplay.

Jamás había escuchado de ella, pero todos mis compañeros sí, incluido Zhǎng Jìgōng, mismo que le coqueteó descarado en su momento. Lo recuerdo muy bien, cómo todos se balancearon sobre la chica para hacerle preguntas y tomarse fotos, excepto yo, pues tomé un poco de agua que había cerca y me retiré a otro lado del salón donde nos reunieron.

Yura, como nadie se lo esperó, se alejó de los demás y fue a buscarme, lo que debió parecerle una escena romántica barata de cine, pues al notarme distraído y sin ponerle atención, ella jura que se enamoró por completo de mí.

Esa vez sólo me preguntó mi nombre, muy sonrojada, y le respondí con cortesía, para luego pasar a retirarme, pues no tenía ningún interés en hablar con ella ni mucho menos. La mujer, aun extrañada, preguntó a todos que quien se llevaba mejor conmigo, resultando ser Zhǎng Jìgōng, el capitán.

Él cuenta que Yura le hizo toda clase de preguntas sobre mí, de las cuales resaltaba la insistencia de saber si me gustaba alguien o cual era mi gusto sobre las chicas, cosas que no pudo responder Zhǎng Jìgōng, pues no tenía la más mínima idea de eso, lo que despertó su curiosidad sobre aquello refiriéndose a mí.

Esa misma noche, me interrogó una vez que los demás se durmieron. Al principio no me pareció extraño, pero conforme avanzaba la plática, me comenzó a parecer molesto.

—¡No seas así, Lìān! Dime quién te gusta. Tiene que haber alguien —insistía mi gāojí, a la par que yo, acostado, le di la espalda, fastidiado—. Me duele que no tengas la confianza de contarme estas cosas. Yo siempre te he contado como me siento respecto a las chicas que me gustan. Siento que no me tienes nada de confianza, amigo. —Esas palabras me hicieron llorar en silencio. Derramé muchas lágrimas ahí acostado, porque no quería decirle lo mucho que lo amaba, pero tampoco quería mentirle en la cara.

Luego, sucedieron dos cosas que empeoraron todo. Lo primero, es que Hānáng se reunió con nosotros por una propuesta de dǒuyín de hacer colaboraciones con los chicos más populares de Rìběn que usaban la aplicación. Él fue a un estudio donde estuvo siendo entrevistado, grabó videos con todos y estuvo como turista en otras zonas. A su vez, el partido contra el primer equipo regional dio inicio, y en ese mismo, Zhǎng Jìgōng aprovechó para coquetearle a Yura, enfrente de todo el equipo, los rivales y el público.

Esto me hizo enfadar muchísimo, se notaba en mi cara, y fue tanto que no me concentré en el juego y casi perdemos. Por suerte, el capitán se lució al igual que mis compañeros y por una diferencia de apenas cinco puntos, conseguimos pasar.

Yo supongo que una parte de mí quería perder para regresar a casa y alejar a Yura de nosotros, para que toda la atención de Zhǎng Jìgōng volviera a mí. Eso es algo que hacía mucho y no estoy orgulloso de ello. Le espantaba las pretendientes a Zhǎng Jìgōng sin que él lo supiera de buenas a primeras, pero Yura era un caso especial, pues iba detrás de mí.

En su momento no lo supe, pero en la siguiente grabación de los usuarios de dǒuyín, Hānáng se topó con Yura, la cual se presentó y, sin mucho preámbulo, le preguntó por mí.

—¿Conoces a Wú Lìān? Es un chico que va en la misma escuela que tú y me parece tiene tu edad.

—Sí, lo conoz…

—Pero, ¡cómo no lo vas a conocer! Tú mismo confesaste hace un par de años que te gustaba, ¿no es así? ¿Cómo terminó eso? —preguntó la chica después de interrumpir a Hānáng, lo que sin dudas lo molestó.

—No era verdad. Sólo quería que me dejaran de molestar. Todo mundo quería que dijera un nombre y confiaba en que Wú Lìān entendería mi situación —respondió Hānáng ante lo dicho, cosa que impresionó un poco a Yura.

—¿Y en verdad se lo tomó así? ¿Son amigos? —cuestionó la chica de manera altanera, algo que le hizo a mi amigo ignorarla y responder con algo más.

—No pienso responder preguntas hechas con malicia, Kobayashi Yura. Mañana tenemos la colaboración, así que espero seas profesional y estés preparada —comentó Hānáng antes de irse, detenido por la mujer que mencionó algo que le heló la sangre.




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