Trigésima Pregunta: ¿Comprensión?

Luego de escuchar la historia sobre Yura y Hānáng, Héngwǔ se quedó estupefacto por unos momentos. No sabía qué decir, pues no terminaba de entender porqué esa historia salió a relucir de nuevo en la vida de Lìān, hasta que el mismo respondió a esa incógnita de repente.

—La persona que nos ayudó a contactar a Kim Hee-Soo es nada más y nada menos que Kobayashi Yura. Estudia con Hānáng en la facultad de artes. Inclusive, van en el mismo grupo. —Esa noticia dejó pálido a Héngwǔ, mismo que pensaba decir algo al respecto, pero fue interrumpido con el ingeniero. —Ya hicimos un trato con ella y todo. Obtuvimos lo que necesitábamos, no tiene caso ya quejarse. Es sólo que estoy molesto por haberla siquiera visto. Cuando Hānáng se enteró de que también venía a la Yuèguāng dàxué la amenazó en publicar el video si se atrevía siquiera a acercarse a mí, por eso no había tratado de hacer algo en todo este tiempo —explicó el chico, cosa que no tranquilizó nada a Héngwǔ.

—Aun así, no debieron pedirle ayuda. Sólo le están dando armas para que pueda acercarse a ti. Me parece poco ético, por tu bien, sobre todo —explayó el chico, cosa que alegró mucho a Lìān, aunque su rostro decía otra cosa, pues su sonrisa era débil, pero sincera.

—Xièxiè, Héngwǔ. Está todo bien ya. Necesitaba desahogarme y tú me diste esa oportunidad. Ya pronto las cosas se van a resolver y podemos pasar esto de largo sin más. Ya se hace tarde, más vale que nos preparemos para dormir. —Ambos chicos pasaron a la habitación de Lìān y se acostaron en la cama, sin poder dormir durante un largo periodo de tiempo, encontrándose el anfitrión bocarriba y Héngwǔ dándole la espalda de lado.

Luego de no hacer nada en absoluto más que respirar, el invitado decidió tomar la palabra con algo de pena, pues no sabía si contar aquello en esa ocasión.

—¿Estás despierto?

—¡Hm!

—¿Recuerdas que te dije que sólo un idiota sabía que soy homosexual? —A dicha pregunta, Lìān respondió afirmativo y giró hacia Héngwǔ, colocándose este último bocarriba y mirando al ingeniero algo apenado. —Esa persona también fue mi primer amor… No era mi mejor amigo, mas bien era un chico que siempre me molestaba porque me tenía envidia, y a mí me volvía loco. Teníamos una relación bastante mala. Me empujaba siempre que podía, me insultaba y hasta llegó a golpearme, pero nunca dejé de tener sentimientos por él, hasta que… —Al detenerse, Lìān tomó una de las manos de Héngwǔ con la suya, cosa que le hizo al chico sonrojarse y mirarlo directo a los ojos, con lo que notó su ligera sonrisa.

—No tienes por qué decirlo si no quieres —comentó Lìān, algo que hizo suspirar a Héngwǔ, luego apartó la mirada, la regresó al techo y continuó.

—De hecho, sí quiero decirlo. Necesito hacerlo… Conocí a Xīnzuò gēgē durante el festival de año nuevo lunar de hace tres años. Ahí, este chico apuesto, masculino y muy popular me habló a mí de entre todos, para pedirme acompañarlo a su lugar de trabajo, pues él vino representando Táiwān por parte de su embajada, al igual que yo y otro grupo de personas estábamos ahí ayudando por parte de nuestra escuela. Cuando le pregunté a Xīnzuò gēgē que por qué me había elegido, él me dijo que porque yo era como él. No entendí al inicio, pues no veía nada en común en él, hasta que se colocó sus anteojos y creí que era eso —al terminar de contar esa parte, Lìān soltó la mano de Héngwǔ y se burló un poco de él.

—¡Ja, ja, ja! ¿Es en serio?

—¡Oye! Pues a simple vista no tengo otro parecido con él —replicó sonrojado y un tanto molesto.

—¡Claro que sí! Tú también eres muy guapo. —Eso dejó al matemático sin habla y observando el rostro alegre y sincero de Lìān, mismo que se dio cuenta de lo que dijo y volteó a otra dirección. —Bueno, no tanto como yo, obviamente. Pero sí lo eres… ¡Zhēnde! —mencionó el chico sin regresar sus ojos a Héngwǔ, quien sólo pudo sonreír un poco y continuar.

—Pero bueno… Después de estar un rato ayudándole a Xīnzuò gēgē, como siempre, el chico este que no tiene caso ni mencionar su nombre, vino a molestarme. Mi ahora amigo vio eso, y se molestó mucho con él, mas yo lo detuve, y fue ahí cuando se dio cuenta que me gustaba. Me dijo que porqué amaba a alguien como él, y yo le dije que no sabía, que tal vez era porque era el único que me ponía atención de todos los chicos. Aquello hizo que Xīnzuò gēgē me abrazara y me dijera unas palabras que nunca voy a olvidar: «Hay personas en este mundo que jamás han sido vistas por quienes más aman, hasta que se ven al espejo». Me confesó que también era gay y que no debía dejarme de nadie. Yo lo negué en un inicio, mas luego habló bien conmigo y me prometió estar a mi lado más tiempo para que conociera una amistad de verdad. Lo que yo no sabía era que Xīnzuò gēgē iba a venir a quedarse durante un año a vivir aquí para presentar el año siguiente el GàoKǎo. Y en ese año estuve saliendo con él, lo que me alejó de ese patán, justo para que, tiempo después, me confesará que todo el tiempo supo que me gustaba y por eso me trataba mal, para que me alejara de él y lo odiara. Ahora que no lo quería, estaba feliz y me confesó aquello para sentirse libre de dicho secreto. —Luego de ese relato, Lìān se notaba muy molesto, cosa que confundió un poco a Héngwǔ.

—¡Qué bastardo! ¿Por qué no te dijo de una vez que lo sabía para que no te ilusionaras? ¡Vaya idiota! —Se apresuró a decir el anfitrión, respondido por su invitado.

—Bueno, sabes que no es muy fácil hablar de esas cosas en nuestro país. No lo justifico, pudo haberme ignorado y ya, o algo así, pero también no puedo culparlo al cien por ciento. Nosotros entendemos mejor que nadie lo dura que es la situación aquí con eso. Ya no tiene caso tener rencor al sujeto este. No lo menciono porque no me importa, ya no es relevante en mi vida. —Eso hizo que Lìān sonriera de nuevo, para luego agitar el cabello de Héngwǔ, cosa que lo molestó un poco e hizo una cara de puchero.