Trigésima Primer Pregunta: ¿Ascenso silencioso?

Tanto Héngwǔ como Lìān parecían un poco preocupados. La hora de regreso de los chicos ya había pasado de largo y la noche cada vez era más oscura y peligrosa en las calles de la vasta ciudad, por lo que los muchachos podrían estar exponiéndose de más al querer sacarle información a Hee-Soo.

El matemático, preocupado, marcaba a los chicos, sin recibir respuesta de ellos, por lo que decidió embarcarse a la salida del campus por su cuenta sin decir nada. Esto alertó a Lìān, quien rápido lo detuvo al sostenerlo del brazo.

—¿A dónde vas? —preguntó el chico alto un poco molesto, respondido de una forma más agresiva por el joven de anteojos.

—¿No es obvio? Voy a buscarlos. Ya casi es media noche y sus teléfonos suenan todos apagados. ¡Pudo haberles pasado algo y nosotros aquí como tontos esperándolos sin hacer nada! —declaró Héngwǔ para luego quitarse de encima la mano de su amigo, el cual no parecía estar nada de acuerdo.

—Confío plenamente en que Hānáng sabe lo que hace. Sé paciente, Héngwǔ. Volverán en cualquier momento, yo sé que lo harán —mencionó claro, preocupado Lìān, quien apretaba los puños al controlarse de hacer algo sin haberlo premeditado bien antes—. Sí da media noche, vamos a buscarlos juntos —agregó el chico, cosa que convenció a Héngwǔ, para retirarse pronto y recargarse en la pared cercana, cruzado de brazos.

Por su parte, antes de que esto ocurriese, los jóvenes consiguieron hablar más sobre Ha-Joon con su amiga, Hee-Soo, quien les dio lujo de detalle de todo lo que había vivido con el muchacho. Kit, Hānáng y Xiāohuàn escucharon atentos a la historia de la joven, para luego todos concluir con qué era lo que le sucedía al joven en los últimos meses.

No obstante, Hee-Soo se daría cuenta que se había extendido de más, lo que no les dio tiempo de terminar la «entrevista», pues ya era muy tarde, casi media noche. Cosa que los chicos anunciaron no era necesario acabar por completo, pues tenían ya lo necesario para terminar con lo requerido en clase, bien mentido por Hānáng.

Por ello, al ya declarar que era suficiente, todos se pusieron de pie, pagaron la cuenta y se despidieron en la entrada, dándose cuenta que les quedaba muy poca batería a sus móviles. Así que decidieron apagarlos y sólo encenderlos si necesitaban de alguna emergencia, poniéndose en marcha hacia la misma casa abandonada por donde regresarían al campus.

Ya era media noche, y Lìān tanto como Héngwǔ se vieron el uno al otro para introducirse en el enorme drenaje que los llevaría al otro lado de la ciudad, colocándose bolsas de plástico en los pies y viendo la negrura detrás del sitio, un tanto asustados.

—Vamos, no perdamos más tiempo —mencionó el chico de rojo, para luego, inadvertido, Lìān tomar su mano sin mirarlo, cosa que sí hizo a Héngwǔ dirigir su rostro al de su amigo, el cual estaba sonrojado como él. No obstante, no replicó sobre ello, sólo atinó a mirar al frente y caminar junto al chico, quien temblaba al momento. Fue entonces que entendió que, de seguro, Lìān le teme a la oscuridad tan profunda que había ahí abajo—. No te pienso soltar, no te preocupes —dijo confiado el joven de lentes, cosa que lleno de alegría el corazón del chico alto, a la par que ambos escuchaban voces y pasos provenir de la alcantarilla, soltando sus manos al instante y notando a los jóvenes Kit, Xiāohuàn y Hānáng regresar.

—¡Hānáng! ¡Chicos! Por fin regresaron, ya es muy tarde. ¿Por qué la tardanza? —reclamó el alto al acercarse a todos y ayudarlos a salir al igual que Héngwǔ, notadas las bolsas en sus pies por Kit y Xiāohuàn.

—Hee-Soo nos contó toda la vida de Ha-Joon. Fue un tanto agotador e interesante, pero muy extraño. Ese chico sí que ha pasado por mucho —explicó el de rosa, con una voz soñolienta.

—Debieron tener cuidado. La policía no deja que los alumnos transiten en la noche. ¡Pudieron meterse en problemas! —reclamó Héngwǔ al sostener en sus manos a Kit para ayudarla.

—Al final, Hee-Soo nos ofreció traernos. Su chofer es una persona muy amable. Les sorprendería lo querido y admirado que es Ha-Joon en Hánguó. Aun no termino de creérmelo del todo —explayó la chica saliendo del desagüe, para luego, tanto Lìān como Héngwǔ, verse el uno al otro un momento y, luego de afirmar con sus cabezas, ayudar al mismo tiempo a Xiāohuàn a salir del lugar, cosa que todos vieron curiosos, mas Hānáng lo hizo con una sonrisa siniestra, pues entendía qué era lo que pasaba.

—Xièxiè, chicos. No sólo por ayudarnos, por esperarnos hasta esta hora. Vamos de vuelta a descansar. Fue un día largo —mencionó el hombre al ser sacado por ambos chicos, para luego salir del lugar de manera tranquila hacia los departamentos.

—Entonces, ¿conseguiste lo que querías, Xiāohuàn? —preguntó Lìān de un momento a otro, algo que llamó la atención de los demás, cuyas miradas se clavaron en el medico.

—Más de lo que pensé que iba a obtener. Lo que sí, y tanto Kit como Jì Hānáng no me van a dejar mentir, es que sabemos perfectamente que Cha Ha-Joon no fue quien dijo que yo hice trampa. —La noticia dejó tanto a Héngwǔ como a Lìān sin habla, para luego ambos ver a sus otros amigos cercanos, quienes con la mirada les indicaron que creían lo mismo.

—Cha Ha-Joon es muchas cosas, pero deshonesto no viene en la lista. Él toma el valor de la honestidad como su supremacía. Es triste ver que le han metido tantas malas ideas que tampoco se ha podido callar últimamente —explicó Hānáng un tanto inconforme.

—Después de escuchar a Kim Hee-Soo nos dimos cuenta que el pobre chico ha estado siendo presionado para no sólo obtener el primer lugar, sino cambiar su forma de ser a una más «apropiada» para la alta sociedad de Hánguó. Es horrible, pero es una realidad que está confrontando —secundó Kit, seguida por Xiāohuàn de nuevo.

—Prometí a Kim Hee-Soo ayudar a Cha Ha-Joon a retomar un buen camino. Cosa que obviamente no será sencilla, puesto somos las personas que lo hemos insultado y rechazado desde el día uno.