Primera luz en la Oscuridad

Capitulo 10

Lia...

La oscuridad era tan densa que podía sentir su peso sobre mis párpados. Un dolor sordo y familiar,como un puño apretandose en mi vientre bajo, me había despertado. Ya había desminuido la lluvia. Maldije en un susurro entrecortado. Perfecto. Justo lo que me faltaba. La menstruación siempre llegaba como una invasión no deseada, pero hoy, tras el día de mierda que tuve, se sentia como una traición de mi propio cuerpo.

No solo era el dolor. En la fecha. No debía llegar hasta la próxima semana.

Cómo un gemido, me incorporé. La luz había llegado gracias a qué dejo de llover. A tientas, encendi la luz del cuarto. Me pare en medio del sueño hasta llegar al baño. Me movía cv omo un autómata, el malestar una losa pesada en cada movimiento. Creo que la pelea me alteró tanto que hizo que se me adelantara, el calendario con una crueldad perfecta.

¿Porque las mujeres tenemos que pasar por estás cosas?

Después de cambiarme, sintiendome un poco más humana pero infinitamente más vulnerable, ya que los primeros días son una mierda. Me arrastré de vuelta a la cama y puse el teléfono en la mesita de noche a cargar. La furia glaciar que había guardado para Alex se había derretido en un charco de malestar y de una tristeza agotadora.

Justo entonces, cuando empecé a cerrar los ojos, el teléfono vibró sobre la mesita de noche.

Tantee en la mesita, mis dedos sintiendo el frío rectangular del vidrio. La pantalla ilumino la habitación con un brillo cegador, creo que olvide bajarle el brillo. Alex. El nombre parpadeaba como una advertencia. Una, dos, diez... Había perdido la cuenta de las notificaciones perdidas.

La rabia, la incomodidad física, la niebla de sueño, hizo saltar por los aires cualquier resto de prudencia. ¿Que importa?¿Que más puede hacer? No creo que esté afuera esperando a que abra¿Ahora tampoco me va a dejar dormir? Es de madrugada las 1:02 a.m para ser exactos.

Deslice el dedo para contestar con un movimiento brusco, llevándome el teléfono a la oreja.

*Aceptar o Rechazar*

___¿Que?__ mi voz sonó áspera, cargada de sueño y de un fastidio que no pretendo disimular.

___ Lia.__ la voz de el, al otro lado era un cable tenso, cargado de una urgencia que no quiero reconocer.__¿Te desperte? Allá deben de ser la 1:03 a.m ¿Estás bien?

___ Si te respondí es porque lo estoy __ logré decir entre dientes __ ¿En serio me lo preguntas? Después de todo...¡Ay!...

Agache la cabeza, apretando el brazo libre contra mi vientre bajo.

___ ¿Lia?__ la voz de Alex era ahora deferente. Ma áspera, más alarmada__. ¿Qué pasá? ¿Porque gemiste? ¿Estás herida?

No respondí. Otro calambre, una presión sorda me recorrió. Un gemido bajo, prolongado, salió de mi garganta sin mi permiso.

___ ¡Lia! __ la voz de el era casi un grito del otro lado del linea, teñida de un pánico que no pretendia ocultar__. ¡Contesta! ¿Donde estás?__en casa donde más __¿Que te ha pasado? ¡Joder habla!

Entre jadeo y jadeo, encontré el aliento para susurrar con toda la rabia que sentia, a pesar de saber que el no tiene la culpa.

___¿Qué me pasa?...Que me duele...__ otra punzada interrumpió__. Y estoy harta de tus malditas llamadas. ¡Ya déjame dormir!

Corte y dejé el teléfono en mi mano. Creo que lo asusté al no saber explicarme.

En ese momento, volvió a vibrar el teléfono. Al parecer era una llamada y no tengo que adivinar de quién es.

*Aceptar o Rechazar*

___ Lia. ¿Que te pasa? Y no te atrevas a colgar __ creo que eso se sintió más a una orden, pero el no está en condiciones de darmela, bueno al final tengo que responder.

Un susurro se me escapó, cargado de cansancio, tengo sueño__. Alex, yo... Lo siento. Por antes. Por gritarte, por asustarte. Estaba... No sé.

Las palabras salieron solas, empujadas de una vulnerabilidad que odio. ¿Me estoy disculpando con el? ¿Después de lo que hizo? Creo que comparado con lo que hice yo al asustarlo no fue nada.

___ No __ la negativa de su parte fue inmediata,.firme__. No tienes que disculparte. Nunca. Yo... No dejo alterarte así__ hizo una pausa breve, y pude escuchar que su respiración se calmó un poco.

La preocupación cruda en su voz quebró mis defensas. La estúpida situación __ este hombre al otro lado del país, volviendose loco por unos cólicos menstruales. Me superó.

___ No estoy herida__ dije, con un hilo de voz __. Y si, en parte es... Un poco por lo de anoche. Mi cuerpo... Se altero. Me estrese tanto que... Que me vino la regla antes de tiempo. Y me duele. Así de patético es. ¿Contento?

El silencio al otro lado fue absoluto. Tan profundo que durante un segundo creí que se había cortado la llamada. Me imaginé su cerebro procesando la información, recalculando toda su preocupación y su furia hacia un enemigo que no existía: Un síndrome premenstrual agresivo.

___ Es normal en una mujer__ asume.

___ Creeme hablo por todas las mujeres cuando digo. ¡¿Porque razón una mujer se tiene que desangrar y aguanta ese dolor por 5 días al mes?!

Si estuvieras en persona lo entenderías. Lo que es estar amurrungada en la cama en una sola posición. Que fastidio.

___ Oh__ fue todo lo que dijo. Una sola silaba cargada de una comprensión torpe y repentina.

___ Sí,"oh" __ replique, con más sequedad.

___ ¿Estás muy mal? ¿Tienes lo que necesitas? ¿Agua, analgésico? Iré ahora mismo si me lo pides.

___ Si te lo pidiera igual no llegarías en un instante.

___ Entonces ¿Si quieres que vaya?

___ No. No puedes estas en Margarita. Estás lejos. Tengo todo aquí.

___ La distancia no importa. Si me dices que vaya,voy.

Otro espasmo, más intenso, me recorrió el vientre. Un gemido ahogado, involuntario, se me escapó de los labios. Era un sonido de dolor y agotamiento.

—Ay… —suspiré, y las lágrimas me nublaron la visión, más por la frustración que por el dolor mismo.




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