Lia...
El motor rugió bajo nosotros, un animal de metal que vibraba con la misma tensión que recorría mi cuerpo. Mis brazos, casi por inercia, se cerraron alrededor de su torso, y sentí cómo los músculos de su espalda se tensaban bajo mi tacto. No dije nada durante el trayecto. Las palabras se habían agotado, ahogadas por sus besos, solo el viento azotaba mi rostro, intentando, sin éxito, borrar la sensación de sus labios en mi cuello.
Cada semáforo en rojo era una tortura. Él bajaba ligeramente la mano para asegurarse de que yo no me soltara, un gesto pequeño pero de una posesividad abrumadora (loco). Yo quería odiarlo, quería golpearlo y gritarle que no podía tratarme así, pero...
¡Seguro mide, 1.85m! Es el triple de mi altura, incluso la de mi hermano. (Mido 1.53m)
Llegamos a mi casa demasiado pronto. La luz del porche se encendió, bañando todo en un tono anaranjado que es algo lindo en este lugar, (el calor es horrible) demasiado mundano diría yo. Alex apagó el motor y el silencio repentino fue ensordecedor. Me bajé de la moto con piernas temblorosas y le entregué el casco. Nuestros dedos se rozaron, y un escalofrío me recorrió el cuerpo.
___ Gracias por el aventón__ dije, mi voz sonaba extraña, ronca.
¡Maldita sea,fue mi primer beso!
Él no respondió de inmediato. Solo me observaba, sus ojos oscuros escudriñándome a la luz tenue, estudiando la marca que había dejado en mi cuello, puedo ver la satisfacción en su rostro.
Parece el típico CEO o VILLANO de un anime... Me estoy volviendo loca.
___ ¿Vas a estar bien?__ preguntó por fin, su voz era áspera y ronca.
___ ¿Define 'bien', Alex?__ Repliqué, con un deje de amargura. __ ¿Después de que me acorralas, me marcas y me besas como si el maldito mundo se fuera a acabar?
Una sonrisa torcida apareció en sus labios.
___ Sí. Eso.
¡Desgraciado!
___No lo sé__ admití, y era la verdad más pura que había dicho en toda, ¿la tarde?. __ Se que suena estúpido pero... No había hecho esto y tú de repente apareces en mi vida como por arte de magia te me declaras ese mismo día y después de unos días vienes y me besas, es como si por fin se dieran cuenta de que existo y aunque suena de maravilla. Pues que crees. Ese cuento no me creo__ no me fío de los hombres,mi hermano tampoco se salva.
___ ¿Cuento? Entiendo pero no pienses demasiado, pequeña. Cuando nos conocimos te pregunté si crees en al algo como el amor a primera...
Lo interrumpí.
__ ¡Ese es el problema!__ exclamé, bajando la voz al darme cuenta de lo cerca que estamos de mi casa.__ Es... Complicado Alex, no soy del tipo de chicas que están acostumbradas a estas situaciones. Yo me complico mucho.
Se inclinó hacia adelante, apoyando sus brazos en el manubrio de la moto.
___ Se que no eres ese tipo de chica lo sé porque, en el momento en que te vi jugar en esa cancha no podía dejar de verte. Se que me comporte como un idiota, pero no puedo controlarme cuando se trata de ti,Lia.
Antes de que pudiera responder, la puerta se abrió. Mi madre apareció en el marco, con una ceja arqueada.
___ ¿Todo bien, cariño?__ preguntó, su mirada pasó de mí a Alex, analizando la escena con su instinto maternal infalible, pero yo le digo instinto asesino.
___ Sí, mamá. Este es Alex... un amigo. Me dio un aventón porque... se me pasó la hora con Jane.__ La mentira salió con una fluidez, como algo normal y peligroso.
Alex asintió con la cabeza, adoptando una máscara de cortesía que parecía increíblemente convincente__ Buenas tardes, señora. No quería que le pasará nada a Lia así que decidí traerla a casa.
La sonrisa de mi madre fue cordial pero cautelosa.
___ Bueno, gracias por traerla. Ya es tarde, Lia. Entra.
Era una orden, no una sugerencia. Asentí y di un paso hacia la casa. Al voltear, mis ojos se encontraron con los suyos por última vez. No hubo una despedida, solo una intensa y cargada mirada que prometía que esto no había terminado.
___ Hasta luego, pequeña __ murmuró él, tan bajo que solo yo pude oírlo.
Entré en la casa, sintiendo su mirada en mi espalda hasta que la puerta se cerró. Los interrogatorios light de mamá fueron fáciles de sortear, mi mente estaba en otra parte. En mi habitación, me encerré en el baño y encendí la luz.
Ahí estaba. La marca rojiza en mi cuello, que por suerte mamá no la vio. La toqué con la punta de los dedos. Dolió levemente, un recordatorio punzante. Recordé la ferocidad de sus besos, la fuerza de sus brazos y la vulnerabilidad cruda en su voz cuando dijo que me quería, que me deseaba.
¡¡No pienses en eso, ahora!!
Me lavé la cara, intentando borrar su esencia, pero era inútil. Me había marcado de una manera que iba más allá de la piel. Esa noche, acostada en la cama, no pude evitar tomar mi teléfono. Mis dedos dudaron sobre la pantalla antes de escribirle a Jane.
___ ¿Estás despierta?
Su respuesta fue inmediata.
Jane: Siempre. ¿Qué pasa?
___ Alex me trajo a casa.
Los puntos suspensivos aparecieron y desaparecieron varias veces, como si ella misma estuviera eligiendo sus palabras con cuidado.
Jane: Y... ¿qué pasó, Lia?
¿Qué le decía? ¿Que me asustó? ¿Que me enfureció?
___ Pasaron cosas. Cosas complicadas.
Jane: ¿Necesitas que vaya? ¿Estás bien?
___ Físicamente, sí. Mentalmente... soy un desastre. Cuando venía de regreso,Alex me reconoció al instante hablamos y entonces me trajo de regreso.
Mientras escribía, otra notificación apareció en la parte superior de la pantalla. Era de Alex.
Alex: Esto es lo que más temía. Que perdiera la cabeza por una mujer.
Mientras leía llegó otro mensaje
Alex: Pero no puedo parar ahora que te conocí, pequeña.
Frunci el seño viendo la pantalla.
___ ¿Pero quién se cree esté? No puedo negar que tiene lo suyo pero es algo arrogante.__ dije acostandome en la cama, mientras encendia mi televisor para ver el capítulo 10 de My Hero Academia ___ ¡¡No puede ser!! Falta solo un capítulo y... ¡Y no seguiré viendo al amor de mi vida! ¡¡BAKUGO!!__ dije con la pantalla mostrando el inicio del capítulo 10.
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Editado: 08.12.2025