Primeras apariencias

0. Una nota.

Para: Pilar. 
De: Una joven tratando de empezar a vivir de nuevo.

《 Si te soy sincera, en todos estos años, jamás me detuve a pensar en mi edad y lo que conllevaba crecer. Dado a eso, hace poco me dí cuenta de lo mucho que había crecido, no físicamente como tú crees, sino, mentalmente. Sin evitarse, todas las decisiones erróneas que tomé en mi juventud se hicieron presentes de golpe. Mostrándome lo tonta que fui en aquel entonces y que, seguía siendo.

No obstante, hoy en día, a mis 21 años, por fin decidí inicial de nuevo. Ha olvidar y no odiarme por lo ocurrido, tratando cada inicio del día a salir adelante, a poner límites entre lo malo y lo extremadamente tóxico, y buscando la paz que tanto anhelaba. 

Ha ser una mujer que puede olvidar y enterrar las heridas, y sí, no te mentiré, a veces por mi cabeza pasaron un sin fin de pensamientos de acabar con esta mísera existencia.

Ha nuestra existencia.

Evitando las preocupaciones, cargas y errores sobre mis hombros que marcaban mi historial de mala hija. Y ahora, después de tanto tiempo, estoy aquí Pilar, luchando por sobrevivir, de volver, claro esta, no siendo la misma persona que toma decisiones a la ligera, sino, con la firmeza de mejorar.

Cabe mencionar que hubo momentos donde me renegue con rencor contra mi misma por mis decisiones. Siempre diciendo que me lo merecia. Que me tenía bien merecido sufrir. Algo no tan sano de mi parte, que ya misma me hundiera por mis propias palabras duras.

Porque después de todo, la vida seguía. Y cual fuera el número que marcara mi edad y los errores que llenaron esos años, debía ser un claro ejemplo de que no tenía que seguir así. Y que en cambio, debía luchar. Cambiar.

Tal vez me faltara alguna motivación, quizás todavía no encontraba ese motivo que me llevaría más allá de los colores oscuros que marcaban mis errores.

Tal vez, solo necesitaba curar las heridas y olvidar.

Sólo y tal vez, necesitaba que más combinaciones de colores a los cuales temía probar, se presentaran ante mí para poder, sin temer a probarlos, ir y encontrarme de verdad entre ellos. Encontrando un nuevo motivo para no dejar de luchar. Descubriendo que existía una gama de colores que podían hacerme sentir en una especie de realidad colorida que no sólo se limitaba a unos pocos, como hasta ahora había querido ver y vivir por miedo ha no poder adaptarme a ellos. Por miedo a volver a fallar.

Pero sabía que podía idear una paleta de colores que me ayudaría a crear el mejor cuadro de mi vida. Siendo una mejor persona y dejando en el pasado aquel cuadro negro que representaba esta misma.

Y tú, Pilar, serás la artista responsable de aquel cuadro lleno de nuevos colores que nos dara una nueva oportunidad.》

Primera y última nota que se dedico a sí misma por consejo de su psicóloga.




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