Primeras veces: Cuando el amor es tu mayor miedo

Capítulo 15: Entendiendo a mi padre

―¿Quieres ir al pueblo conmigo?

Estaba en el sector sofá con el teléfono en las manos y al escuchar a mi padre, casi dejó caer el aparato. Lo miré incrédula. ¿Acababa de escucharlo bien?

―Voy a ir al supermercado y...

―Sí –lo interrumpí sin cambiar mi mirada.

Mi padre asintió con la cabeza y caminó hacia el auto conmigo detrás.

Nos subimos y enseguida lo puso en marcha.

Íbamos en silencio, pero el ruido de la camioneta y sus constantes bailes al ir por el sendero pedregoso hacían que no fuera tan incómodo.

Empecé a recordar los viejos tiempos. Cuando era pequeña íbamos en familia a comprar los alimentos, parecía como una pequeña tradición y me encantaba.

Mi hermana y yo recorríamos la tienda en busca de dulces mientras mi padre y mi madre buscaban lo realmente importante, luego había una pequeña discusión por las cosas que mi padre no nos quería comprar que terminaba con él poniéndonos algún reto para poder conservarlo.

Extrañaba eso, sé que no volvería a ser igual que antes, pero me hacía ilusión el viaje.

Lo miré a mi lado, aunque maniobraba para lograr que el auto subiera por una loma, iba serio y rígido. Nada parecido al hombre que recordaba, el risueño que ponía límites con cariño.

―¿Voy a seguir viviendo con mi tía hasta que acabe la universidad? ¿o quieren traerme para acá? ―solté cuando llegamos a terreno plano y el auto dejó de ir en zig zag.

―Seguirás viviendo con Míriam, a menos que quieras lo contrario ―me miró unos segundos y volvió la vista al camino.

Asentí aunque dudé de que me hubiese visto.

―¿Vas a continuar viniendo a visitarnos igual? ―preguntó.

―Eso creo ―no podía decir que sí porque aún no estaba del todo convencida de querer volver, pero allí estaba Anthony y esa era una gran motivación para mí.

Cinco minutos de silencio.

―¿Por qué me llevaste a vivir con ella? ―solté reprimiendo los recuerdos que aún dolían de más. ―Nunca lo he entendido.

Pensé que se enojaría, me cambiaría el tema y no me volvería a hablar hasta volver a casa, pero no pareció afectarle en absoluto la pregunta, de hecho, parecía saber que iba a preguntar porque respondió enseguida.

―Pensé que sería lo mejor para ti. Nosotros estábamos lidiando con la situación de María y no teníamos cabeza para cuidarte, además, no quería que pasaras por ese dolor.

¿Lo mejor para mí? ¿Por qué habría pensado eso sí lo primero que hice cuando me enteré que iba a vivir con mi tía fue echarme a llorar? Me gustaba vivir con mis padres y también tenía amigos que quería. Quedarme allí era lo mejor, sin embargo, terminé yéndome y perdiendo a mi hermana, a mis padres y a mis amigos el mismo día.

―¿Y qué pasó después?―

―Después…― se quedó en silencio y pareció elegir sus palabras con sumo cuidado ―seguí pensando lo mismo, que era mejor para ti estar lejos de aquí.

―¿Por qué? si ya había pasado todo.

―No había pasado todo. No ha pasado todo ―sus palabras me confundieron. Fruncí el ceño.

―¿A qué te refieres? ―lo pensó un momento.

―¿Te gusta ese amigo tuyo… Anthony?

―No ―respondí en automático y crucé los dedos para que me creyera.

Mi padre soltó el aire que estaba conteniendo y relajó los hombros. Entonces lo entendí. No ha pasado todo porque sigo siendo amiga de Anthony y si se nos ocurriera tener algo más sería como repetir la historia.

A eso es a lo que mi padre le tenía miedo, a perder otra hija.

―¿Por qué lo pusiste a acompañarme si creíste que me podría gustar? ―pregunté buscando algo más para confirmar la historia

―¿Aceptarías a alguien más junto a ti todo el día?

―No.

―Ahí tienes tu respuesta.

―Pero creí que no querías que estuviéramos juntos.

―Era eso o dejarte vagar sola por las montañas, así que el chico me pareció buena opción. Es tu amigo y espero que te esté cuidando.

―Sí, me está cuidando ―demasiado bien.

Lo último lo dije en mi mente y recordé la escena de hace unos días en el río.

Dejé de hacer preguntas todo el camino y me perdí en mis pensamientos. Era curioso que pasara casi todos los días con Anthony y a pesar de eso lo extrañara a la primera que no estaba a mi lado, en ese momento, por ejemplo, él estaba en unas tierras trabajando con su padre, lo significaba que no nos veríamos en todo el día y seguro al siguiente tampoco.

Que tortura.

.

.

.

Gracias por leer✨💕.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.