El día de ayer, Lily decidió que quería tener su propio club para convivir más con sus amigos.
El problema era, que la idea se quedó ahí, en una idea, pues como era de esperarse, ella no pensó bien las cosas y su petición fue rechazada. Pero eligió no rendirse y prosiguió con su idea. Ahora se está concentrando en conseguir miembros suficientes para su club, Leo y yo ya estamos dentro, pero aún nos faltan dos más para tener el mínimo permitido.
Es la hora del receso en nuestra escuela, y salí al patio a buscar a los que faltan, mientras Lily y Leo siguen pensando en un nombre para el club. Aunque dejar que ellos piensen juntos no sé si es más, o menos peligroso para mí.
"Me pregunto dónde estará Alex. Él suele estar por aquí, ya sea caminando o promocionando sus espectáculos."
—¿A quién estás buscando ahora? —preguntaron detrás de mí.
—¡¿Eh?! Oh Alex, finalmente te encontré. —dije con un suspiro de alivio.
—Bueno, aquí estoy, ¿que necesitas?
………
……
…
Le expliqué a Alex todo el asunto del club, incluidos los miembros que ya estábamos dentro.
—Entiendo. —asintió Alex— Bueno, pueden contar conmigo si es lo que necesitan.
—Gracias Alex. Por cierto, aunque estás dentro, aún nos hace falta un miembro más, ¿tú crees que Alicia quiera entrar? —pregunté.
—Si te soy sincero, lo dudo mucho. —respondió Alex con una evidente decepción.
—¿Eh?, ¿por qué lo dices?
—Ella es una persona muy introvertida, no le gusta estar rodeada de tanta gente, y un club pues… no creo que sea lo suyo.
—Eso es un problema. Aparte de ella, no se me ocurre a nadie más a quien podría invitar a unirse.
—Bueno, yo preguntaré en mi clase si a alguien le interesa. Si aparece un voluntario te lo haré saber.
—Está bien, te lo agradezco.
Alex se despide y se va de regreso a su salón de clases. Yo me detuve donde estaba, y me dediqué a observar el resto del patio para organizar mis ideas, frenando en dirección al único árbol ubicado en el centro del patio.
"¿Uh? Me pareció haber visto una silueta esconderse por ahí. Y creo saber quien es."
Me acerqué hasta el lugar que vi, y resultó que estaba en lo cierto.
—Hola "acosadora", ¿sigues escondiéndote? —pregunté apareciendo detrás de ella.
—¡Ah! —se asustó y se relajó al notar que soy yo— Oh solo eres tú "cobarde", y por cierto, no soy una acosadora.
—¿Enserio? —la miré con duda— Qué raro, me pareció que estabas espiando a Alex mientras te ocultabas aquí. ¿Me equivoqué?
—… —se encogió de hombros en silencio.
—Supongo que no.
—¿Qué quieres ahora? —preguntó con su ocasional mirada amenazante.
—Eso debería preguntarte yo. —dije cruzando los brazos— Pensé que te había ayudado a acercarte a Alex, pero aun así, sigues espiando lo que hace desde lejos. ¿Qué ocurrió?
—Solo hablamos un momento, y luego volvimos a clase. —agachó la cabeza— Luego de eso todo quedó igual que antes…
—Vaya, ¿al menos trataste de acercarte a él después?
Alicia negó con la cabeza.
—Lo que me temía. —comenté soltando un suspiro de decepción— No te entiendo, conmigo fuiste bastante hostil, incluso me amenazaste con cortarme los brazos, pero con él no eres capaz ni de mirarlo a la cara.
—E-Eso a ti no te importa. —respondió con nerviosismo.
"Y ahí está otra vez su hostilidad hacia mí. ¿Uh?, parece que tiene algo escondido entre sus manos y su conejo. Me pregunto qué será."
—¿Qué es esto? —dije agarrando el objeto que escondía entre sus manos.
—¡Oye, deja eso! —reaccionó alzando la voz.
"Esta… es la misma carta de aquella vez."
—Ni siquiera te atreves a dirigirle la palabra, y aun así ¿estabas pensando en entregarle esto? —la regañé enseñándole la carta que tenía.
—Solo dámelo. —dijo Alicia quitándome la carta de las manos— Lo que yo haga no es asunto tuyo.
—Sabes, una amiga mía acaba de formar un club, y está buscando miemb…
—Olvídalo. —interrumpió respondiendo con firmeza.
"No quería recurrir a esto, pero no me queda opción. Hora de sacar mi as bajo la manga."
—Alex también aceptó unirse a él, —comenté para llamar su atención— y si tú te unes al club, tendrás más oportunidades de entregarle "eso", sin contar el hecho de que podrás pasar casi todas las tardes junto a él, claro.
"Hacer esto me hace sentir como un manipulador, pero no se me ocurre nada más para convencerla, lamento hacerte esto Alicia."
"Por favor perdóname, si quieres puedo lavar tu peluche después como disculpa. Aunque creo que me cortarás las manos en cuanto lo intente."
—Yo… No me gusta estar rodeada de tanta gente… —murmuró Alicia encogiéndose de hombros.
—Lo sé, a mí tampoco me gusta. —comenté.
—¿Entonces por qué te uniste a ese club?
"De hecho, esa es una muy buena pregunta, pero creo que decir 'me metieron antes de preguntarme' no suena bien. Inventaré algo."
—Una amiga me necesitaba. —respondí.
—…
—Qué me dices ¿te gustaría entrar? —pregunté con una ligera sonrisa.
—¿Bunny, puede ir conmigo…? —preguntó abrazando a su conejo.
—Claro, los dos están invitados, te veré hoy después de clases en la sala de maestros. —dije dándole unas últimas indicaciones— Los demás miembros estarán ahí también, pero descuida, son raros como tú, y aunque no lo creas, son buenas personas también.
—Yo no soy rara. —afirmó lanzando una mirada asesina.
—Si, tienes razón, no eres rara, solo eres una acosadora. —dije tratando de hacerme el gracioso.
—Tú vives rodeado por esos "raros" ¿Eso a ti en que te convierte? —preguntó con una expresión de victoria.
"¿Eh? Rayos. Supongo que me atrapó, espera, salgo con ellos, pero yo no soy raro, creo que me calificaría a mi mismo como 'normal'. O tal vez aburrido, no lo sé."
—Bien, bien, tú ganas.
*ding-dong*
La campana del receso sonó, indicando que debíamos regresar a clase.