Con nuestro nuevo club oficialmente abierto, y una meta académica por alcanzar para evitar perderlo, me puse manos a la obra.
Estoy en la biblioteca para buscar algunos libros que nos faciliten el aprendizaje del grupo. Está un poco lejos de mi casa, pero vale la pena venir por su variedad de libros tan interesantes.
"Me alegra saber que la biblioteca sea un lugar de paz y tranquilidad, obviamente nunca traería a 'ese grupo' a este lugar, no quiero que arruinen un lugar como este con sus 'personalidades'."
"Por ahora buscaré algunos libros de historia, eso se les dificulta a la mayoría de ellos, así que es una buena forma de empezar."
Me acerqué a uno de los estantes clasificados como "Historia Universal", y comencé a buscar algunos libros que leí en el pasado y que eran sencillos de entender.
"¿Donde rayos están?, deberían de estar en este lugar pero no encuentro ninguno, parece que alguien se los llevó todos. ¿Quién podría leer tanto?"
—Disculpe… necesito pasar… —dijo un chico misterioso pasando por mi lado.
Aquel chico caminaba con algo de dificultad hacia el estante, mientras llevaba en sus manos varios libros apilados uno sobre otro. Vestía una polera azul que le quedaba evidentemente grande, y una gorra roja que ocultaba la mitad de su rostro.
"Wao… esta persona está cargando muchos libros a la vez, eso luce pesado."
—Déjame ayudarte con eso. —dije.
Tomé algunos de sus libros y los coloqué en el estante.
"Un momento, todos estos… son libros de historia. ¿Él fue quien se los llevó todos?"
—Oye, ¿tú leíste todo eso? —pregunté señalando los libros.
—Ah… sí, leo a menudo. —respondió en voz baja.
—No solo eso, parece que lees en grandes cantidades. ¿Cuánto tiempo te tomó acabar todos estos libros?
—No lo sé… un día, tal vez menos.
"No se si está tratando de ser modesto o algo, pero sigue siendo impresionante. Solo ten en cuenta que son más de diez libros los que llevaba en mano, y los leyó en menos de un día. No sé qué piensen los demás, pero para mí es impresionante."
—Yo también leo a veces, pero son libros pequeños, como novelas ligeras entre otras cosas. —comenté recordando que la última novela que leí la perdí y nunca supe el final.
—Sí… me alegra. Me tengo que ir. —dijo el chico apresurándose en su retirada.
—¿Eh? Bueno esta bien, hasta luego.
"Se siente bien tener una conversación tranquila y sensata de vez en cuando, aunque ese chico actuaba de manera extraña, quizás solo es tímido, bueno no es que sea mi asunto. Yo seguiré con lo mio."
Agarré los libros que buscaba y fui con la bibliotecaria para poder llevarlos conmigo.
………
……
…
—Está bien joven, puede llevarlos, pero antes… ¿Podría hacerme un pequeño favor? —preguntó la bibliotecaria con una pequeña sonrisa.
—¿Uh? Claro, ¿de qué se trata? —pregunté.
—Hay dos cajas llenas de libros nuevos que tengo que revisar, pero son bastante pesadas…
"Creo que ya se adonde va esto."
—¿Podrías traerlos hasta aquí?
"Lo sabía."
—Claro, enseguida los traigo. —respondí.
—Gracias por ayudar a esta anciana.
"¿Anciana?, usted no se ve mayor de los treinta años. Bueno, supongo que contaré esto como mi buena acción del día."
………
……
…
Caminé hasta el otro lado de la biblioteca, cuando recordé algo importante. Olvidé preguntar dónde estaban las cajas.
………
……
…
Estuve buscando alrededor de cinco minutos, hasta que finalmente las encontré. Pero no estaban solas.
"¡Ahí están, tienen que ser esas! ¿Uh? ¿Quién es ese que está revisando las cajas? Pensé que me las habían encargado a mí."
—Oye tú, no deberías hacer eso, la bibliotecaria aún no los ha revisado. —dije llamando la atención del extraño mientras me acercaba.
—¿Eh…? No, yo no estaba… lo siento. —dijo el chico agachando la cabeza en señal de disculpa.
—Oye tranquilo, no es necesario que hagas eso, con que lo entiendas es suficiente.
—C-Claro, lo siento.
—Te disculpas demasiado ¿lo sabías?
—Lo siento…
—Y lo volviste a hacer.
—¿Lo siento…?
—Oye, deja de hacerlo, si te disculpas todo el tiempo tus palabras dejan de sonar sinceras.
—Lo sien… mejor me voy. —dijo antes de salir corriendo.
—Bueno, está bien, cuídate. —lo despedí con la mano y me apresuré a levantar las cajas.
"¡Rayos! Estas cajas enserio estan pesadas, ¿o es que yo soy demasiado débil? Creo que Leo las levantaría con facilidad, no sólo es ruidoso, también se ve que es bastante fuerte."
—¿Ne-Necesitas ayuda…? —preguntaron detrás de mí.
"Conozco esa voz. Es el chico de hace un momento, pensé que se había ido, bueno, me alegra que esté aquí."
—Claro, una mano no me vendría nada mal. —respondí.
Cada uno cogió una caja y la llevamos hasta la bibliotecaria.
………
……
…
—Gracias por su ayuda muchachos, —asintió la bibliotecaria— espero no haberles causado molestias.
"Solo usted, y su gusto por hacer que otros hagan su trabajo. Luego de eso todo está bien."
—No, ninguna. —respondí redirigiendo mi atención al chico que me ayudó— Oye, gracias por haberme dado una mano con las cajas.
—No, no fue nada. Me tengo que ir.
"¿Por qué siempre se va tan rápido? Es como si tuviera prisa todo el tiempo."
El chico corrió hacia la salida en un intento de huir, pero la bibliotecaria lo detuvo.
—Espera, Erika, ¿ya te vas a casa? —preguntó la bibliotecaria— Pensé que me ayudarías a revisar los libros que llegaron hoy.
"¿Erika?, ¡¿se llama Erika?! Pero es un chico, ¡¿cómo puede ser ese su nombre?! ¿Será acaso una abreviatura?"
"No lo entiendo, incluso está vestido como un chico, aunque… la gorra que trae no me deja ver por completo su rostro, y ahora que lo pienso, siempre habla con un volumen tan bajo que apenas entiendo lo que dice, es casi como si estuviera susurrando."