La fiesta de cumpleaños de Leo había terminado, todos regresaron a sus casa en los autos de su familia. Lily y yo íbamos en el mismo, por supuesto, estuvimos hablando tranquilamente, hasta que nuestra conversación llegó a un punto sin retorno.
—Lily. —pregunté directa y con absoluta seriedad— ¿Tienes a alguien que te guste?
—¿Eh…?, ¿Po-Po-Por qué me preguntas eso…? —preguntó Lily alejándose de mí totalmente sonrojada.
—Solo quería saber. —respondí evitando mirar a Lily por la pena.
"Rayos, toda mi fuerza de voluntad se fue en la pregunta y me termine acobardando después, esto no es bueno, nada bueno…"
—¿E-En serio quieres saber…? —preguntó Lily jugando con sus manos claramente nerviosa.
—Sí, por favor. —respondí con seriedad regresando mi vista a ella.
—Bien, te lo diré.
"No puedo creerlo, ¿enserio me lo dirá?, ¿así de fácil? Supongo que esto es lo que llaman 'el poder de la confianza'."
—¡Un juego! —exclamó Lily tranquilizando su nerviosismo.
—¿"Un juego"?
—Así es, si tú ganas responderé a tu pregunta, pero si pierdes, tendrás que quedarte con la duda, ¿aceptas? —preguntó aún un poco ruborizada.
"Tengo que jugarme el todo por el todo, ya me esforce mucho para preguntarle, no pienso quedarme con esa duda para siempre."
—Acepto el reto. —respondí con total y absoluta seriedad.
—Bien, el juego será "piedra, papel o tijeras".
"¿Solo eso? Esto resultará más fácil de lo que pensé, y eso me beneficia."
Empezamos el juego. Un intento, un ganador, eso es todo.
"Usaré piedra, casi siempre gano con esa opción."
"Vamos Tomas, tú puedes tú puedes."
—Piedra…
—Papel…
—Y…
—Y…
—¡Piedra! —dije confiado.
—¡Papel! —eligió Lily.
"No… T-Tiene que ser mentira… ¡¿Cómo se me ocurre perder en un momento tan importante como este?!"
—¡¿Cómo me ganaste?! —pregunté desconcertado.
—Es que las personas casi siempre usan piedra, por eso usé papel.
"¡Rayos! Uso mi propia lógica en mi contra. Bueno, como se esperaba de Lily, mala para el estudio, pero hábil para los juegos. Pero lo que más me entristece de todo esto… es que tendré que vivir con la duda."
………
……
…
El auto finalmente se detiene, señal de que hemos llegado a casa. Nos bajamos, agradecimos al conductor y nos despedimos el uno del otro.
Caminé hasta mi casa, y una vez dentro me detuve en la entrada con la mirada al suelo, evidentemente desanimado.
"Una vez más, estoy en casa. Necesito dormir para pensar las cosas."
………
……
…
Al día siguiente después de clases.
"Genial, todos tienes algo que hacer antes de venir al club, lo que significa que estaré yo solo hasta que alguien llegue."
El profesor nos dio un salón vacío, para que lo usáramos como nuestro club, y está ubicado en el primer piso de la escuela, muy cerca al gimnasio. Tuvimos suerte, ya que era el último lugar libre en toda la escuela, aunque era de esperarse la razón por la que nadie lo quería. Era más pequeño que un salón normal, no estábamos apretados, pero tampoco había un espacio lo suficientemente libre. Creo que antes era un pequeño almacén.
Entré al salón del club, esperando encontrarlo vacío, pero no fue así. Había una invitada en el interior.
—¿Alicia? —pregunté sorprendido.
—¡Alex…! Oh, solo eres tú. —respondió decepcionada.
"Sé que no te agrado, pero al menos trata de disimular un poco tu decepción al verme."
—¿Estás sola? —pregunté.
—No, Bunny está conmigo.
"¿Porque siempre trata a ese conejo como si fuera una persona? Respuesta, es rara. Y un poco aterradora a veces."
—¿Entregaste tu carta? —pregunte.
—¡¿Po-Por qué me preguntas eso?! —preguntó asustada.
—Supongo que no. —dije regresando a mi expresión desanimada
—Oye, tú. Te ves más sombrío que de costumbre, y Bunny piensa lo mismo, ¿qué pasó?
"¿Alicia se está preocupando por mí? Vaya, eso es nuevo. No puedo decir que le caigo bien, pero creo que ahora me odia un poquito menos. Supongo que no tengo razones para mentirle."
—Cuando regresamos de la fiesta de Leo, —respondí recordando lo sucedido— le pregunté a Lily si tenía a alguien que le gustara, eso pasó…
—Eso es fácil. —comentó Alicia.
—¡¿Tú sabes quien es?!
—No es mi obligación decírtelo.
—*suspiro* Supuse que dirías algo como eso… —dije sentándome a un lado de la habitación.
—¿Por qué de pronto te interesó saberlo? —preguntó Alicia.
—No lo sé, —respondí— simplemente sentí la necesidad de saberlo, y ya.
—¿"y ya"? Eres un "tonto despistado incapaz de capatar el entorno" como ella dice. —comentó con evidente decepción en su voz.
—Espera, ¿Lily dijo eso?
—¿Decir que?
—…
"La está encubriendo, lo sé. Un momento, ¿desde cuando ellas tienen tiempo para hablar y contar sus cosas? Supongo que lo harán cuando yo no esté cerca, es la única explicación que encuentro. Sobre todo si tengo en cuenta que veo a Lily casi todo el tiempo."
—Todos los chicos son unos tontos. —comentó Alicia cabizbaja.
—¿Tu querido Alex también? —pregunté tratando de hacerme el gracioso.
—Todos. —reafirmó— Nosotras siempre sufrimos a la espera de que se den cuenta lo que sentimos, algunos nunca lo hacen hasta que nosotras se lo decimos. Por eso son unos tontos.
"¿Y cómo hace uno para darse cuenta de eso?, ¿acaso creen que tenemos un sexto sentido y que simplemente no lo usamos?"
"Un momento. Se supone que Alicia está enamorada de Alex, pero ¿cómo hizo ella para darse cuenta de lo que realmente sentía?"
—¿Y tú porqué te enamoraste de Alex? —pregunté.
—Con esa pregunta me dejaste claro que sí eres un tonto.
"¡¿Ahora qué dije?!"
—Que te pregunten el "porqué", es algo muy tonto, simplemente esa persona te gusta y ya, fin de la historia.
—Sigo sin entender nada… —comenté.
—No lo hagas, —respondió Alicia a mi comentario— tratar de entenderlo solo te dará más preguntas, y todas esas preguntas solo te generarán inseguridad, y esa inseguridad es lo que te impedirá decir lo que realmente sientes…