Capítulo 9: Fiera está perdida

Regresábamos de la escuela luego de un largo día de clases, nuestro profesor intentó darnos una lección sobre la importancia de no burlarse de los mayores, pero se distrajo luego de dos palabras ya que vio por la ventana a la profesora Elizabeth, la cual al parecer se dirigía a la cafetería.

Nosotros sentimos cierto aprecio hacia el profesor Éduard, pero no podemos resistir las ganas de molestarlo cuando entra en su estado de "amnesia".

Comentarios como: "¡Profesor, no se olvide de barrer el piso!", "Maestro Éduard, ¿qué estaba diciendo de los aliens?", "¡Señor Éduard, llegó su pizza!", "¡Hijo, no te olvides tu lonchera para la escuela!". Cosas como esas, y para nuestra satisfacción, él actuaba y respondía a nuestras palabras de forma honesta, hasta que su cerebro regresaba a la normalidad y nos reclamaba llamándonos "aprovechados".

—Jiji, y luego se volvió a enojar cuando se enteró que la pizza era falsa. —comentó Lily recordando la clase de hoy.

—A mi me causó mucha risa cuando llamó "mamá" a la chica que mencionó su lonchera de la escuela, jajaja. —me reí también.

"Me gustan estos momentos. Regresar juntos de la escuela luego de un día divertido, y por supuesto, tomados de la mano."

………

……

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Continuamos nuestro camino por unos minutos más, siempre juntos y riendo ya sea recordando algo, o simplemente porque sentíamos ganas de hacerlo.

Cuando estábamos por llegar a casa, vimos a nuestros padres buscar algo desesperadamente, nos pareció extraño, así que nos dimos prisa y nos acercamos a preguntar.

—¿Qué sucede? —pregunté a mi padre.

Mi papá reaccionó un poco asustado cuando escuchó mi voz, pero se calmó rápidamente y se giró hacia mí para responder.

—Bueno, esto es un poco difícil de explicar, pero parece que olvidaron cerrar una ventana en la casa de la pequeña Lily, y el gato que cuidaban se salió. Creemos que aún puede estar cerca, así que estamos buscándolo por aquí.

"¿Fiera está perdido? Aún es muy pequeño, no podrá valerse por su cuenta tan fácilmente como otros gatos, tenemos que encontrarlo."

—¡Timy! —me llamó Lily luego de hablar con sus padres.

—¿Eh? ¿Qué?

—¡Fiera se fue!

—Sí, lo sé, mi papá me lo acaba de decir, tenemos que buscarlo.

—¿Por qué se fue, Timy…? —preguntó Lily mientras que lágrimas caían por su rostro una por una— ¿Acaso no lo alimenté bien…?, ¿tenía frío…?, ¿su cama era incómoda…? ¿Yo… fui una mala madre…?

—No lo fuiste. —dije mientras abrazaba a Lily— Esto no es culpa tuya ni de nadie, los gatos a veces hacen eso, salen de casa, a ellos les gusta explorar nuevos lugares. Estoy seguro de que está bien, solo tenemos que buscarlo.

—*snif* ¿Lo prometes…?

—Lo prometo. Vayamos a buscar por el vecindario, no pudo haber ido tan lejos.

—Sí, vamos.

Dejamos nuestras mochilas de la escuela en casa, y sin más tiempo que perder, salimos a buscarlo.

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Buscamos en las casas de alrededor, en patios, jardines, preguntamos a cada persona que veíamos, pero ninguno nos daba alguna pista de su paradero.

Decidimos extender el área de búsqueda, y fuimos hasta la escuela. El área ya era grande, pero aún cabía la posibilidad de que estuviera en algún lugar.

Durante nuestro recorrido por los alrededores de la escuela, encontramos un rostro conocido.

—¡Hola hermanos, que gusto verlos por aquí! —nos saludó Leo a unas calles de la escuela.

Al parecer Leo se había quedado en la escuela después de clases ya que había prometido ayudar en el gimnasio, y recién ahora estaba volviendo a casa.

"Bien, Leo puede ayudarnos a buscar, él es bastante rápido, nos servirá de mucho."

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Le contamos la situación e inmediatamente reaccionó.

—¡¿QUÉ?!, ¡¿SU GATITO?!, ¡AYUDARÉ A ENCONTRARLO, JUNTOS PODREMOS HACERLO, QUIZÁS RESPONDA SI LO LLAMO POR SU NOMBRE!, ¡¡FIERAAAAAAAAAAAAA!! —gritó Leo mientras corría por todas partes.

"En estos momentos me alegra que sea tan enérgico, bueno, nosotros también tenemos que seguir buscando."

Parque principal - Ubicación actual de Álex

Álex yacía sentado bajo la sombra de un árbol en aquel parque donde sus espectáculos toman forma. ¿El motivo? Fácil.

Él sabe mejor que nadie lo mucho que Alicia se ha esforzado por elevar sus calificaciones, sobre todo cuando fueron sus calificaciones las que fallaron al resto del grupo. Álex se sintió culpable por esto, y Alicia se culpó a sí misma por haber ocupado su tiempo.

Como ocurrieron en eventos pasados, Álex dejó en claro en la azotea de la escuela que su error no era culpa de ella, sino de su mala administración de su tiempo disponible.

Álex es consciente de que Alicia tiene una particularidad, y es que ella no es emocionalmente estable. Cuando ocurre algo, y la presión comienza a caer sobre ella, sus nervios comienzan a alterarse y cae rápidamente en la desesperación. Son pocas las cosas que la tranquilizan cuando cae en ese estado, al principio eran el azúcar, o tocar algo muy suave y cálido, pero últimamente abrazar a Bunny, y escuchar la voz de Álex funcionaban de la misma forma.

Todo ese asunto terminó, pero Álex pensó que sería buena idea darle alguna clase de premio por aprobar, y no se le ocurrió otra cosa que invitarla a comer un helado mientras pasean por el parque, lo cual nos lleva hasta el presente.

—Si, así es. —se felicitó a sí mismo— Hoy parece un gran día para disfrutar de un helado, y además no hay mucha gente en los alrededores, la tarde perfecta para alguien como Alicia. Jejeje, vaya, sanar una herida mental siempre es más difícil que sanar una física.

"Por favor, Alicia…" pensó Álex mirando al cielo. "Te ruego que no aproveches este encuentro para entregarme tu carta, aún no es el momento. No quiero hacerte daño…"

Calle frente al parque principal - Tomas y Lily en ese mismo instante