Primero loco que cuerdo Vol.4

Capítulo 1: Una noche de chicas... Y Timy

Desde aquella vez en que Fiera se perdió, y comenzamos una búsqueda intensiva por hallarla, logrando ubicarla en la biblioteca en manos de Érika, una pequeña charla entre nosotros desató una "peligrosa" idea en la mente de Lily. Una noche de chicas.

Ella mencionó que siempre tuvo la ilusión de tener una con sus mejores amigas, o las únicas en este caso, y como era de esperarse al tratarse de ella, lo consiguió.

Durante nuestro día de escuela, me dijo que sus padres le permitieron hacer una pijamada en su casa, una solo para chicas, razón por la cual me prohibió ir a su casa ese día. A mi no me importó mucho, ella es libre de divertirse con sus amigas todo el tiempo que guste.

El verdadero problema viene ahora.

Cuando Lily me habló de su noche de chicas, alguien más nos escuchó. Leo, quien también está en nuestra clase, oyó nuestra plática, y nos juntó a Álex y a mí en el receso para ofrecernos tener "una noche de chicos".

Yo me negué obviamente, no estaba interesado en participar en algo como esto, pero al final sucumbí ante la provocación de Álex.

—Oh, vaya, qué lástima. Pensar que Lily está saliendo con un chico tan aburrido como tú. Espera, no será que… ¿no quieres ir porque te da miedo dormir fuera de casa? ¿O será que le tienes miedo a la oscuridad? Que infantil.

Mi orgullo fue herido en un instante, y acepté ir solo para hacer que se tragara sus palabras.

Y eso es lo que nos lleva al presente. Son alrededor de las cinco de la tarde, Leo, Alex y yo estamos en la casa, o mansión, de Leo. Y viendo la hora que es, es posible que las chicas se encuentren juntas en casa de Lily también. Casi puedo imaginar a Lily comiendo galletas o algo así.

Estamos en la habitación de Leo, un lugar sorprendentemente normal. Una cama, muy grande, un armario, bueno una habitación completa en realidad, un escritorio para hacer sus tareas, que viene incluido con una entrada para conectar artículos eléctricos por alguna razón, y un estante para sus premios y trofeos, bueno es una vitrina lo suficientemente grande como para meter a una persona pero no importa.

Al principio pensé que nuestra "reunión" sería en mi casa o en la de Álex, pero al final decidimos hacerla en la de Leo, principalmente por la privacidad que esta ofrece.

Comenzamos con una plática normal como solemos tener al encontrarnos, pero luego de una hora de charlas sin sentido, y algo entretenidas debo admitir, el mayordomo que siempre cuidaba a Leo tocó la puerta de la habitación, trayendo una bandeja con galletas y bebidas para nosotros. Las recibimos con gusto e inmediatamente pasó a retirarse.

En ello, envueltos en la dulce y crujiente textura de las galletas, los temas personales aparecieron.

—Siempre que veo a tu mayordomo se ve con esa expresión de alegría tan genuina, —comentó Álex— parece bastante feliz al cuidar de ti.

—Bueno, Rody siempre ha estado ahí para mí desde que tengo memoria. —respondió Leo sonriendo— Sé que ha estado al lado de mis padres incluso desde antes de que naciera, y si soy sincero, lo quiero como si fuera mi abuelo.

—¿Y qué pasa con el ama de llaves?

—Bueno… Jejeje, ella comenzó a trabajar aquí cuando cumplí cinco años, y es una mujer bastante estricta, pero no me desagrada en lo absoluto, la aprecio mucho, al igual que a todos los que trabajan aquí. Aunque tengo la ligera creencia de que Rody está enamorado de ella, pero bueno, si resulta ser cierto, significa que ella se volverá como mi abuela. Y hablando de eso… —Leo volteó a verme como si tramara algo.

—Oh, claro, es verdad. —asintió Álex con una galleta en mano— ¿Cómo te ha ido con Lily estos últimos días? Al ser el único de los tres con una novia, supongo que sabrás más que nosotros. Ilumínanos, oh gran maestro.

"No te pases…"

—Bueno, —respondí— no sabría que decir en realidad, pero supongo que es… agradable.

—¿Qué clase de respuesta es esa? —preguntaron al unísono con decepción.

—¡No me juzguen, nunca había salido con nadie antes, ¿como esperan que me vuelva un experto de la noche a la mañana?!

—Jejeje, descuida, solo estábamos jugando. —afirmó Álex— Además, sabemos que alguien que tardó tanto tiempo en darse cuenta de lo que sentía, jamás sería un experto. Literalmente fuiste el único que no sabía acerca de los sentimientos de Lily.

—Lo dices como si fuera fácil para ti saberlo. —dije un poco avergonzado— ¿Acaso tú te darías cuenta tan fácilmente si una chica está enamorada de ti?

—Por supuesto, soy una persona bastante perspicaz, y si eso llegase a suceder, lo más probable es que lo note poco tiempo después.

"Si, claro, apuesto a que no sabes acerca de…"

—Por esa razón es que soy consciente de que le gusto a Alicia. —continuó con la mirada fija en el suelo— Aunque prefiero no adentrarme mucho en el tema.

"No es posible… Él lo sabe… en serio lo sabe. ¿Alicia se lo habrá dicho…? No, quizás se haya dado cuenta por sí solo, y en lo que sé, Alicia sigue creyendo que él desconoce sus sentimientos."

—Vaya… No sabía que estabas enterado de ello. —comenté.

—¡¿Tú también?! ¡Oigan, ¿porque soy el único que no lo sabía?! —preguntó Leo.

—¿Desde cuándo lo sabes? —pregunté ignorando a Leo.

—Esa es una larga historia… Pero no se si deba contarla. —respondió.

—¡Oigan ya dejen de ignorarme! ¡Oigan! —continuó reclamando Leo.

 

En ese mismo momento - Habitación de Lily

La hora de la charla sentimental había llegado a las chicas también, y por extraño que parezca, estaban tocando el mismo tema que nosotros.

—Vamos Alicia, cuéntame tu historia de amor, cuéntame, cuéntame. —insistió Lily emocionada.

—Y-Ya dije que es muy vergonzoso… —se negó Alicia sonrojada— No quiero hacerlo…

—Pero solo estamos entre amigas, los chicos nunca sabrán lo que hablamos aquí. Además, Érika también quiere saber.

—Yo no he dicho nada… —comentó Érika.



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En el texto hay: drama, romance y humor, aventura y amistad

Editado: 13.10.2022

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