La fiesta de Halloween estaba volviéndose un completo éxito, pero su final fue realmente horrible.
Por más que perseguimos a Alicia, no fuimos capaces de hallarla, y se ocultó de tal forma que Leo no pudo alcanzarla. Pero eso ya pasó.
Alicia no ha vuelto a la escuela desde hace una semana, todos estamos preocupados, y Lily se culpa a sí misma por haber propuesto ese juego.
Álex no es la excepción, él sí está asistiendo a clases, pero siempre encuentra la forma de evitarnos, aunque Érika asegura que una vez lo vio escondido mientras lloraba.
Nadie quiere asistir al club, ni siquiera Lily, pero Érika sigue ayudando a Leo con sus estudios, al igual que yo lo hago con Lily.
Decidí tomarnos un día libre de estudios para tranquilizar nuestra mente.
Estamos en la sala de mi casa, yo sentado en el sillón, y Lily sentada a mi lado apoyando su cabeza sobre mi hombro mientras acaricia a Fiera.
—Timy… ¿Algún día volveremos a ver a Alicia…? —preguntó con una voz temblorosa.
—No lo sé. —respondí mirando al techo— Ni siquiera sabemos si está en su casa, o donde vive. Quizás Álex sí lo sepa, pero dudo que quiera decírnoslo.
—¿Ella tendrá razón…? ¿Álex la odiará por preguntarle eso?
—Lo dudo. De hecho, Álex es bastante listo, a él no se le escaparía un dato como ese solo porque sí. Yo pienso que tarde o temprano él iba a decírnoslo, y pensó que ese era el momento perfecto, pero supongo que no imaginó que Alicia reaccionaría así. Yo imaginé que se disculparía de forma excesiva, pero no consideré que huiría.
—Timy… Tú no tienes algún secreto grande que ocultar, ¿cierto…?
—No realmente. —respondí rascándome la cabeza— Quizás que me están empezando a gustar las películas románticas por culpa tuya, pero nada más grande que eso.
—Necesitamos arreglar esto… *snif* Quiero ver a mis amigos juntos otra vez…
Lily se puso a llorar sobre mi hombro, pese a sus intentos por contener las lágrimas. Yo me giré para verla, sin poder abrir la boca para decir algo.
"No llores, por favor… No me gusta verte así, lo odio, detesto verte sufrir desde lo más profundo de mi ser. Quiero hacer algo… quiero que sonrías como siempre. Quiero verte disfrutar de unas galletitas mientras ves una película. Quiero oírte decir esos comentarios que me hacen sonrojar, aunque me incomode. Sonríe, por favor…"
Comencé a enojarme, una ira incontrolable empezó a recorrer todo mi cuerpo, pero no estaba enojado con Lily, tampoco con la situación. Todo ese odio, toda esa ira que estaba naciendo desde mi corazón, era hacia mi mismo. Estaba enojado conmigo por no sentirme capaz de hacer algo para calmar el llanto de Lily.
Cerré mis puños con fuerza, y procedí a levantarme del sillón caminando inmediatamente hacia el teléfono fijo de la cocina, marcando el número de la casa de Leo que su mayordomo me dio para estar en contacto ante cualquier emergencia.
—Timy, ¿qué estás haciendo…? —preguntó Lily desde la sala.
No le respondí, esperando a que alguien contestara el teléfono.
—Residencia de la familia Kitan, habla Marcus Rodrigues, ¿con quien tengo el gusto?
"Es Rody…"
—Soy yo, Tomas. ¿Está Leo en casa?
—Oh, joven Tomas, que gusto escucharlo. De hecho sí, el joven Leo se encuentra en su habitación, le avisaré que lo está buscando, deme un momento por favor.
Lily se acercó con Fiera entre sus brazos.
—Timy, dime qué estás planeando…
Volví a permanecer en silencio. Hasta que…
—Hola, ¿qué sucede hermano?
—Leo, necesito tu ayuda.
—Oh, vaya, se escucha como algo serio. Pero muy bien, dime, ¿a quien hay que golpear? —preguntó enérgico.
—No es nada de eso. Solo escuchame. ¿Quieres participar en una cacería?
—¡Oh, ¿qué vamos a cazar?! —preguntó aún más emocionado.
—Un mago. —respondí soltando una pequeña risa— Necesito que hables con el chofer que llevó a Álex a su casa el día de tu cumpleaños, en este momento, él debe ser el único que sabe donde vive.
—Hermano, ¿qué estás planeando hacer?
—Todavía no lo sé. —respondí mirando de reojo a Lily— Pero tengo mis motivos para hacer algo en lugar de quedarme sentado.
—Hm… Entiendo. Es por Lily ¿cierto?
—¡Eso no importa ahora! Escucha, ¿nos ayudas?
—¡¡Claro que siiii!! Enseguida buscaré a ese tipo. Por cierto, ¿Érika puede venir?
—No veo ningún problema con ello, ¿pero por qué lo preguntas? —pregunté confundido.
—Ella está aquí conmigo. Estaba deprimida al igual que Lily, así que la invité a la biblioteca de mi mamá para ver si se animaba, justo ahora ya está más tranquila.
"Hm… algo de apoyo intelectual no me vendría nada mal."
—Claro, dile que se una si eso quiere.
—¡Perfecto! ¡Buscaré a ese tipo e iremos a tu casa, espérenme ahí!
*biip*
"Bien. Con eso debe bastar por ahora."
—Timy, ¿qué estás tratando de hacer? —preguntó Lily detrás de mí.
—Voy a hacer que Alicia y Álex resuelvan las cosas. —respondí sin voltear a verla— Así tenga que usar la fuerza para conseguirlo. No estoy seguro de que Álex sienta lo mismo que ella, y aún me preocupa su idea de rechazarla inmediatamente, pero si ese es el resultado final, debemos hacer que suceda. Esa es la única forma de que todos podamos continuar con nuestras vidas.
—Pero si la rechaza… lastimaría a Alicia.
—Eso es mejor a dejar que viva con falsas esperanzas para siempre.
—...
—Escucha. No siempre la persona de la que nos enamoramos llega a sentir lo mismo, la vida real no suele ser tan sencilla. Hay trampas, obstáculos, desafíos, enemigos, pero siempre hay una meta, ya sea con un premio al final, o solo el simple mérito de haber llegado. Si nos rehusamos a avanzar nos quedamos atrapados en esos obstáculos, pero si hacemos que las cosas sucedan, tal vez consigamos un premio al llegar a la meta, quizás no el esperado, quizás solo sea el mérito de haber llegado hasta el final, pero algo vamos a conseguir.