—¡¡Timy, quiero pedir un deseo!!
Muy bien, creo que debo explicar lo que sucede.
La noche anterior dijeron por la televisión que se podrían apreciar estrellas fugaces en el cielo, a mi no me llamó mucho la atención teniendo en cuenta que no creo en las historias de que cumplen deseos. Pero lamentablemente, hay cierta persona que sí cree en eso, y ahora está obsesionada con la idea de pedir uno.
Y lo peor de todo es que tanto sus padres como los míos la apoyan, dejándome solo en las votaciones una vez más.
En fin, de nada sirve quejarse, cuando algo se le mete en la cabeza no hay nadie quien se lo quite.
Para este día hemos preparado un viaje hacia el parque más grande de la ciudad, que está cerca de la biblioteca, pero no somos los únicos. Muchas familias han decidido hacer lo mismo, organizando un campamento masivo en el lugar para esta noche, todos con la esperanza de ver aquel espectáculo astronómico.
Apenas son las tres de la tarde, y Lily ya está saltando de la emoción. Estamos en la sala de su casa, mis padres están trabajando, pero ya tienen todo listo para esta noche y prometieron llegar temprano para irnos todos en familia. Los padres de Lily están terminando de organizar sus asuntos también, y mientras tanto, me pidieron que vigilara a su hija.
—Si, si, ya sé que estás emocionada, pero trata de calmarte un poco. —respondí intentando calmarla.
—¡¿Cómo quieres que me calme cuando podré pedir un deseo?! ¡Esto es lo mejor del mundo!
"Lo mismo dijo de las galletitas y las películas románticas."
—Escucha, no quiero ser pesimista ni nada de eso, pero es solo un espectáculo de estrellas fugaces, si en verdad planeas pedir un deseo y al final no se te cumple, solo te dejaré en claro que yo te lo advertí.
—Tú en verdad no crees en la magia ¿cierto?
—No realmente, ya que sin importar que tan famoso sea el mago, siempre hay una explicación para el truco.
—No todo en el mundo tiene una explicación. —afirmó mientras pensaba— Por ejemplo… los arcoíris, si, eso.
—Puedo crearte uno con agua y luz del sol, no me vas a sorprender con eso. —respondí con una pequeña risa.
—Mm… ¿Qué me dices de los fantasmas? ¡Haber, explica eso!
—Es más que evidente que esas cosas no existen, y si me vas a mencionar los ruidos extraños en las casas abandonadas, de una vez te diré que todas las casas viejas hacen ruidos.
—Pero… Mm… ¡Te reto a explicar a los extraterrestres!
—Ja, pura ciencia ficción. Además, si ellos en verdad existieran ya no estarían viniendo aquí, su tecnología sería lo suficientemente avanzada como para considerarnos obsoletos, y por lo tanto, aburridos.
—Hm… —Lily comenzó a pensar en un plan— Entonces supongo que tampoco crees en las vitaminas.
—¿Qué? Oye, no, las vitaminas son reales. —la corregí.
—Pero no puedes verlas. Deberían ser igual de falsas que el aire.
—El aire también existe.
—¡Pero tampoco puedes verlo!
—Por favor, que no lo puedas ver no significa que no exista.
—Jiji, me acabas de dar la razón en todo.
"Rayos, solo jugaba conmigo. ¿Cómo fue que caí en algo tan simple?"
Lily de pronto se acercó hacia mí, se acercó demasiado de hecho, dejando no más de cinco centímetros entre nosotros.
—Timy, si pudieras pedir un deseo, ¿cuál sería?
—¿Cuál…? En verdad no lo sé. Aunque es una muy buena pregunta. —respondí tratando de ignorar lo cerca que estaba.
—¿Sabes lo que yo pediría? —preguntó con una sonrisa y las mejillas un poco ruborizadas— Algún día poder estar más cerca que esto, y no sentirme nerviosa en el acto. O quizás estar nerviosa sea algo bueno, ya que demuestra lo mucho que me preocupa lo que sentirás al tenerme tan cerca de ti. ¿Cómo te sientes ahora?
"Siento que podría abrazarte ahora si no me contengo"
—No sé cómo explicar esto… —respondí claramente nervioso.
—Jiji, también te puse nervioso. ¿Sabes qué me gustaría ahora? Un abrazo. ¿Puedo, verdad? —preguntó mirándome a los ojos provocando que me sonrojara todavía más.
Evitando decir alguna palabra, levanté ambos brazos con un poco de dificultad, y procedí a envolverla con ellos, acercándola aún mas a mí. Ella hizo lo mismo, cerrando sus ojos por unos segundos como si quisiera disfrutar el momento.
"Yo también quiero acercarme más, ¿pero cómo superar la vergüenza al intentarlo? ¿Es algo fácil de hacer, o soy yo el que hace el problema más grande de lo usual? Ya casi no me avergüenza tomar tu mano en público, así que… supongo que todo es cuestión de tiempo. Solo espero no ser tan lento que acabes por aburrirte de mí. A veces quiero tomar la iniciativa, en verdad lo intento, pero siempre hay algo que me detiene. Te ruego que seas paciente. Eres la primera chica que me ha gustado en toda mi vida, y no te quiero perder."
—Timy, tu corazón late muy rápido.
—Si, y el tuyo también. Puedo sentirlo con claridad.
—Yo… no tengo mucha experiencia en el amor, nunca había tenido la oportunidad para aprender. Pero… Si me tardo mucho en hacer algo, ¿te aburrirás de mí?
—Jeje, pensé que el aburrido era yo. Pero si tú estás dispuesta a esperarme, entonces yo también te esperaré.
Ella asintió alejándose un poco, pero la detuve.
—¿Podemos… quedarnos así, un poco más? —pregunté.
—Siempre que quieras. —respondió abrazándome con más fuerza que antes.
Cansados de estar de pie decidimos sentarnos en el sillón, pero continuamos con nuestro abrazo por mucho tiempo pese a haber dicho "solo un poco más".
De un momento a otro comencé a sentir como mis ojos se cerraban con lentitud, mis párpados se sentían cada vez más pesados, y estando a punto de cerrarlos por completo, vi caer frente a mi un objeto blanco y largo que se balanceaba de un lado a otro mientras descendía.
"¿Una… pluma…?"
………
……
…
Pasaron tres horas antes de que me diera cuenta, y yo aparecí acostado de espaldas en el sillón, al parecer me había quedado dormido, pero no fui el único. Lily estaba dormida conmigo, recostada sobre mi pecho con un rostro de absoluta tranquilidad. Pensé por un momento en despertarla, pero algo en mí me obligó a detenerme, quizás sea la culpa por haberla hecho dormir en un sillón, no lo sé, pero lo que sí sé, es que no podría aburrirme nunca de verla tan tranquila estando tan cerca de mi. Sin poder resistirme por más tiempo, decidí quedarme en donde estaba hasta que ella se despertase de manera natural, mientras que yo aprovechaba para acariciar su cabello sintiendo su increíble suavidad bajo mi palma.