Muy buenos días a todos. Permítanme presentarme, mi nombre es Marcus Rodrigues, pero pueden llamarle Rody si así lo prefieren.
¿Por qué Rody, preguntan? De hecho eso es muy interesante.
El día en que comencé a trabajar para el señor Leonard, fue uno de los que recordaré por el resto de mi vida. Por la diferencia en nuestras edades, fácilmente podría ocupar el lugar de su padre, pero la relación del señor Leonard con sus padres biológicos no es algo que muchos llamarían "amistosa".
Recuerdo aquel día como si fuera ayer, el primer día en que comencé a trabajar, fue también el primer día en que vi a un hombre derribar un muro de concreto con las manos. El señor Leonard insistió en que esa pared no le gustaba, y tomó la decisión de derribarla y así expandir el espacio de la sala de estar, pero jamás hubiera imaginado que en lugar de llamar a un arquitecto o algún otro especialista, lo haría el mismo.
La genética de los Kitan es simplemente inhumana, o al menos esa es mi opinión. Ese no fue el único incidente de ese primer día.
El señor Leonard se puso a mirar cada habitación de su residencia, quería remodelar el lugar, sobre todo porque me había comentado que su pareja vendría muy pronto a vivir con él. Resultó ser que aquella residencia acababa de ser adquirida por el señor Leonard, apenas unos días antes de mi llegada, y que mi contratación fue principalmente para darle mi opinión sobre la casa.
"¿No pudo llamar a un decorador de interiores?" pensé en ese momento. Pero me abstuve de dar mi opinión.
Respondí a todas las preguntas que pude, y le ofrecí unos cuantos consejos a tomar en cuenta si realmente planeaba vivir con su pareja. Aunque después de todo, no estoy seguro si realmente me estuvo escuchando.
El día continuó con partes de la casa siendo destruidas, muebles siendo movidos, y muchos de mis reclamos por toda la destrucción que estaba ocasionando.
"Si lo dejo hacer lo que quiere, solo provocará que toda la residencia caiga sobre él" pensé en aquel momento.
En fin, al finalizar el día, el señor Leonard no tuvo mejor idea que ponerse a leer. Llegué a considerar que se trataba de otro joven riquillo descerebrado, uno más del montón, pero resultó ser todo un prodigio; no solo físicamente hablando, sino también en lo intelectual.
Conocer su historia fue muy interesante. No muchos pueden lograr lo mismo que él.
Tuvo que vivir solo y aprender a mantenerse, ganar su propio dinero, conseguir comida sobre su mesa, mantenerse sano, entrenar su cuerpo, y todo eso sin dejar de ir a la escuela ni un solo día.
Su primer dinero propio lo consiguió a los trece, ganado merecidamente por entregar a un ladrón peligroso que andaba por las calles, cuya recompensa no era pequeña en lo absoluto. Un día estaba yendo a la escuela, y vio como apuntaron con un arma a su compañero de clase, e inmediatamente decidió intervenir.
No es necesario mencionar que aquel criminal recibió una golpiza.
Tuvo que vivir en un departamento, y por supuesto, pagar una renta mensual. Pero el señor Leonard no era un tonto, él era perfectamente consciente de que aquella recomensa solo duraría un corto perdiodo de tiempo, y tomó la decisión de hacerlo crecer.
Mencionó que desde muy pequeño había mostrado un gran interés en la ciencia y la tecnología, y estudió todo lo que pudo por su cuenta. Su padre no lo veía como algo importante y siempre buscaba una forma de que dejase esas "tonterías", como él les decía, pero el señor Leonard no lo dejó, solo fingió dejarlo.
Solo seis meses después de ello, había aprendido a administrar muy bien su dinero. Y acudiendo a la biblioteca pública, decidió reforzar lo que él ya sabía, y expandió su gran cerebro a nuevas áreas también.
En esos seis meses estudió y trabajó al mismo tiempo. Arregló autos, aparatos electrónicos, realizó trabajos de plomería, eléctricos, de albañilería, y aprendió a manejar maquinaria pesada, pero eso era solo el comienzo.
Continuó pasando el tiempo, y el progreso de aquel joven era algo realmente sorprendente; de haberlo conocido antes, me habría encantado apreciar su progreso.
Todo continuó igual hasta que cumplió los quince años de edad. Apenas iba a ingresar a la preparatoria, y a la mitad de su primer año ocurrió lo impensable para algunos.
El señor Leonard fue adelantado a el último año de preparatoria, con calificaciones muy superiores a los pertenecientes a ese grado, pero pese a estar con personas mayores, nunca se sintió intimidado por nadie. Acabó la preparatoria a los dieciséis, e inmediatamente viajó al extranjero para continuar con sus estudios.
Más de uno quedaron sorprendidos por la capacidad de este joven, y por eso le ofrecieron una beca universitaria completa, con la esperanza de traerlo para su lado, y este lo vio como una buena oportunidad.
A los tres meses de haber empezado sus estudios universitarios, tuvo un encuentro casi predestinado con una jovencita de su edad, la cual lo acabó arrollando con su bicicleta.
Resulta que a aquella chica la estaban buscando por una deuda de sus padres, los cuales un día simplemente se fueron, y dejaron a su hija cargando con todo. Algo realmente detestable. Pero si hay algo que caracteriza al señor Leonard, es su extraña capacidad para meterse en problemas ajenos.
Este no lo dudó ni un solo segundo, e inmediatamente fue a buscar a esos cobradores; pero no crean que pagó la deuda de la chica, lo que hizo fue usar el cerebro, logró armar todo un espectáculo público en el que logró inculpar a esos hombres de extorsión, fraude, y agresión a dos menores de edad.
Aquella jovencita pensó que nadie le haría caso, pero el señor Leomard era consciente de que la universidad en la que estudiaba, no se quedaría de brazos cruzados al ver que uno de sus alumnos estrella, estaba siendo atacado. Recibió un muy gran apoyo legal de parte de aquella institución, y por petición personal, también respaldaron a la chica.