Capítulo 7: El festival navideño parte 2

Es extraño lo que acaba de suceder.

Nunca, y lo digo enserio, nunca me hubiera imaginado haciendo las paces con Emilia, y mucho menos volviéndonos amigos, pero así fue como sucedió.

Pasaron varias cosas, pero al final, ambos decidimos ir a ver la obra de teatro que la escuela estuvo preparando.

Al parecer, se trataba de un proyecto que el club de teatro lleva elaborando desde hace mucho, y todos sabían de ello.

Bueno, todos menos yo.

"Creo que debo prestar más atención a lo que me rodea."

La obra a la que nos dirigimos se llevará a cabo en el gimnasio de la escuela, la cual estaba fija a empezar a las 5 de la tarde, y teniendo en cuenta que eran aproximadamente 4:50 pm, ya estábamos atrasados.

Teniendo la hora de inicio sobre nuestros hombros, no nos quedó más opción que correr.

Una vez que llegamos, las luces del gimnasio se apagaron, indicando que la obra estaba próxima a empezar, por esa razón Emilia y yo nos ubicamos en el primer par de asientos disponibles que logramos encontrar.

Nuestros asientos se encontraban justo en el centro de todo, y si tuviera que dar un número, diría que habían alrededor de doscientos cincuenta asientos.

Todos estaban ocupados, ya sea por estudiantes o por personas ajenas a la escuela como los padres de familia, amigos, entre muchos otros.

Pero también había personas alrededor, las cuales aunque no tengan un asiento, quieren disfrutar de la obra. En resumen, el gimnasio estaba repleto a más no poder, un récord de audiencia según me contaron.

Las luces del escenario se encendieron, y todos los padres de familia comenzaron a filmar ya sea con sus teléfonos, o con cámaras profesionales.

—¿De qué trata la obra? —pregunté en voz baja.

—Trata de…

Dos voces distintas me respondieron a la vez, una a cada lado, antes de detenerse de golpe al ver que alguien más respondía.

No se me ocurrió otra idea que mirar a ambos lados para ver a las personas que me respondieron, solo para llevarme una enorme sorpresa.

A mi izquierda estaba obviamente Emilia, pero a la derecha, la otra persona que respondió era nada más y nada menos que Lily.

La miré con total asombro antes de notar otro detalle importante. Al lado de Lily estaban sentados Álex y Alicia respectivamente, saludándome de forma casual.

—¿Q-Qué hacen aquí? —pregunté sin poder ocultar mi asombro.

—Vinimos a ver una obra de teatro, obviamente. —respondió Álex en voz baja.

—Hola. —Alicia me saludó con toda la frialdad del mundo.

—Álex y yo ayudamos a los que actúan en esta obra. —respondió Lily antes de fijarse en Emilia— Timy, ¿qué hace ella aquí?

—Lo mismo podría preguntar. —dijo Emilia mirando a Lily con total frialdad.

"¿En dónde me fui a meter?"

Yo simplemente comencé a lamentarme por estar en medio del fuego cruzado.

—¿Podrían guardar silencio, por favor? —preguntó una voz ligera y dulce desde el lado izquierdo.

Emilia y yo nos giramos para ver en esa dirección, encontrando a Rin y Marco respectivamente sentados lado a lado.

—Es decepcionante ver que ya nadie respeta el teatro. —se quejó Marco a regañadientes.

"¿Ellos también?"

—Genial, —me reí internamente— supongo que los últimos que faltan son…

—¡SHHHH…! —me silenciaron desde atrás— ¿Podrían dejar de hablar tanto? A Érika enserio le gusta el teatro, y me voy a enojar mucho si se lo arruinan.

Miré hacia atrás, solo para ver a Leo y Érika sentados justo detrás de mí.

Leo nos miró a todos como si esperara a otro que se atreviera a hacer ruido, mientras que Érika nos saludó con la mano de manera silenciosa.

Regresando a la realidad del asunto, Lily y Emilia continuaban viéndose entre sí con total frialdad, casi como si ignoraran el hecho de que yo estaba en medio.

Entonces, Emilia atacó primero.

—Mi amigo. —dijo Emilia aferrándose a mi brazo izquierdo.

Y por supuesto, Lily no se quedó atrás.

—Mi novio. —respondió Lily haciendo lo mismo.

Ambas se miraron a los ojos, y aunque soy consciente de que no era real, casi me pude imaginar chispas saliendo de un pequeño rayo entre ellas.

Me giré en todas las direcciones buscando a alguien que me ayudara a salir de este lío, pero todos mis "amigos" fingieron no verme y se concentraron en el escenario.

Los otros miembros del consejo hicieron lo mismo.

En un principio Rin y Alicia quisieron detener a sus respectivas mejores amigas, pero tanto Emilia como Lily las miraron con frialdad como si dijeran "No te metas", y desistieron.

De esa forma, aunque con total incomodidad para mí, la función comenzó.

………

……

…

La obra consistía en una historia donde la navidad se ve arruinada por la desaparición repentina de Santa.

Los duendes no saben qué hacer, y el tiempo casi se les termina.

Pero en medio de todo el caos, una chica aparece. Una humana que se compromete a buscar a Santa, y jura devolverlo al trabajo.

Aquella chica se vuelve la única esperanza para la navidad, y empieza su larga búsqueda.

La heroína se enfrenta a tormentas de nieve, animales salvajes y ladrones, pero aun así, no consigue hallar a Santa.

Ella no podía evitar pensar en la razón de la desaparición de Santa, sobre todo estando tan cerca de la navidad, y ahí fue cuando lo vio.

Aquel hombre de complexión ancha y vestimenta roja, cuya barba blanca se mece con las corrientes de aire nevadas, no era otro que Santa.

La heroína corrió hacia él, llamándolo una y otra vez para obtener su atención, pero este parecía no escucharla.

Una vez que ella estuvo a su lado, pudo ver una expresión de paz en él, una expresión que alguien con el horario tan ocupado y atareado como él jamás mostraría tan fácilmente.

—¿Qué haces aquí, jovencita? —preguntó Santa sin voltear a verla— Este no es un lugar para personas como tú.

—¿Persona como yo? —preguntó la heroína.