¡¡¿Por qué la vida tiene que ser tan crueeeeeeeeeeeeel?!!
¿Saben lo que es anhelar una vida pacífica, y recibir un drama de telenovela en su lugar?
No recuerdo lo que hicimos la noche de navidad, lo acepto, pero jamás me hubiera imaginado que acabaríamos "así".
Cuando nos despertamos, me llevé la sorpresa de que los tíos de Emilia estaban en mi casa, y en lugar de darnos los buenos días, lo primero que hicieron fue darnos la orden de limpiar toda la sala.
Parecía que un tornado hubiera pasado por en medio.
Nosotros lo limpiamos todo sabiendo que no nos darían otra opción, y luego de eso desayunamos los nueve juntos.
Pese a todo ello, hay cosas que nunca seremos capaces de explicar.
¿Por qué teníamos pintura verde en la cara?
¿Por qué Lily estaba abrazando esa maceta?
¿Por qué los zapatos de Emilia estaban sobre la repisa con ese letrero?
Nunca hallamos una respuesta.
Pensamos que todo había sido una discusión demasiado fuerte que dio paso a una "pseudo fiesta", y que luego nos quedamos dormidos por el cansancio. Ojalá hubiera terminado allí.
Al poco tiempo de haber terminado nuestro desayuno en masa, los padres de Lily volvieron a casa junto a ella, y los tíos de Emilia hicieron lo mismo.
Mis padres no tardaron más de cinco segundos después de eso en mostrar unas fotografías que tomaron mientras dormíamos.
En ellas se ve a nosotros profundamente dormidos, a Lily sobre mis piernas, mientras abrazo a Emilia por la derecha.
Mi mamá no aguantó las ganas de molestarme, y lanzó una de sus bromas con una sonrisa pícara.
—Ufufu, que insaciable me saliste hijo, con las dos.
—¡¡Eso no fue lo que pasó!! —me quejé pese a saber que era en vano.
—Ya, ya, tranquilo, a mí no me importaría tener dos nueras.
—¡¡Nunca las tendrás!!
En fin, eso fue lo que pasó, y un par de horas después me enteré que a Lily y Emilia les hicieron lo mismo en sus casas.
Lily se molestó conmigo por abrazar a Emilia en lugar de a ella, y Emilia también se molestó conmigo por "sacar provecho" y abrazarla. Las dos se enojaron conmigo.
Aunque yo también tenía el derecho de enojarme con ellas, ya que de no haber sido por sus riñas, nada hubiera acabado como acabó.
Al final conversamos un poco y entendimos que fue culpa de todos, por lo que decidimos establecer nuevamente la paz.
Después de eso, no volví a encontrarme con Emilia, pero según me ha contado Álex, ella suele quedarse en casa estos últimos días del año preparándose para el siguiente.
Toda una estudiante modelo, debo admitir.
Los días transcurrieron con relativa normalidad después de noche buena, aunque me enteré que mi madre se hizo muy buena amiga de la tía de Emilia, y que hablan por teléfono todos los días sin falta.
Espero que no signifiquen problemas futuros.
De esa forma, y con ese temor en mente, es como llegó el día treinta y uno de diciembre, siendo así la víspera de año nuevo.
Todos tenían sus propios planes para esta fecha, y aquí es donde empieza la historia.
10 PM - Hogar de la familia Okore
En la casa de los Okore, la familia de Alicia, están terminando con los preparativos para su cena de año nuevo.
Este año contarán con la compañía de Álex y su familia. Ambas familias se llevan muy bien actualmente, así que no hubo problemas en organizar este encuentro.
Sus invitados estaban a pocos minutos de llegar, y todos estaban en paz. Bueno, todos excepto Alicia.
Ella quería pasar la navidad junto a su querido Álex, pero debido a motivos familiares tuvieron que hacer un viaje largo para pasar la navidad junto a sus tíos y primos.
Álex no se molestó ni nada de eso, al contrario, él hizo una videollamada para poder saludar a Alicia en Nochebuena, y disfrutar de abrir sus regalos, pero eso no evitó que Alicia se deprimiera.
Esta vez sería diferente, ya que Alicia estaba dispuesta, después de agarrar todo su valor obtenido durante todo este año, y hacer un cambio en su vida.
Ella bajó por las escaleras de su casa, quedando a la vista de sus padres quienes la veían totalmente boquiabiertos.
¿Y porqué no lo harían? Alicia había dejado su aspecto sombrío a un lado, mostrándole al resto del mundo a la Alicia real y sin máscaras.
Ella se había recogido el cabello con un broche, mostrando su rostro al completo en lugar de ocultarlo.
Dejó de lado su estilo habitual de blanco y negro, usando prendas de otros colores que su madre le había regalado por años con la esperanza de que algún día las usara, y ese día era hoy.
Llevaba una cafarena celeste, un pantalón jean azul, e inclusive se puso un par de zapatillas en lugar de el par de zapatos de siempre.
Sus padres no podían creerlo, pero su madre fue la primera en salir de su asombro.
—¡E-Estás preciosa hija mía!
El padre no pudo hacer nada más que asentir de acuerdo.
Alicia se sentía ligeramente avergonzada al dejarse ver de esta forma, pero igualmente continuó su camino deteniéndose enfrente de sus padres.
—¿E-En verdad me veo bien…? ¿No me veo extraña?
Su mamá, en un intento de permanecer seria, acabó volviendo todo más incómodo.
—Si Álex no nos pide tu mano luego de verte, te juro que empezaré a creer que es gay.
—¡¡Mamá, ni se te ocurra decir eso frente a él!!
*ding-dong*
Entonces los invitados llegaron.
La madre de Alicia hizo que su hija se ocultase en la escalera, mientras que el padre iba a abrir la puerta.
El motivo para ocultarse era obvio, ella quería sorprender a su yerno con la "Alicia New Version", y no planeaba desperdiciar esta oportunidad.
Los invitados entraron, saludaron al padre, y procedieron a sentarse en la sala, pero de inmediato algo llamó la atención de todos.
¿Dónde están Alicia y su mamá?
Álex y sus padres se quedaron sentados a esperarlas, pero Lía, dejándose llevar por su poderosa curiosidad, decidió investigar.