Prólogo del segundo año

Mi primer año en la preparatoria ha terminado de manera oficial, al igual que el de todos mis amigos.

Han pasado tantas cosas en tan poco tiempo que no soy capaz de enumerarlas todas, pero al menos hago un esfuerzo por narrar las más importantes y divertidas.

En este segundo año sin lugar a dudas nos aguardan cientos de nuevas aventuras y experiencias, bajo la promesa de marcar nuestras vidas para siempre, y estoy seguro de que así será.

Mi nombre es Tomas Jam, y al lado de mi familia, amigos, y mi novia Lily, estoy por adentrarme a un nuevo escenario por enfrentar.

Este segundo año tiene algunos momentos espinosos, pero también contiene momentos de júbilo y satisfacción, sobre todo para aquellos que buscaban una forma de alejarse de sus vidas problemáticas, en pos de buscar un mejor futuro, o simplemente un lugar en el que puedan sentirse apreciados.

Hay amistades a las que habrá que decirles “Hasta la próxima”, mientras que otras aparecen para agregar un nuevo granito de arena a nuestras vidas. Sin embargo, solo se va aquel que es olvidado, y mientras que nunca los olvides, esas amistades siempre estarán ahí para ti.

El pasado va a golpear el corazón de muchos, incluyéndome, ya que al momento de querer avanzar, se vuelve imposible no echar un vistazo hacia el camino donde nuestras huellas dejaron su marca.

El consejo estudiantil sufrirá un cambio bastante drástico, donde se pondrá a prueba la capacidad e inteligencia de Emilia, lo que la llevará a recurrir a técnicas y trucos que no le son agradables.

En fin, me parece que es mejor dejar que la historia se desarrolle por su cuenta. Y sin nada más por agregar, sean todos bienvenidos, a “Primero loco que cuerdo: Segundo año”.