Primero loco que cuerdo Vol.7

Capítulo 5: Animales domésticos

¿Les ha pasado alguna vez, que están durmiendo plácidamente, hasta que un ruido extraño los despierta?

Bueno, sí, aquello puede sonar como algo normal que le puede suceder a todo el mundo, pero la diferencia radica en el tipo de sonido que te despierta.

En mi caso es….

—¡¡MUUUUUUUUU!!

Ahora entienden de lo que hablo.

Abrí los ojos por puro impulso, sin la necesidad de moverme en lo absoluto, cuando lo primero que pude ver, fue el rostro de una vaca, mirándome fijamente.

Yo estaba en mi habitación, en un segundo piso, además de tener la costumbre de dejar la puerta cerrada por dentro cuando me voy a dormir. ¡¡¿Entonces, cómo demonios se metió una vaca?!!

Es más, ¡¡¿de dónde salió este animal?!!

Fue entonces cuando escuché el sonido furioso de un gato. Se trataba de Fiera, quien yacía sobre mi armario, gruñendo en dirección a la vaca, como si esta le causará terror. Y no la culpo, este animal es casi veinte veces su tamaño.

Sin embargo, lo más sorprendente de todo no fueron los animales, sino lo que yacía justo a mi lado.

La mano de alguien se enrollo a mi alrededor, como si fuera lo más natural del mundo, procediendo a hablarme.

—Timy… no hagas tanto ruido…. Tus padres se van a dar cuenta si lo haces….

“¡¡¿Qué haces tú aquí?!!”

¡¡Lily no estaba aquí cuando me acosté para dormir!! Pero si contamos con su extraña presencia, puedo suponer que ella tiene algo que ver en todo esto.

Queriendo mostrar mi disgusto, procedí a pellizcar una de las mejillas de Lily, lo que hizo que esta se despertara de inmediato.

—¡¡Kyaaa, Timy, eso duele!! ¡¡¿Quién pellizca a su linda novia para despertarla?!! ¡¡Tendrías que haberme dado un beso, o hacerlo con una linda sorpresa, así es como funciona!!

—Lily.

—¡¡No voy a escuchar!!

—¿Y la vaca?

—¿...?

Lily finalmente se despertó del todo, poniendo una cara confundida como si no pudiera entender de lo que hablo.

—¿Vaca? ¿Qué vaca?

—Esta —respondí, señalando a la vaca que yacía a un lado de la cama, mirándonos.

Pensé que Lily se iba a asustar o algo parecido, pero debí suponer que sus reacciones no seguirían la lógica.

—¡¡Sí, desayuno en la cama!!

—¡¡No es eso!! —respondí exaltado—. ¿Acaso no ves el problema? ¡¡Hay una “vaca” en mi habitación!!

—Y un mono en la repisa.

—¿Un qué…?

Cuando me giré en la dirección que señalaba ella, fui capaz de ver a un mono sentado sobre mi repisa, fingiendo que leía un libro.

“¿Cómo es que…?”

Entonces se empezaron a oír unos rasguños por debajo de mi cama, haciendo que Lily y yo nos asomemos para revisar el origen.

Pero justo cuando dimos un vistazo, un rostro pequeño y peludo nos sorprendió. Un castor.

“Esto ya es el colmo…”

Intenté bajar de mi cama para tratar de averiguar lo que sucedió, pero Lily acabó siendo más rápida que yo, y se lanzó a abrazar al pequeño castor.

—¡¡Es tan lindo, gordito y peludo!! ¡¡Timy, ¿puedo quedármelo?!!

—Ni en tus sueños.

—¡¡¿Por qué?!!

—¿Siquiera sabes que animal es?

—Es… —Lily observó al pequeño castor con curiosidad, tratando de descubrir lo que era—. ¿Un perro con dientes grandes?

—No estás ni cerca… —suspiré con exasperación, antes de obligarla a soltar al animal—. Ese de ahí es un castor, y es un peligro tenerlo en una casa, sobre todo si tienes objetos de madera.

—¿Por qué? —preguntó ella, viéndose confundida—. ¿Le dan miedo los árboles?

—Ellos la destrozan con sus dientes para fabricar sus casas con ella, pero eso no es lo importante. ¡¿Cómo demonios se metieron estos animales a mi habitación?! ¡¿Y qué haces tú aquí, Lily?! ¡¿No estabas en tu casa anoche?!

—Bueno…. La cosa es que….

………

……

La noche anterior, Lily se enteró que su padre se iría de la ciudad por unos cuantos días, y en cuanto este se fue, la madre de Lily se acercó a ella con una sonrisa traviesa.

—¿No te gustaría divertirte esta noche?

—¡Sí! —respondió Lily, totalmente emocionada—. ¿Qué vamos a hacer?

—Yo veré una ronda de películas totalmente cuestionables y no aptas para menores en mi habitación, con la puerta cerrada y el volumen muy alto, por lo que sería muy incómodo que tú estuvieras en casa. ¿Te gustaría pasar la noche en casa de Tomas? Te daré mi permiso para que se pongan cariñosos, ufufu.

Lily no fue capaz de comprender el “tipo de películas” que iba a ver su madre, pero eso no era importante para ella, ya que lo único que le importó, fue saber que podía pasar la noche en casa de Tomas, y con eso ya era suficiente.

En cuanto salió de casa, la puerta se cerró y escuchó a su madre gritar.

—¡¡Oh, sí, hoy vamos a probar mi juguete nuevo!! ¡¡Mamá necesitaba sus cuatro velocidades!!

—¿Eh? —se preguntó Lily, ya estando fuera de casa—. ¿Habrá comprado un auto? ¡Luego le voy a pedir que me lo preste!

*Nota: Ay, la inocencia.*

Luego caminó hacia la casa de Tomas, y fue recibida por la madre de este, quien se veía agotada, con plumas de colores adornando su cabeza.

—Oh, Lily, ¿qué haces aquí a esta hora?

—Vine a dormir con Timy, mi mamá me dio permiso porque quería ver películas sola.

—Oh, qué audaz, ufufu —sonrió la madre de Tomas, queriendo unirse a esta travesura—. Recuerda que mi hijo siempre cierra su puerta por dentro. ¿Tienes la copia de la llave que te di?

—¡Sí, siempre la guardo con mucho cuidado!

—Muy bien, entonces sube y haz lo tuyo, querida.

—¡Gracias suegrita, la quiero! —se despidió Lily, corriendo hacia las escaleras.

—Aww…. Me sigue encantando cuando me llama así.♡

Luego ella procedió a entrar en la habitación haciendo uso de su llave, y con extremo cuidado se subió a la cama, y se acostó al lado de su novio, abrazándolo con cariño.

………

……

“La historia fue tan adorable que ni siquiera puedo enojarme con ella….”




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.