Primero matrimonio, después amor.

Eugene.

Llegamos a un bonito lugar que claramente aún se encuentra cerrado, pero al primer llamado de Iker un hombre muy guapo sale a atenderlo de inmediato.

- Otra vez tu por aquí. Cuantas veces te tengo que decir que no vengas antes de que abra.

Su mirada va directo a mi quien me asomo por su espalda algo asustada al escuchar su reclamo.

- ¿Quien es ella?

- Mi esposa, Amanda. Amanda este de aquí es Eugene mi viejo amigo.

- Lo de viejo claramente esta de más. Es un placer señorita.. ¿O señora?

- Llámame simplemente Amanda y también estoy encantada de conocerte Eugene. Es hermoso tu café.

- Oh bueno gracias, ahora estoy más intrigado por saber como un perro viejo como Iker conoció a tan bella dama. Dígame que le puedo ofrecer.

- Un café americano esta bien, gracias.

La mirada de Iker lo dice todo, pero claro estaba que no se quedaría callado.

- ¿Ahora ya no estas enojado de tener que atenderme antes de tiempo?

- Todo es gracias a tu esposa así que no tientes tu suerte.

Llegamos a una bonita mesa y no puedo evitar preguntar, ellos dos se ven muy cercanos y quiero saber más.

- ¿Se conocen desde hace mucho tiempo tú y Eugene?

- Más del que me gustaría admitir. Somos amigos hace 10 años.

- Wow 10 años es mucho tiempo.

- Diría que sí, de hecho es un milagro que todavía seamos amigos después de tantos años.

- Una vez lei que si una amistad supera los 10 años es porque es para toda la vida.

- De a dónde leíste esa clase de ideas.

- No sé de alguna revista o el internet. Es muy bonito aquí.

- Supongo que es bonito, al menos aquí obtengo café gratis y también molesto a un viejo perro de vez en cuando.

- De seguro has traído a muchas chicas a este lugar.

- ¿Qué te hace pensar eso Amanda?

- La pregunta correcta sería que no me hace pensar eso. Vamos Iker eres guapo, tienes dinero, te ves limpio. No tan agradable, pero tampoco al punto de ser fastidioso.

- Admiro el valor que tienes para decir esa clase de cosas frente a un posible inversionista que quieres que invierta sus recursos en tu idea. Me parece que todavía te falta mucho por estudiar Amanda.

- Pero ahora yo no estoy hablando con otra persona que no sea mi esposo así que supongo que está bien, ya que no estamos en una oficina, ni tampoco lucimos como dos personas que estén buscando cerrar un trato importante. Ahora solo somos tú y yo dos personas normales compartiendo un momento normal sin el peso del apellido o de tener que ser alguien que lidera a más personas.

- Tienes un buen punto y siguiendo tus propias palabras este agradable momento en que solo somos dos personas normales no lo vamos a arruinar con problemas de trabajo.

- Buen moviendo, Iker.

- No me gusta perder aunque seas una mujer no te daré ventaja Amanda.

- Ja ja ja mi esposo es el más caballero de todos.

La voz de Eugene nos saca de el incomodo momento entonces antes de que los dos termináramos mal. Como se atreve a decir que no me tendrá compasión.

- Aquí les traído sus ordenes.

- Muchas gracias, Eugene. Huele delicioso.

- Es traído de Brasil. ¿Así que cuando se casaron?

Esa pregunta hace que me atragante horrible. La mano de Iker me extiende una servilleta mientras Eugene acaricia mi espalda.

- ¿ESTAS BIEN?

- SI.. SI Ja ja ja que tonta soy, lo tome muy apresurada y me queme la lengua.

- Perdón si hice una pregunta que no era debida.

Espero que sea este tonto quien le responda a su amigo, aunque tal parece que no lo piensa hacer.

- Nos casamos hace dos días.

- ¿Llevan casados dos días y recién ahora me entero? Iker hijo de perra porque no me dijiste nada.

- De hecho nadie lo sabe, eres la primera persona a la que se lo cuento de mi círculo así qué date por bien servido.

- ¿Tu familia no sabe que te casaste?

- Nop, están de viaje y supongo que les informaré cuando vuelvan.

Yo me quedo calladota en un rincón disfrutando del café. No creo que sea conveniente interefir en su conversación.

- ¿Amanda acaso este idiota te tiene secuestrada o te obligó a casarte con él por algún acuerdo extraño y fraudulento?

Vuelvo a ahogarme nuevamente por esa pregunta tan extraña, pero esta vez es Iker quien me da palmadas en la espalda antes de que Eugene reaccione.

- Por supuesto que no yo acepté por voluntad propia. De hecho fui yo quien le pidió matrimonio a él.

- Ja ja ja me estás queriendo decir que una chica bonita como tú le tuvo que pedir matrimonio a este orangután evolucionado.

- ¿Por qué no? Y más que un orangutánYyo diría que es un gorila.

- Acaso se olvidan de que yo también estoy presente y escuchando toda su conversación.

- Esto es de no creerse, de seguro me están mintiendo para verme la cara.

- Por qué piensas eso Eugene, de seguro en su larga amistad viste a un sinfín de mujeres pedirle a Iker ser su pareja.

- Bueno eso es verdad. Pero también vi a un Iker un millón de veces rechazar a cada una de esas mujeres y no me malinterpretes Amanda, no quiero decir que no seas hermosa ni nada de eso. Pero su corazón es un témpano de hielo.

- Para mí no lo es. De hecho yo tampoco entiendo cómo fue que logré convencerlo, pero estoy muy feliz de que sea en mi pareja, de haberlo conocido y de tenerlo a mi lado.

De repente me puse sentimental y las cosas se tornaron aún más raras e incómodas. Iker no me quitaba la mirada de encima al igual que Eugene. ¿Tan difícil es creer que me siento muy afortunada de tener esta gran oportunidad?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.