Una verdad desastrosa.

Una semana pasó, en la que Amanda actuaba amorosa y de repente se alejaba como si algo le impidiera continuar. Ella iba y venía sin remedio alguno.

También las llamadas a su celular aumentaron y con ellas esas sonrisas discretas.

Esto ya no me estaba gustando nada. Mi madre llegará en cualquier momento y aunque fue mi idea no me agrada que sea alguien más quien provoca sonrisas en mi esposa.

Luego de arreglarme bajo al comedor en donde ella ya estaba apoyada sobre el mostrador con ese bendito celular en mano. Intento disimular mi desagrado.

- Buenos días.

- Buenos días, cariño. Por todos los cielos Iker mira esa corbata mal puesta.

Amanda se acerca rápido a mi y la acomoda, si ella supiera que lo hago a propósito solo para que este cerca de mi de seguro no le gustaría nada. Pero soy demasiado tonto como para tomar la iniciativa.

Iniciativa.. Eso es. - Amanda quieres ir a cenar conmigo esta noche.

- ¿Si? Acaso hay algo importante.

- Quiero pasar tiempo a solas y que me cuentes como va todo en el trabajo.

- Encantada te acompaño.

No fue tan difícil como pensaba, si esta noche todo sale bien ya sabré por que camino continuar con ella.

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Narra Roxana:

Me llego mi tiempo llegar hasta aquí, pero por fin llegué. En este hotel esta esa mujer así que solo tengo que encontrar la oportunidad de acercarme sin parecer sospechosa.

Luego de todo el día con la noche ya cayendo por fin los veo llegar. Corro para alcanzar el ascensor.

- Buenas noches.

Esa mujer arrogante apenas y sacude su cabeza mientras sigue perdida en su teléfono. Pero no me voy a rendir tan fácil.

- El clima aquí es muy agradable. ¿Usted también está de vacaciones?

- Disculpa te conozco.

- Lo siento, no quiero ser grosera es solo que me pongo nerviosa en los asesores.

- Ya veo.. Estoy de vacaciones con mis hijos, pero ya están por acabar, pasé rápido por aquí a saludar a una amiga antes de irme. ¿Recién llegas?

- Yo estoy por negocios, así que mi estadía no será larga.

- Que bien, una mujer de negocios.

- De hecho soy la dueña de mi propia empresa y en este momento estoy expandiendo mi negocio.

- Eso suena impresionante para ser tan joven. ¿Tienes esposo?

- No, pero hay alguien que me gusta mucho.

- ¿Prometido?

- Ojalá, yo lo amo, pero una mala mujer esta de por medio y él no logra ver que yo soy mucho más y que ella solo quiere su dinero.

- Ya veo, por eso yo soy de las que cree firmemente que las clases no se mezclan. Mi hijo mayor es un testarudo sin remedio, pero su tiempo de diversión se acabó.

De que esta hablando esta mujer. Antes de poder preguntar más, la puerta se abre y ella seguida de sus dos hijos bajan rápido.

- Hasta luego señorita y buena suerte con ese hombre.

- Ah si gracias.

La sigo de cerca y me doy cuenta de que va directo a una habitación de la que sale una mujer muy hermosa. Ellas dos se dan un abrazo largo entre risas, tal parece que se llevan muy bien.

Me quedo en el comedor esperando te er otra oportunidad para saber quien es esa mujer y no mucho después los veo bajar a todos juntos.

Nuestras miradas se encuentran y ella me hace una seña amigable para que me acerque.

- ¿Cenas sola?

- Así es, por cierto no me presente. Soy Roxana, aquí esta mi tarjeta de presentación.

- Vaya si que eres una mujer poderosa e influyente. He escuchado maravillas de esta empresa.

- Hago lo que puedo para conservar el legado de mis queridos padres que ya no están conmigo.

Finjo angustia ganándome su simpatía de inmediato.

- Lo siento mucho, pero déjame decirte que lo estás haciendo grandioso. No te rindas Roxana.

- Gracias, que amable es usted.

Por fin me invita a sertar con ellos, no dejo de observar a esa mujer. Es hermosa no lo puedo negar. Además, es muy elegante y educada.

- Ella es la prometida de mi hijo mayor. Su nombre es Lizbet Logan, de las multinacionales Logan.

Me ahogo con el agua al escuchar eso. ¿Ella es la prometida de quien? Bueno puede que Iker no sea el hijo mayor.. A quien quiero engañar, todos saben que Iker es el hijo mayor de esta familia, lo que significa...

- ¿Estás bien?

- Lo siento. Mucho gusto Lizbet, déjame decirte que eres hermosa.

- Ja ja Que pena, pero gracias.

Genial como si ya no tuviera a alguien fastidiando mis planes ahora se suma otra más, pero entonces Iker es un mentiroso o Amanda es la que todo el tiempo mintió.

Como sea este viaje no fue una pérdida total de mi tiempo porque obtuve una gran noticia que de seguro pondrá a llorar a esa niña tonta.

Y cuando Amanda tenga el corazón roto yo la terminaré de pisar para que ya jamás pueda levantarse.

Por otro lado el pequeño hermano menor de Iker no está nada mal, es una mini versión de él y eso me encanta, pero la que no me agrada nada es su hermana.

Esa mocosa me mira con desagrado.

- Así que Roxana he escuchado que a tu empresa no le esta yendo muy bien.

- ¿Cómo sabes eso?

- Es información básica que se encuentra en Internet con una rápida búsqueda.

- Amalia.

- Mamá solo estoy haciendo conversación.

- Eso no son modales de una dama, perdónala Roxana.

- Esta bien, la verdad es que tuvimos un pequeño inconveniente, pero ya todo esta sobre buena marcha otra vez.

- Eso es bueno, querida. Pero si me permites darte un consejo lo mejor es que busques un buen esposo para que te ayude, así no cargas con todo tu sola.

- Gracias por el consejo.

Ya tengo al hombre perfecto en la mira, solo que ahora me toca matar a dos buitres.