Princesa Blanca

COMIDA CON UN SOCIO 

COMIDA CON UN SOCIO  

 

Cuando llego veo a mi nana en la puerta caminando de un lado a otro, sé que me reprenderá por llegar tarde porque hice que el taxi diera vueltas para antes de venir aquí, bajo del taxi y cruzo la puerta y el primero en recibirme es mi perro titan es el último regalo que de mi padre me dio justo ese día lo recibí, lo abrazo y el me lame toda la cara, entro sin decir palabra y voy directo al despacho de mi abuelo pues sé que me llamara la atención. Me siento y como entre sin anunciarme al veo a la persona está sentado me sobresalto es Wolf y casi resoplo y todo lo que le dicen a una chica adolescente en eso siento como titan se enfada por el tono de mi abuelo me bajo de la silla me pongo a su lado y lo acaricio, puesto que va a iniciar a ladrarme siento como cada vez está más furioso titan y lo abrazo más porque es necesario clamarlo, el sermono termina en que debo ir y regresar porque me estaban esperando para comer y el señor Wolf es el invitado, en esa misma oración dice 

-El señor Wolf te llevará y traerá del colegio – respiro para no gritarle a mi abuelo que esa orden es ridícula  

Salgo de la habitación sin siquiera asentir, mi enfado es mucho que lo puedo categorizar como furia, de dirijo al jardín a pasear con titan el pobre quiere ladrar ha sufrido mi enfado y el que se callara para que mi abuelo no enfureciera. 

Camino de un lado a otro por unos diez minutos luego subo a mi habitación seguida por titan, como no estoy de humor con la cena obligada decido ducharme después de todo el agua me alma, enciendo la ducha en el agua fría lo más fría que se pueda para que mis músculos tensos se calmen y pueda yo relajarme un poco para poder ser una persona razonable y sociable. 

Elijo un vestido color negro que me cubre hasta la rodilla me coloco un par de botines altos me coloco unos ganchos en el cabello para sujetarlo de un lado a otro me pongo un poco de delineador, brillo y mi nana entra en la habitación cuando estoy por salir. 

-Tú- abuelo está enfadado por tu tardanza – le hago un ademan hacia mi persona para que sepa que estoy preparada – apresúrate que llevamos retrasado en la hora de la cena  

-La puntualidad es lo más importante  

-Si lo sabes porque te retrasas  

-Porque no tengo ánimos de soportar más tiempo a ese insoportable que mi abuelo tiene por socio, y yo no debería de estar ahí, él nunca me lleva o soy invitada a las cenas con el socio ¿Por qué ahora? Si están enfadado por lo de retrovisor que necesita castigarme hasta el extremo 

-Sabes que tu abuelo tiene una razón para cada cosa que hace 

-Pero yo no estoy dispuesta a que me siga tarareando como se le da la gana 

-Josh no lo tomes así todo tiene una explicación, un motivo – resoplo ante sus palabras niego con la cabeza y bajo las escaleras durante todo el trayecto voy respirando para mitigar mi enojo. 

Entro y los veo en la sala, mi abuelo sonríe al verme parece muy contento es un contraste con mi sentir, mi abuelo se acerca a mi para que tome su brazo y de ese modo vamos al comedor están puestos cuatro lugares, mi abuelo me acerca la silla que se encuentra a su lado derecho y quedo justo al frente de Diago, comienzan una charla casual el clima, él vive en clima cálido. 

Todo el tiempo me la paso comiendo, no me gustan las verduras prefiero la carne pero como tengo que tener la excusa de no pronunciar palabra simplemente la mantengo llena, estoy comiendo con tanto enfado que a medio plato no tengo apetito, resoplo un par de veces porque ahora solo intento forzar a mi estomago a comer todo lo que me queda, Andrea me ve con seriedad y yo trato de ignorar su mirada de regaño por comer de esa manera, llega el postre y yo no he terminado mi comida por primera vez en mi vida no toque la carne y la deje en el palto entera el hombre frente a mí no pierde detalle de mis movimientos, el postre pastel de calabaza es mi favorito pero no tengo hambre veo a mi abuelo a modo de ayuda para no comer,  sin embargo no tengo la fortuna de ser apoyada porque Andrea me da una advertencia. 

-Sandra estuvo muy feliz preparándolo no la vas a despreciar – me dice y yo solo asiento con la cabeza, el primer bocado es lo más complicado porque luego de eso me como el pastel de calabaza feliz, es mi favorito por lo cual no importa dónde o en qué lugar me lo comeré aun cuando no tenga hambre, uno de mis recuerdos más felices llega a mí, cuando recién llegue a la casa de mi abuelo para mí fue difícil porque nosotros con papa vivíamos en Canadá donde la nieve es lo normal una casa pequeña me daban de comer pero a mí no me gustaba la comida que preparaban hasta que una tarde me escondí en la concina, extrañaba mi casa y el único lugar que sentía cálido era la cocina, me escondí en uno de los muebles y me quede dormida, después de no sé cuánto tiempo me desperté por el olor a la comida, salí y sobre el mueble vi un pastel tenía abre pero ese olor que emanaba era tan familiar que cuando me acerque me recordó a la cafetería que estaba a dos casa de la nuestra, me comí la tarde, me subí a la mesa y  comí con las dos más juntas estaba manchada hasta las orejas, me encontró Sofia y se preocupó de que me hubiera quemado por lo caliente que estaba el pastel pero es lo que menos sentí al comérmelo, me limpio, me llevo a mi habitación  y me dormí lo que quedaba de la tarde. 

 

-Josh, Josh – escucho que me llaman es la voz de Sofia  

-Lo lamento Sofí – le digo y ella sonríe - ¿Qué decías? 

- ¿Quieres más niña? - niego con la cabeza  

-No gracias, hoy estamos bien así – le sonrió – gracias por el pastel, como siempre te quedo de lujo  

-Con gusto niña - veo que se retira a la cocina, estaba tan ida en mi recuerdo que no me di cuenta de lo que estaba sucediendo a mi alrededor, veo a mi abuelo que tiene los ojos puestos en mi sonrió y seguramente que él sabe porque el de mi ida en el tiempo 




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