Princesa Blanca

ENTRENAMIENTO

Después de caminar unos cuantos metros lejos del centro de la manda me detengo porque los pies me están matando, busco entre mis manos mis zapatos, pero simplemente los deje en ese lugar, decido no regresar así que aun con dolor de pies avanzo hacia la cabaña, subo al dormitorio, me meto a la ducha y me baño, me cambio de ropa a un pantalón color azul claro tallado, una blusa color rosa y un par de zapatillas deportivas color rosa que llevaba en la maleta, guardo todo en la maleta, trenzo mi cabello en dos partes y las uno en la parte baja de mi cabeza haciendo que todo mi cabello quede recogido, reviso mi móvil y no tengo señal.

Con la mochila en la espalda bajo a la cocina y tomo dos botellas de agua, las guardo y la otra la llevo en mis manos, hago un repaso rápido de todo lo que debo de llevar en mi equipaje y lo que puedo necesitar para dos horas de caminata, porque lo que menos voy hacer es quedarme en este lugar un minuto más. Salgo de la cabaña y avanzo hacia la salida del pueblo, todos se encuentran en la actividad por lo que no soy vista por nadie, siento algo raro en mi pecho, no le prestó atención, lleno de aire mis pulmones haciendo que me duela el pecho, camino a paso normal, mantengo la barrera en mi mente.

Sin ver hacia atrás, avanzo en el camino al momento que llego al sendero para iniciar a descender, me detengo un par de segundos y observo con atención el hermoso paisaje que tengo frente a mí, un bosque enorme, doce el medio día, saco el móvil y tomo un par de fotografías, pese a las peleas con Diago fue un buen viaje, doy el primer paso, luego el segundo y ahora no hay marcha atrás.

DIAGO

No es buena en lucha cuerpo a cuerpo, tiene demasiadas deficiencias, duda al momento de lanzar un golpe, antes de que haga contacto lo retiene haciéndola vulnerable, intento hacer contacto por medio del link y darle instrucciones para que sus ataques sean mejores, el muro que tiene en su mente es muy fuerte no lo puedo derribar, tuvo que haber acabado hace tiempo tiene dos dagas, el combate ha durado mucho tiempo innecesario, antes de que detenga el combate realiza un movimiento rápido y eficiente que acorrala al pequeño alfa entre sus dos dagas, una sonrisa de satisfacción se forma en mi rostro al ver que pudo librarse ella sola.

Realiza el mismo movimiento y queda lejos del cachorro, en posición de espera con las dagas muy bien sujetas, se escucha el tambor de finalización y las guardianas de armas se acerca a recoger las utilizadas, se despide con una reverencia y desciende de la arena, veo como es interceptada por el ministro concejero del parlamento, busco la forma de derribar sus muros aun cuando ejerzo mi fuerza de alfa, no logro demoler. La presentación de la danza de la manada anfitriona dura unos minutos los cuales no presto atención, escucho la ovación de aplausos al lado dedo de Josephine se encuentran cinco guardianes de armas, tres en blancos y dos en armas, ella sube al ring, se coloca en posición, tomo el florete y hace la reverencia.

Sus pasos son firmes, exactos, firmes, no tiene duda en cada uno de ellos, se ve centrada en la situación domina cada arma con maestría inevitablemente me siento orgullosa de ella, parece que estaba preocupado por nada, el florete, luego la espada, al momento de tomar la lanza sus muros se vuelven débiles, aun así de débiles no puedo traspasarlos pero puedo ver imágenes de su memoria que ella pareciera enviar a mi memoria, veo su entrenamiento en el gimnasio del colegio, luego con un chico que aparece con ella y la ayuda a realizar ciertos movimientos que están cerca me pone incomodo, nuevamente sus muros suben, me quedo en blanco sin saber qué es lo que sucede, comienza a realizar la parte que le corresponde con la lanza, avanza, en algún punto baja un poco sus defensas no me deja entrar pero si envía imágenes nuevamente a mi cabeza veo que en el giro que va a realizar tiene deficiencias al colocar correctamente su cuerpo y al momento de descender sus pies, lo hace antes de tiempo haciendo que pierda el equilibrio y caiga al suelo.

Sube sus barreras nuevamente y no comprendo si me quiere lejos de su mente porque envía imágenes a mi memoria “espera” el mensaje no rebota “ahora” lo logra eficientemente, toda su seguridad aparece al momento que toca el arco, realiza la rutina, las imágenes en su mente me las comparte, veo como lo ha realizado nuevamente hasta el cansancio y siempre la acaba bien, es la parte a la que más confianza le tiene, toma el arco y entra en el centro, luego el segundo, en su mente aparece nuevamente ese cachorro el cual sostiene el blanco y son sus recuerdos no puedo ver los movimientos que realiza, el cachorro es quien sostiene el blanco, luego cambia a otro rostro que también es un cachorro, unos recuerdos son en su casa, otros en otro sitio, algunos en el gimnasio del colegio, la flecha sale disparada y veo por sus ojos que la flecha no va directo al blanco por lo que dispara otra flecha, deja el arco, sale corriendo en su dirección, brinca para descender hacia donde se encuentran los espectadores, el salto es lo último que veo, todo lo demás lo veo desde donde me encuentro.

Le pregunta al guardián el motivo que lo hizo moverse, él lo niega rotundamente y eso la hace enfadar, puedo sentir su enfado, las palabras del primer ministro la enfurecen mucho más, con la ballesta en la mana apunta y dispara llega a la punta del zapato del guardián, vuelve a repetir la pregunta y la respuesta solamente la enfurece mucho más, mis palabras no las escucha.

Toma las manzanas para las ofrendas a la diosa luna y ordena a sus guardianas que las lancen, con el arca dispara las flechas y traspasan justo el centro de la cada una y repite con convicción y sin lugar a duda que ella no falla, intento hacer que se detenta pero no lo consigo, federico interviene no logra nada, hace que el guerrero sea ridiculizado, mi mandíbula se aprieta, gira sobre sus talones e ignora a todos a su rededor, pido que me lleven a donde está el vestuario donde se cambió Josephine, veo como trata a la niña que está llorando por el incidente, la consuela con habilidad, le sonríe y le regala uno de sus aretes, se disculpa con la madre.




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