Princesa de los lobos

Capítulo 04

—No entiendo lo que me están queriendo decir. — bufo.

—Tu madre antes de que la casaran a la fuerza con tu "padre" conoció a su mate.

—¿Mate?— la interrumpo.

—Un mate es la pareja de la otra persona, un mate es para toda la vida y en muy pocos casos este te rechaza.- me explica Marta.

—Como decía, — habla nuevamente Axlin. — tu madre conoció a su mate en una de esas salidas que hacía ella. Pasadas tres semanas de conocerlo, ella quedó embarazada. Tus abuelos necesitaban unir a su manada con la manada de tu no papá porque la guerra se acercaba. Al momento que se llevaron a tu madre a la manada de aquel hombre, la manada de tu abuelo se vino abajo. La guerra daba inicio y todos los lobos de tu abuelo lo abandonaron, todos los lobos blancos. Ellos solo estaban en esa manada por tu abuela y tu madre. Tu abuela había muerto días antes y a tu madre se la habían llevado. Intentaron que tu no papá los aceptara en su manada, pero él se rehusó. Tu madre le rogó a que los aceptara pero él se negó rotundamente. Todos los lobos de pelaje blanco se fueron por diferentes caminos, dijeron que esperarían al nacimiento de su princesa y que cuando eso pasara la manada "Luna Blanca" se volvería a reunir. Igual que hace diecisiete años atrás.

Me quedo callada analizando todo lo que me acaban de decir. ¡No me respondieron la pregunta que les hice!

¡Claro que si te dijeron!
No estaba prestando mucha atención.
Tonta.

—¿Por qué necesito la perforación en el labio?

—Tu padre, al igual que yo, tiene sangre de lobo y de vampiro. Nosotros tenemos que usar, si o si, un amuleto para no morir y convertirnos en polvo. — Contesta mi "tío".— Toda la manada de tu padre es mitad lobo y vampiro. Tú también eres mitad vampiresa.

Vaya. Menos mal que tengo el jodido piercing con el extraño hechizo en el labio, o si no habría muerto hace ya bastante tiempo. Recuerdo que cuando era más chica, en el calabozo donde me tenían encerrada, había una pequeña ventana por donde entraba la luz del sol. Recuerdo que yo pasaba horas debajo de esa luz jugando o escuchando lo que mi madre me leía desde el otro lado.

—¿Por qué no me sacó antes de ese horrible lugar?— digo con un poco de recelo.

—Él no sabía de tu existencia hasta hace tan sólo un par de semanas, que se enteró por lo que estabas pasando. Mandó a buscarte por tierra, aire y agua. Realmente está preocupado por ti. — Dice mientras saca algo de su bolsillo. — Toma, ha enviado esto.

Me extiende un sobre el cual acepto algo temerosa.

—Dijo que ahí explicaba todo.

—Gracias.

Gracias a dios mi madre me enseñó a leer y a escribir, porque en este momento sería muy vergonzoso si no supiera leer.

—Iré a dar una vuelta. — todos asienten con la cabeza.

Me levanto y me dirijo a la puerta de la casa.

—Por seguridad los guardias de tu padre irán contigo. — me interrumpe el escape aquel hombre.

—Está bien.

Abro la puerta y un viento helado hace que me abrace a mí misma. Todo está cubierto por una capa blanca de lo que supongo es nieve. Nunca había salido del calabozo donde me mantenían prisionera y poder ahora salir a caminar a donde yo quiera me hace sentir libre. Apenas doy un paso para bajar las escaleras cinco lobos se inclinaron hacia mí.

—Es un gusto conocer a la hija del alfa Shen. — me dice telepáticamente el lobo gris que tengo delante.

—El gusto es mío. — les sonrío a todos y ellos se hacen a un lado para que pueda pasar. Me trasformo en loba y salgo corriendo mientras juego con la nieve.

¡Amo la nieve!
¡Es muy suave!
¡Sí!

Mi loba interior está igual o más feliz que yo. Siento a los lobos de mi padre biológico detrás mío, aunque manteniendo su distancia. Sigo corriendo y saltando por todas partes hasta que un olor desagradable hace que pare en seco, haciendo que los lobos de mi padre paren al igual que yo, aunque delante de mí.

—¿Pasa algo, señorita?— pregunta uno de ellos.

—¿No sienten ese olor?— les pregunto lo cual causa que todos empiecen a olfatear el aire mientras me acerco un poco a un árbol de donde proviene el olor.

Empiezo a excavar hasta dar con algo que lastima mi pata, chillo de dolor generando que los lobos corran hacia mí.

—¿Qué es eso?— pregunto.

—Es una trampa humana para capturar diferentes tipos de animales. — me responde uno de los lobos vampiros.

No digo nada y sigo corriendo hasta llegar a un enorme árbol que creo es el mejor lugar para leer la carta que me ha mandado mi padre.

Me transformo en humana y camino hasta aquel lugar. Uno de los lobos se trasforma en humano y camina hacia mí. El chico tiene el pelo negro, es alto, musculoso y tiene unos hermosos ojos color miel.

—La señorita Marta me ha pedido que le dé esto. — reconozco su voz, es el lobo gris que me ha hablado primero.




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