Princesa de los lobos

Capítulo 11

Anoche después de leer nuevamente las dos páginas del libro lo dejé descansar y pasada las nueve de las noches, tuve que darle de comer.

Hoy estoy decidida a buscar una ardilla de mí manada ¿¡Qué!? ¿Acaso ustedes no tienen curiosidad de cómo se transforma una ardilla a un humano? Pues yo sí.

Como siempre en la mañana me doy una buena ducha, luego me cepillo mi cabello y me coloco la ropa que me deja Marta en mi cama, hoy me dejo un pantalón negro ajustado y rajado en algunas partes, también me dejo una polera blanca con algunas líneas negras, una chaqueta blanca y por último unas botas negras.

Bajo corriendo por las escaleras hasta que llego a la cocina, Ian se encuentra sentado en los bancos de la isla tomando desayuno.

— Hola pequeño — le beso la mejilla y él se sonroja.

— Hola princesa — susurra aun avergonzado.

Busco en el refrigerador el zumo de naranja, pongo algunas tostadas en la máquina, tostadora creo que se llama, y cuando ya están listas les coloco algo de palta. Listo.

Axlin entra por la puerta adormilada.

— Buenos días — saluda mientras se sienta en la punta de la isla.

— Buenos días — respondemos a coro con el pequeño.

Pocos segundos después aparece Marta y Aldam por la puerta de la cocina. Rápidamente está se llena, pues detrás de ellas aparecen todos los machos pechos peludos con cara de zombis y esos bichos sí que son feos, Ian me mostró una foto anoche y tuve unas malditas pesadillas con esas cosas.

Maldito y tierno Ian.

— ¿Ya te has hecho amiga del libro embrujado? — Sean pregunta con su boca llena de comida.

Aldam le da un golpe en su cabeza y este se queja.

— ¡Nos llevamos de maravilla! — miento con una sonrisa en mis labios mientras que estos sueltan una gran carcajada.

— ¿Sabías que eres pésima mintiendo? — Luke se ríe de mí y ¡En mi cara! Maldito hijo de su querida mamá que no conozco.

— ¡Oh! Guarden silencio — gruño mientras me cruzo de brazos.

Después de terminar mí desayuno, dejo todo lo que ensucie en el lava platos y me dedico a buscarle algo de comer a "El libro". Me he olvidado del nombre del jodido libro.

Axlin dijo ayer que el libro ese come diferentes tipos de "insectos" así que a media noche tuve que estar como esas idiotas buscando "insectos" ni se imaginan lo que me costó encontrar uno siquiera, pues en esta época del año no se encuentran muchos. Ayer el libro quedo con hambre asique le prometí buscar más hoy.

Así que aquí estoy, buscando bichos para el extraño libro ese. Me transformo en mi loba y con mi preciado olfato empiezo a oler todo el suelo lleno de extensa nieve.

— Tal ves en la corteza de los árboles encuentres algún insecto — miro para mi lado derecho y veo a Marck moviéndome su cola de un lado a otro.

— Gracias — respondo mientras camino hacia los árboles.

Me pongo en dos patas y con mis enormes y poderosas garras rompo la corteza, me transformo rápidamente en humana, con la ayuda de un palito meto todos los extraños insectos que estaban escondidos en el árbol, en un frasco con tapa.

Corro al interior de la cabaña y subo sin mirar a nadie hasta mi habitación.

— ¡Amigo libro! — Al oír mi llamado abre su ojo y me mira fijamente — te traje comida — le muestro el recipiente con una enorme sonrisa en mi rostro.

Me siento en el suelo en forma de indio dejando a un lado el frasco, lo tomo en mis manos y luego paso a acomodarlo bien en mis piernas.

— Espero que te gusten. — con unas pinzas de color azul que me paso ayer Axlin, cojo uno de los bichos y se lo acerco a su boca, que está situada abajo de la cerradura.

Le empiezo a dar lentamente los insectos hasta que siento una cosa pegajosa en mi mano, dejo la pinza a un lado y bajo la mirada hasta ella. Se me es inevitable no soltar un enorme grito de enferma mientras me apresuro en levantarme del suelo. Comienzo a sacudir mi ropa con velocidad. ¡¡TENÍA UN MALDITO GUSANO EN MI MANO!!

Qué asco, qué asco, ¡¡Qué asco!!

Grius, grius ¡¡Grius!!

Miro al libro y el muy maldito se está riendo de mí.... no puedo evitar soltar un gruñido mientras me cruzó de brazos.

¿Cómo sé que se está riendo? Pues fácil, sus ojos se entre cierran un poco al igual que lo hacen los de los humanos

— Ja, Ja, Ja — bufo molesta — ¿Te diviertes? — El libro me hace una seña con sus tentáculos y vuelve a hacer ese gesto con sus ojos, señal de que realmente está disfrutando esto — no le veo la gracia.

El libro solo me ignora y con uno de sus tentáculos se limpia una lágrima que le caía de su ojo ¡¡UNA LÁGRIMA!!

Maldito y extraño libro




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