Princesa de los lobos

Capítulo 15

Corro al interior de la cabaña y subo rápidamente las escaleras para llegar al cuarto de Marta. Golpeo suavemente la puerta y oigo un adelante de su parte.

— ¿Pasa algo? — pregunta mientras se acomoda mejor en la cama.

— No, tranquila. Solo venía a decir que tendremos una reunión en el comedor — está me mira dudosa — ¿Le puedes decir a Axlin?

Asiente con la cabeza y me doy la vuelta para salir de su habitación y entrar a la mía. Busco el libro que se encuentra arriba de mi cama y le empiezo a dar de comer. Cuando ya está completamente satisfecho bajo las escaleras con él en mis brazos. Llego al comedor donde el olor de todos me inunda mis fosas nasales. Como era de esperar todos están reunidos aquí. Axlin está sentada en la parte derecha de la mesa, al lado de ella está mi tío, luego Marck y otro chico, al lado izquierdo esta Marta, Javier y otro de los Lovam. Me quedo parada justo en la punta de la mesa y todos me miran fijamente.

— Bien. Me alegro que hayan venido todos, como sabrán ya, la ardilla, Dana se quedara en la manada, pero ella no será la única, ya que por lo que me dijo, la expulsaron a ella, a dos niños pequeños y a una adulta de edad avanzada. Uno de los niños esta grave y Luke la acompaño para buscarlos. La cabaña donde todos nos estamos quedando, esta cabaña — señalo el lugar — se está haciendo muy chica y según lo que leí en el libro que me dejo mi abuelo, en tres días llegaran todos los que antes permanecían a la manda Luna Blanca. — Paseo mi mirada de uno en uno —. Me dijo que en la luna llena tenía que subir al cerro que está justo al frente nuestro — señalo la ventana delante de nosotros y estos llevan sus miradas a ella — y aullar lo más fuerte posible para que todos me escuchen, por lo poco que me explico, todos los de la manada esperan la noche de luna llena, el llamado, y en tres días todos van a estar esperando el mío. Este lugar se va a llenar de personas y no todas se podrán quedar en esta cabaña, lo que quiero decir es que ustedes — apunto a los Lovam — tienen que intentar terminar las cabañas más rápido, si es que eso es posible claro.

Ellos se miran entre si y asienten con la cabeza.

— Llamaré a tu padre y le pediré ayuda con otros lobos vampiros de su manada, para poder avanzar todo más rápido — habla mi tío.

— O por último que solo nos mande madera, ya que con eso es que nos retrasamos más — se apresura en hablar Javier.

— Creo que eso sería mejor — opina Marta — ya que si traemos a mas Lovam no entraran en la casa, recuerden que en unos segundos más va a llegar Luke con Dana y las tés personas más.

— No creo poder hechizar a tantos para la noche de luna llena — Axlin hace una ligera mueca de desagrado.

— Bien, entonces ¿Podrán traernos madera? — pregunto mientras miro a mi tío.

— Lo llamaré en seguida — responde sonriente.

— Todavía hay que arreglar esas cabañas — susurra Marta.

— Nosotros nos encargaremos de eso, de hecho ya hemos empezado hacer algunas cosas con la poca madera que nos ha ido sobrado — habla uno de los Lovam.

— ¿Tú te llamas? — le sonrió tímida.

— Frank — responde.

— ¿Y tú? — miro al chico a su lado.

— Luis — ríe.

— Bien, ya que me sé sus nombres y dije todo lo que tenía que decir, se pueden retirar — todos me obedecen y salen del comedor.

Me levanto de la silla y me dirijo en dirección a la puerta. Doy un paso fuera y mi tío aparece de golpe.

— Pequeña, tu padre ha dicho que va a mandar cuatro enormes camiones llenos de madera — una radiante sonrisa aparece en mis labios — también dijo que después de la luna llena va a venir — mi sonrisa se hace más grande aún.

— Eso es perfecto — doy pequeñas palmaditas de felicidad.

Mi tío asiente con la cabeza y se va. Yo subo a mi habitación y me tiro con todo en mi cómoda cama, mis ojos comienzan a pesar y dejo que se cierren.

(...)

Unos ruidos en mi puerta hacen que me despierte desconcertada.

— ¿Si? — hablo fuerte para que él que este del otro lado me escuché.

— Erin, soy Javier, ya han llegado los mitad ardilla. — anuncia.

— Diles que ya voy. — susurro mientras me levanto de la cama. Oigo los pasos del chico alejarse de la puerta.

Rápidamente camino hasta el baño, tengo que saber si estoy presentable o no. Tras arreglarme un poco mi cabello y mi ropa, bajo medio rápido las escaleras, antes de abrir la puerta doy un buen respiro para relajarme. Entro lo más tranquila que puedo y en uno de los sillones grandes se encuentra acostado un pequeño niño, al lado de él esta una niña acariciándole la cabeza, una anciana está sentada algo cansada y a su lado se encuentra Dana.

— Princesa — rápidamente se levanta y me mira fijamente a los ojos.

La anciana fija su mirada en mí y me mira de arriba abajo. Luego se levanta y hace una reverencia delante de mí.




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