Princesa de los lobos

Capítulo 40

Sin dudarlo un segundo, me convierto en loba y salgo corriendo en dirección a dónde se encuentra aquel chico. Luke se me une y les muestra sus dientes a unos guardias que han querido seguirnos.

— ¿Es de nuevo el, verdad? — pregunta.

— Así es. Nuevamente está aquí — gruño de manera cansada. Me encuentro cansada después de todo.

Corro aún más rápido y cuando al fin llegó a donde el lobo café se encuentra, me detengo de golpe. El chico se levanta del suelo, porque estaba sentado, y se convierte en humano. Mi pulso se acelera de una manera extraña. El chico delante de mí es hermoso. Su cabello es color castaño claro, sus ojos son de un color azul intenso, es alto, se nota que tiene un cuerpo muy bien trabajado, puedo ver claramente como en su brazo derecho tiene un tatuaje, lo que no puedo ver es que es.

A su lado hay dos lobos más, pero ellos solo tienen la cabeza gacha en modo de sumisión. Al parecer vienen en son de paz. De reojo veo a Luke, es que me hace una señal para que me convierta en humana, eso es lo que hago, obviamente él también. El chico me escanea con su mirada. En sus ojos hay un brillo que me causa ternura.

— ¿No te dije que no volvieras? — pregunto de manera borde. Estoy molesta ¿Cómo puedo pensar que el brillo de sus ojos me parece tierno? Soy una idiota. La idiota número uno.

El castaño ladea un poco su cabeza y rápidamente recupera la confianza con la que un alfa debe estar.

— He venido a advertirte sobre el un gran peligro que acecha a tu manada — su voz es ronca, causando un extraño deseo en mi interior.

— ¿Qué clase de peligro? — la voz de Luke detrás de mí, es suficiente para que nuevamente me regañe a mí misma por ser tan idiota y haberme quedado mirando al chico de una manera nada adecuada.

El chico mira a Luke de forma desganada. Pero mi compañero no se intimida con la mirada azul de este, de hecho se infla más de pecho y le mantiene la mirada.

— ¿Acaso no piensas responder? — agradezco que mi voz haya salido con tanta autoridad, tenía miedo de que saliera tímida.

Este desvía la mirada de Luke y la deja en la mía. Ya no tiene esa mirada de desprecio, de hecho a vuelto a ser dulce. Tranquila. Una sonrisa se expande en sus labios. Una de esas que derriten a cualquiera, menos a mí. Eso no pasará.

— Una manada enemiga a la tuya a enviado a exterminadores a cazarlos, para que los acaben como a unas cucarachas — habla, aún tiene la sonrisa en su labio — cada vez están más cerca.

— ¿Y se supone que te tenemos que creerte? — bufo y me cruzo de brazos delante de su intensa mirada.

— ¿Que ganó yo con mentirles?

— ¿No fuiste tú el que ha enviado hace pocas semanas atrás a un grupo de idiotas a atacarnos? — Levanto una de mis cejas — ¿Cómo garantizo yo que no es un viejo y sucio truco que se te ha ocurrido?

— Admito que en verdad lo de los soldados. Pero quiero decir, que cuando lo hice no sabía quién eras, ahora que lo sé, jamás haría algo para lastimarte — ambos con Luke lo miras sin comprender.

¿Aquello significa que si no me hubiera conocido nunca, seguiría enviando a más soldados para matarme? Este chico está muy mal ¿Qué se supone que cambió al conocerme? ¿No me digas que el también es otro familiar perdido? Juro que si dice que es otro hermano perdido, me voy y no vuelvo más. Hasta sería capaz de darme un tiró. Tal vez eso es un poco exagerado, pero ¡No quiero más familiares pedidos!

— ¿No somos familia verdad? — la pregunta sale por sí sola de mis labios.

El chico ríe y sus soldados también. Siento como el enojo se incrementa en mi ser ¿Aunque, si se ríen significa que no somos familia? ¿Verdad? Espero que no.

— Tranquila... — susurra después — no somos familia, pero te aseguro que pronto lo seremos — aquello último lo dice en voz baja, esperando supongo que nadie lo escuché, pero yo lo he hecho y no tengo idea a qué se refería con aquello —. Espero que tengas cuidado con la amenaza que se acerca y que puedas tú sola con ellos.

Nuevamente se convierte en lobo, pero antes de irse se gira en mi dirección. Sus compañeros también se han parado.

— Espero volver a vernos muy pronto querida Erin...

Se da la vuelta y desaparece por los árboles junto a sus soldados.

~Punto desconocido~

— ¿Por qué no le dije alfa? — pregunta Joaquín, uno de mis soldados más fuertes y fieles.

— Aún es muy pronto... — susurro — tal vez si se lo decía ahora, no se lo tomaría del todo bien.

Esa niña me tiene realmente embobado. No puedo dejar de venir, se me ha hecho una adición mirarla de lejos. La necesito. Me urge tenerla. Sé que ella no se ha dado cuenta aún, pero yo sí que lo he hecho y eso me está matando. Siento que en cualquier momento explotare al no poder tenerla. Erin. Mi hermosa Erin.




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