Princesa de los lobos

Capítulo 43

Después de pasar un agradable momento hablando con Javiera en la cocina, de cosas sin mucha importancia, decido que ya es hora de marcharme. Son pasadas las diez de la noche y el sueño se ha hecho presente en mí. Coel con los chicos aún no llegan y admito, muy a mi pesar, de que estoy preocupada por ellos, demasiado.

Ya en mi habitación, me tumbo en la suave cama, tras alrededor de unos quince minutos, el cansancio al fin comienza a hacer verdadero efecto en mi ser, abriéndose paso por la preocupación que siento, y logró dormir.

Todo es color negro, no veo absolutamente nada ¿Dónde demonios me encuentro?

— ¿¡Hola!? — Mi voz sale como eco, retumbando en mi alrededor — ¿¡Hay alguien!?

Nadie me responde y el único sonido que se escucha es mi voz que rebota en algún lugar de toda esta oscuridad. Nerviosa, comienzo mi camino en dirección frontal, no sé dónde llegaré o si es que topare con algo en algún momento, pero no quiero estar quieta entre oscuridad. Los segundos comienzan a pasar y los nervios a aumentar. Justo cuando la pequeña parte dentro de mi anunciaba la derrota, una luz se hace presente delante de mí. No dudo ni un segundo y camino hacia ella. A medida que avanzó, la luz se hace aún más fuerte que antes, logrando que ponga una de mis manos delante de mis ojos pues está me ha cegado de lo potente que es.

Ya acostumbrada a la luz, noto que me encuentro en un bosque, uno que jamás había visto en toda mi vida. Nuevamente, sin titubear, comienzo a caminar. Me escondo detrás de un árbol cuando me encuentro con dos personas a la orilla de una hermosa cascada que ahí se encuentra. Una mujer y un hombre. La mujer se encuentra agachada mientras tiene ambas de sus manos en el agua; el hombre a su lado se encuentra de brazos cruzados con una mirada llena de aburrimiento.

— ¿Ya has acabado? — su voz es ronca, como la de alguien que no ha dicho palabra alguna en mucho tiempo — se nos está haciendo tarde.

— Ten paciencia — susurra está — ya queda menos — noto como saca algo del agua.

— Si no te apresuras nos van a encontrar — su mirada se pierde en los árboles a unos cuantos metros de ellos — demasiado tarde.

La voz de un hombre se escucha del bosque, la mujer asustada deja la cosa que había sacado del agua y se pone de pies, con su rostro lleno de tristeza reflejado en él, sale corriendo en dirección contraria a dónde me encuentro con el hombre detrás de ella. Los saldados no demoran en pasar corriendo ellos también. Una vez que ya se no se encuentra absolutamente nadie cerca, decidida me acercó a la orilla de la cascada.

— ¿Hola? — miro en todas las direcciones.

Como ya me lo esperaba, nadie me contesta. Nerviosa me muerdo el labio y me agacho para estar a la altura del bulto que había tenido la mujer pocos segundos atrás.

El asombro me llena cuando descubro que es lo que es el bulto.

Una pequeña cría de lobo, el cual, ni siquiera ha abierto sus pequeños ojos. De la nada, todo se comienza a volver negro, como acto de reflejo tomo al cachorro en los brazos y lo abrazó con fuerza.

Me siento de golpe en mi cama, el sudor recorre toda mi frente y gran parte de mi espada. Ese ha sido el sueño más extraño que he tenido en toda mi vida.

Nerviosa y con el corazón latiendo velozmente, me acomodo un poco mejor en la cama, aunque el quejido de un cachorro causa más pánico en mi interior. Giro mi cabeza y me encuentro con el cachorro de lobo, el cual se encuentra dormido. Me levanto de la cama y me alejo con rapidez de él.

— Pero... si solo fue un sueño... eso no debería estar aquí — me pasó una de mis manos por mi rostro de manera cansada.

Desesperada busco mi libro, el cual se encuentra dormido, lo despierto sin nada de sutileza.

— Explícame ¿Qué es eso? — seño al animal a un lado de nosotros.

Le entrego un lápiz y una hoja, el cual él toma de mala forma.

Un lobo.

Achino mis ojos en su dirección ¿Enserio se está haciendo el cómico ahora?

— Ya se que es un lobo... — gruñó cabreada — ¿Pero qué es lo que hace aquí? — me pasó ambas de mis manos por mi cabello — ¡Se supone que él estaba en mi sueño! ¡No debería estar aquí!

Tranquila... ¿En tu sueño? ¿Qué sueño?

— Si, en un estúpido sueño que acabo de tener...

Exactamente ¿Qué es lo que pasaba en ese sueño?

— Había una pareja, un hombre y una mujer, ambos se encontraban a orillas de una cascada, la mujer se encontraba sacando algo del agua y el hombre le decía que se apresurara. De la nada unos soldados aparecieron y la pareja tuvo que huir dejando lo que habían logrado sacar ahí...

<<cuando me asegure de que no había nadie cerca, me acerque a ver qué era lo que habían dejado ahí, fue entonces cuando me lo encontré. De un momento a otro todo se volvió negro, tome al cachorro en mis brazos por acto de reflejo... y ahora está aquí.




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