Princesa de los lobos

Capítulo 57

—... y es por eso que tenemos que prepararte lo antes posible — mi tío termina de hablar.

La verdad, y siendo totalmente sincera, no he puesto atención ni a la mitad de las cosas que ha dicho el hombre delante de mí, él sabe bien que no lo he hecho.

Mi tío, Marta y Axlin quieren que aprenda lo más básico del cómo manejar una empresa, ya que mis abuelos me han dejado las que ellos tenían a mi nombre antes de que fallecieran. La cosa es que pronto cumpliré los diecisiete y ya podré hacerme cargo de ellas. Un gran dolor de cabeza para mi punto de vista.

— ¿Has entendido Erin? — el hombre me observa de brazos cruzados.

— ¡Claro, hermoso y perfecto tío mío! — sonrió con cariño, fingiendo ser una pequeña niña buena.

Se pasa una de sus grandes manos por su rostro de forma cansada y deja salir un suspiro que indica lo mismo.

— ¿No le puedes hacer un hechizo para que sepa todo y ya? — mi tío mira a ambas hermanas, las cuales niegan con la cabeza.

—Esa no es la idea — bufa Marta.

—Seria todo más fácil de esa forma — susurramos ambos al mismo tiempo.

—Lo fácil es aburrido, ya deberían saberlo — vuelve a hablar la castaña.

Pongo mis ojos en blanco mientras me tiró en la mesa, causando que un gruñido se escape de los labios de Axlin.

(3:45 p.m)

— ¿Una empresa?

—Sip — respondo alargando la "p" y metiéndome algunas uvas a mi boca.

—Vaya. Yo también tengo una empresa — rápidamente dejo mi mirada en él.

— ¿Bromeas, verdad?

—No, claro que no — ríe y come unas cuantas uvas — tengo dos — aclara.

— ¿Dos? — Rhys nuevamente ríe — ¿Y cómo haces para que ambas estén bien? ¿Acaso tienes un doble para que esté en una mientras tú estás en la otra?

—No, no tengo un doble. Trabajo duro Erin, como toda persona que posee una empresa — se encoge de hombros.

La que ríe ahora soy yo, pero no una risa muy delicada, es una de esas risas que se escuchan a diez kilómetros.

— ¿De qué se supone que te ríes? — Rhys hace el amargo intento de lucir serio, lo cual no le sale del todo bien.

—Deberías dedicarte a la comedia — le doy un pequeño golpe en su hombro derecho — tienes más pinta de ello que de empresario.

Sigo riéndome, pero está vez él me acompaña.

— ¿Cuándo se supone que irás a ver tu empresa? — pregunta una vez se ha calmado, yo hago lo mismo.

—Quieren que vaya en un rato más — Rhys se acerca más a mí — iré con mi tío, Marta, Axlin y Coel, dicen que no se quieren perder nada de nada.

—Bueno, al menos no va a ir ese tal Luke — escupe su nombre con claro desprecio.

—A mí me agrada, es divertido pasar tiempo con él — admito y como más uvas.

—Pues a mí no me agrada y no me gusta que pases tiempo con él — gruñe cabreado.

— ¿Y por qué no? — finjo voz de niña inocente que no sabe nada de la vida.

Tengo más que claro porque al chico a mi lado no le agrada mi beta, pero admito que le gusta la parte celosa de Rhys que le aparece cuando hablamos de Luke. Me causa risa.

— ¡Vamos Erin! — rueda sus ojos — se nota de lejos que el chico está enamorado de ti — se acerca un poco más a mí — de hecho, he podido ver cómo te come con la mirada.

Los dos nos encontramos acostados en mi cama mirando una película, la cual no recuerdo ni como se llama. Rhys tiene su brazo por arriba de mi cabeza y cada segundo que tiene la oportunidad, me acerca más a él.

—Eres tan exagerado — río mientras ruedo mis ojos.

— ¡Claro que no lo soy! — Bufa — es que tú eres demasiado ciega y no notas las miradas que él te da.

— ¡Oye, no soy ciega! — finjo estar ofendida y me cruzo de brazos.

—Claro que lo eres... la verdad duele, lo sé — ríe.

Le doy un codazo en su estómago para que se calle, pero solo ríe más.

—Erin, hasta Ian golpea más fuerte — rueda sus ojos.

— ¿Estás seguro de eso? — ríe mientras niega con la cabeza y me da un beso en la frente.

—No te enojes pequeña — sonríe con cariño mientras me observa fijamente a los ojos.

—No estoy enojada.

Rhys se está cada vez más cerca de mí, yo intento alejarme pero no es mucho lo que puedo hacer, ya que me tiene abrazada. Estoy nerviosa. Su mirada viaja de mis labios a mis ojos. Realmente no sé necesita ser muy lista para saber qué es lo que quiere hacer.

Está muy cerca de mí, su respiración está mezclada con la mía... Atka se hace presente y se queda en medio de los dos evitando cualquier cosa.

No es nada — susurra y en modo de agradecimiento le acarició la cabeza.

(6:54 p.m)




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.