Princesa de los lobos

Capítulo 62

Anoche me costó mucho lograr quedarme dormida recordando el beso que me di con Rhys, también me dio por recordar aquel beso que me di con Roberto, el error que cometí haciendo eso.

Son las cinco de la mañana, apenas a las dos me quedé dormida y hace unos segundos que intento poder dormir de nuevo, pero no hay caso. Supongo que lo mejor ahora es levantarme.

Me di una ducha larga, luego de terminar decidí que lo mejor era en que yo misma buscará mi ropa, ya que lo más probable es que Marta se encuentre dormida. La verdad es que no siempre puedo depender de ella. No sé combinar bien la ropa, eso lo tengo claro, pero lo importante es vestirme ¿No? Tomo una falda color celeste pastel, la cual me queda dos dedos más arriba de mi rodilla, una polera que deja ver mi ombligo de mangas largas color blanco, un poco ancho, que tiene un elefante color morado pastel que se encuentra justo al medio y por último me pongo de calzado unos tacones plateados de correa.

La casa tiene todo el día la calefacción prendida, asique no es necesario que me ponga alguna cosa por arriba. La nieve está desapareciendo cada vez más y más, ya queda menos que cuando llegue y el clima no es tan frío.

—Buenos días — me saluda Luke cuando entro a la cocina.

La verdad es que no me sorprende mucho encontrarlo a esta hora levantado.

—Buenos días — le sonrió de forma más tímida.

Busco un tazón, me sirvo café en él y me siento delante de mí beta, enserio que necesito tomar este bello café.

— ¿Has dormido bien anoche? — levanta una de sus cejas con burla reflejada en su mirada mientras se lleva la taza lentamente a sus labios.

— ¿A qué se debe la pregunta? — achino mis ojos en su dirección y dejó la taza lentamente en la mesa.

—Tienes unas ojeras enormes — apunta mis ojos y ríe —, sospecho que Rhys es el culpable de ello ¿No? — ríe con más ganas ahora.

Me lo quedo mirando sin saber muy bien que es lo que está intentando decir.

— ¿Por qué lo dices? — bebo un poco más de mi café.

—Ayer por la tarde lo vi salir muy feliz de tu habitación — sonríe coqueto mientras mis mejillas se calientan de forma increíble.

Desvío la mirada rápidamente y la enfoco en Atka que acaba de entrar en la cocina, está claro que él ha escuchado todo lo que hemos estado hablando con Luke. En silencio me levanto de mi puesto y busco el plato que le ha comprado Marta para darle de comer.

¡Muchas gracias! — me ladra mientras mueve su cola de un lado a otro.

Vuelvo a tomar asiento en mi puesto y sigo comiendo de forma lenta.

—Hoy tienes una junta en la tarde con los miembros de la manada vecina — Luke al notar el poco interés que tengo en seguir la conversación de Rhys, lo cambia de forma tranquila.

Con todo el lío que tengo con ambos hermanos se me ha olvidado la reunión que tengo dentro de unas horas.

—Vaya, menos mal que me lo has dicho, se me había olvidado por completo — dejo que un suspiro se escape de mis labios de forma molesta.

Unas horas después, en las que hablamos de una que otra cosa junto a Luke, la cocina de la cabaña ya está llena de los que viven aquí. Todos emanan felicidad, ojalá me la pudiera contagiar, así como una gripe.

Cuando ya todos han terminado de comer, me levanto de mi asiento y a pasos despreocupados salgo de la cabaña. Antes de que lleguen los miembros de la manada vecina, tengo que hablar con los de la mía.

No alcanzo a dar ni tres pasos en la fría nieve, cuando el fuerte olor a Roberto me llena por completo.

—Hola — se me acerca con una sonrisa radiante.

¿Enserio me está hablando como si nada ha pasado? ¿No recuerda lo que pasó ayer?

— ¿Necesitas que te ayude en algo? — levantó una de mis cejas y mi voz sale sin mucho ánimo, la verdad es que no quiero estar cerca de él en estos momentos.

Deja su mirada fija en la mía, unos segundos después deja que un suspiro se escape de sus labios y se pasa una de sus manos por su cabello.

—Tienes su olor... — murmura — ¿Dime, anoche has estado con él?

Se que se refiere a Rhys, lo tengo muy claro.

—Es mi mate, obviamente que tengo que estar con él ¿No? — nuevamente respondo fría y de forma cortante.

Ayer después de que Luke vio salir a Rhys de mi habitación, volvió unas horas más tarde y paso la noche conmigo, solo dormir.




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