Princesa Encubierta

Cambios

Capitulo Editado y corregido. (15/03/17)  

Luego del incidente con Fran y mi huida, decidieron que sería mejor que me vaya lejos de Wiltorm. Mi padre me regañó como nunca en mi vida y todo cambiará para mi.

¡Hoy es el día!

El día en el que cambio de identidad, de vida y país.

Mi nombre completo es Diana Wincher y mi nueva identidad era Tom Wagner.

Cómo Diana tenía un hermoso cabello que sobrepasaba mi cintura, estaba acostumbrada al buen vocabulario y a la etiqueta.

Pero para ser Tom...

Cortaron mi amado cabello, creo que eso fue lo más doloroso dentro del cambio, aunque después de la muerte de Fran, ya no era tan importante. Mi cabello era largo porque a él le gustaban las niñas de larga cabellera. Y sin él ya no importaba.

Vendaron y fajaron mi busto, eso me asfixiaba, apretaba demasiado. Me enseñaron otro tipo de vocabulario, el que es utilizado fuera de la nobleza. Me calzaron ropas de caballeros y me enviaron a un internado masculino en Londres.

Abordé un avión privado junto con otros 20 guardaespaldas, es decir, no era tan "privado", la verdad necesitaba estar sola, necesitaba aceptar todos estos cambios, pero ellos me seguían como una sombra a todas partes.

Por suerte, en el instituto iba a estar lejos de ellos, debido a que ellos debían de ir a cuidar al rey y la reina, es decir, mis padres durante la guerra.

El avión llegó a tierra firme y todos comenzaron a incorporarse de sus asientos.

Por como si fuera poco, al bajar del avión tropecé y golpee mi rostro contra el suelo, todos a mi alrededor se alborotaron y rápidamente me ayudaron a ponerme de pie. Sí, dolió, esto sucedía porque no estaba acostumbrada a usar pantalones ni zapatillas, como princesa de un país acostumbraba a estar con tacones, vestidos y faldas.

ーCreo que desde ahora nada va a ir bien... —susurré sobando mi mejilla

ーCaballero Tom, no piense de esa manera ーdijo mi asistente y maestra de "como ser un chico cool", cosa que no estaba funcionando.

Lentamente íbamos acercándonos al vestíbulo de aquella gran estructura.

Al ingresar a aquella residencia el olor a sudor con humedad inundo mis fosas nasales, era estupefacto ¡¿Qué no se bañan o que?!

<<Recupera la compostura Diana, tu no eres asi, tranquila todo irá bien>>

Mire a todos mis acompañantes y parecían no tener olfato, yo estaba muriendo por ese hedor y los demás ahí todo tranquilos como si oliera a jazmines.

ーDisculpe señor, hasta aquí lo acompañamos ーse acerca a mi oído. ーRecuerde que nadie debe saber su identidad y no utilice palabras como, hedor, alcoba, vestíbulo, esperadme, oidme, etcétera.

ーSí, sí lo sé ーdije desganada... Va perdón, quise decir desganado.Lo peor, es que mentalmente hacía dos minutos que había usado varias de aquellas palabras.

ーAdiós, y sea cuidadoso, haga todo lo necesario para no ser descubierto, de esto depende el futuro de Wiltorn, nuestro país y su pueblo confían en usted ーhabló mi asistente mientras se alejaba y zarandeaba su mano.

Todos ellos se marcharon dejándome sola sin ninguna instrucción de hacia dónde debía dirigirme, muchachos y Caballeros pasaban por delante mío inspeccionando con su mirada cada pequeño detalle de mi rostro.

<<¿Y ahora qué hago...?>>

ー¿Alumno Tom? ーSe escuchó.

Voltee a ver quien era mi salvación y una dama me hacía señas de que me acercara.

ー¡Buenos días! Mi nombre es Jessica, y soy la enfermera del internado, hoy la asistente del director, ya que no pudo presentarse, así que vine a ayudarte a encontrar la oficina ーdijo con una amable sonrisa.

ーAh, muchísimas gracias señorita ーrespondí cordialmente. Es complicado decir señorita, dama suena más elegante.

Jessica me ayudó a llegar al despacho del señor director y me hizo señas para que me armara de valor y tocara aquella gran puerta.

Al ingresar a la oficina del director este estaba bebiendo un café muy espumoso, o al menos eso me decía su bigote rebosante de espuma.

ーBuenos días señor director, soy Tom Wagner ーdije mientras hacía una reverencia. Lo cual me arrepentí al segundo, ya que fuera de la nobleza no se utilizan reverencias en los saludos.

ーOh es bueno ver que alguien en la escuela tiene buenos modales ーdijo con una contagiosa y amigable risa.

<<Salvada>>

ーMuchas gracias por el cumplido, señor ーrespondí intentando calmar mis nervios. ¿Cómo puede hacer una reverencia? eres una ..

Este me invitó a sentarme en una silla frente a él.

—Antes que nada. Bienvenido al colegio. — sonrió.

—Muchisimas gracias. — devolví la sonrisa

—En este Internado tenemos varias reglas que seguir, espero que eso no sea un problema para usted.—Arqueo una de sus bien marcadas cejas— Encontrará un libro de normas de convivencia y horarios de comidas en su cuarto, sobre la cama.

—No será ningún problema.—Respondí intentando no mirar la espuma en su bigote.




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