—No te vuelvas a quitar los guantes —me vuelve a recordar la señora Donovan— Tienes que obedecer ¿no sabes cuantos gérmenes tienen las personas? Mas si son la gente común, son sucias y…
La señora Donovan hace un gesto de asco.
Asiento, no pienso discutir, haré lo que crea conveniente.
Observo la mano de Holder, el lleva sus guantes.
Claro es imposible que alguien como él se acerque a las manos sucias de las personas.
Holder observa a través de la ventana del auto, esta es la primera vez en una semana que nos sentamos juntos sin discutir, incluso en los eventos a los que fuimos no podíamos fingir llevarnos bien, al menos ahora nos comportábamos más civilizados.
—Recuerden, las cámaras les seguirán hasta el estudio de televisión.
Descendemos del auto.
Unas cámaras comienzan a grabarnos y seguirnos.
Saludo con la mano a los que puedo, no sé a quién mirar entre tanta gente.
Intento respirar más lento para calmarme y comienzo a saludar a las personas, me quito los guantes para poder sentir su apoyo y cariño
—¡Eres muy dulce, serás una gran princesa!
Grita un grupo de personas mientras les doy la mano.
Les sonrió ese tipo de comentarios últimamente son los únicos que me alegran.
—¡Puta! —1ogro oír que una mujer me grita.
Le devuelvo una sonrisa, esa mujer no me conoce me repito.
—Anwen —oigo una voz infantil a mi espalda.
Me giro y veo una figura pequeña corriendo hacia mí, lleva unas flores.
Sonrío, algo debo de estar haciendo bien.
—¡Alejen a ese niño!, ¡pude ser peligroso! —grita alguien de la seguridad.
Varios de ellos se lanzan sobre él, puedo oír el llanto de susto del pequeño.
—¡No lo toque! —grito y trato de empujarlos con toda la fuerza que tengo, ellos no me obedecen— ¡Déjenlo! —vuelvo a gritar.
—¡Suéltenlo! —dice Holder y viene junto a mí.
La seguridad obedece inmediatamente.
El pequeño corre hacia mí y me inclino para recibirle, me abraza tan fuerte que desordena un poco mi pelo.
—Ya estas a salvo —trato de consolarlo.
Un hombre viene desde el público, el niño al verlo corre hacia él.
—Mi niño habla de usted y quería darle esas flores. Discúlpenos si los molestamos —dice apenado y me ofrece el pequeño ramo de flores.
Le ofrezco una sonrisa y la recibo, huelo el aroma.
—Son las mejores que e recibido —le sonrio1
El pequeño hace una señal para que me acerque, toma una de las flores y me las coloca en la oreja.
—Mas bonita —sonríe.
—Cada vez que amanece agradezco a gente como ustedes que cree en mí —digo al padre, le estrecho la mano agradecida
El hombre sonríe y se ajena cargando a su niño en brazos.
—¿Continuamos? —pregunto a Holder.
Él a observado la escena, me alejo de él y voy hacia al público y continúo saludando.
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—Bienvenidos a ustedes que son fanáticos de la familia real y de sus integrantes —sonríe la periodista a la cámara.
La e visto en la televisión entrevistando a políticos y grandes figuras y ahora estaba por entrevistarme a mí. Su pelo negro y su piel morena, además de su intelecto superior a la media, han hecho que sobresalga entre otros periodistas.
Ella está sentada frente a nosotros en un sofá crema, al igual que nosotros.
—Hoy nos acompañan Su Alteza Real: el Príncipe Holder Wienfort y su prometida la señorita Anwen Clive.
Las cámaras se giran hacia nosotros, sonrío, tal y como me han dicho que haga.
—Es magnifico lo que se a visto ahí afuera. Las flores en tu cabeza, ese pequeño deseaba conocerte, de verdad —ríe la periodista.
—Ehhh, si —me acomodo el pelo.
La periodista me sigue observando esperando que diga algo más.
Busco entre mis pensamientos, mi lengua se traba.
—Anwen es como un dibujo animado —comenta Holder, las cámaras lo enfocan a él—. Cada persona que logra conocerla o cada niño que se le acerca la quiere inmediatamente.
Le miro perpleja por sus palabras, ¿eso piensa de mí? no, es lo que esperan que él diga.
—Si, lo pudimos ver en sus eventos —sonríe—. Ustedes son muy diferentes a la pareja conformada por el Príncipe Andrew y la señorita Evangeline.
Ambos la miramos confundidos.
—Ustedes desbordan amor, esa escapada el día de su presentación, cuando fueron presentados en su instituto, muy claro está que no cumplen con el protocolo de no darse tantas muestras de cariño en público, en cambiado la otra pareja, ahora que están en su gira de compromiso no se han dado tantas muestras de cariño, ellos cumplen con el protocolo, ¿creen que al no ser los herederos se sienten con más libertad de expresar en sus gestos lo que sienten?