—Últimamente viene mucho por aquí ¿no?, a estado ahí dos horas ¿cuántas horas lleva esperándote?
Sonrío, me pongo mi abrigo.
—Me está enseñando a conducir. Bueno, adiós jefe, nos vemos mañana.
Salgo por la puerta y me dirijo directamente a su auto.
La ventana del auto desciende.
—¿Por qué no subes? —pregunta con una sonrisa.
—Mmmm —finjo pensar poniendo un dedo en la mandíbula—. Ya se manejar, ya pronto daré mi examen de conducir ¿Por qué sigues…—me sonrojo—, ¿por qué sigues viniendo a enseñarme?
Ríe.
—¿Qué? ¿Por qué te ríes? —sonrío extrañada y contagiada por su risa.
La brisa mueve un poco mi flequillo de la frente, me acomodo más el gorro de lana que llevo.
—Por ti, me haces sonreír cuando te veo.
Le miro anonadada, no sé qué decir, yo le hacía reír.
—Señorita, ¿la llevamos o no? —pregunta el señor Baan desesperado desde el asiento del conductor.
Miro el cielo, quizá ese día sería el primer día que nevaría, seria mejor estar en casa con un buen chocolate y abrigada.
Me subo al auto.
—¿La ilusión de mi compañía te convenció? —dice divertido Holder.
—No, lo hizo la ilusión de estar en una cama caliente.
Rio.
—El no lo ha vuelto a hacer ¿verdad?
—No —contesto inmediatamente, desvío la mirada de él y me concentro en las calles adornadas con las luces navideñas y luego me vuelva a girar a el—. Cada día que me lo peguntas la respuesta es no, no creo que mi padre quiera tener problemas con un príncipe —bromeo.
—No sabes cuanto me atormento cada día, pensando que ese hombre… ese hombre te haga daño.
—Tengo suerte —aprisiono su mano que reposa en su regazo, esta fría—. No toda chica tiene a un caballero de brillante armadura.
—Corrección, no toda chica tiene un príncipe que la cuide.
Recuerdo el regalo que tengo por su cumpleaños el regalo que aún no le e dado, veo sus mejillas y nariz rojas por el frio.
Llegamos a mi casa, desciendo del auto.
—Antes de que te vayas tengo que darte algo —entro corriendo a casa, subo los escalones busco entre mi armario y saco la bolsa, miro por la ventana, Holder a descendido y mira a su alrededor. Un auto lujoso se detiene al frente.
¿Qué hace aquí? ¿yo nunca le caí bien?
Desciendo las escaleras rápidamente y salgo apretando la bolsa entre mis dedos.
—¡Estuviste desaparecido toda la tarde!, ¡incluso el gps de tu auto esta apagado!. ¡Eres el príncipe, no puedes desaparecerte por una chica!
Holder está tirado en el piso, voy corriendo hacia él, un poco de sangre sale de su labio, le ayudo a levantarse.
—Estoy bien —me susurra—. Tío, ¿ahora tú también te volverás como mi padre? —pronuncia socarronamente, limpiándose la sangre.
—¿Tu padre? ¿De qué padre me hablas? ¡Ya no tienes un padre!
Holder deja de moverse.
—Si, la Torre de Ederling a caído.
En clases de historia y política nos habían dicho que cuando alguien de la familia real moría se le asignaba nombres en clave para comunicar su muerte, por ejemplo, torre de Ederling, el puente de Cuirda, etc.
Sostengo a Holder, que parece que va a perder el equilibrio.
—¡Has dejado tus responsabilidades, por esta chica!, ¡esta chica a la que te advertí no acercarte! ¡Entiéndelo! —se acerca amenazadoramente—, alguien como ella no puede ser nada más que tu amante.
—¡Tío!
—Ahora más que nunca deben de estar unidos —le digo a Holder.
El señor Baan abre el auto de Holder y le invita a pasar.
Holder se aleja de mí, su mirada esta apagada, como si todo en su cabeza se estuviese replanteando.
Veo caer copos de nieve sobre Holder. Levanto la mirada al cielo, casi ya a anochecido, veo mi mano con el regalo y voy corriendo hacia Holder. Me pongo frente a él y le ofrezco una sonrisa cuando me ve.
Saco su regalo y lo enrollo en su cuello
—Lo hice de ese color para que convine con tus ojos, creo que lo vas….
Holder me abraza fuertemente, la nieve se hace mas copiosa
—Te lo dije, mantente cerca por que cuando te veo sonrío.
Acaricio su espalda conmovida.
—¡Holder! —ordena el Principe Jamie.
—Estaré donde tú sabes, si me necesitas.
Le digo y dejo que se vaya. El príncipe Jamie me lanza una mirada de odio, parece que va decir algo, pero se queda en silencio y se sube a su auto.
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