Princesa Juliana: La maldición de la corona

Capítulo 9

 

―Hemos revisado meticulosamente la casa y los alrededores en busca de algún peligro, pero no encontramos nada fuera de lo normal.

Nicole y los padres de Julia, de inmediato, se sienten aliviados ante el anuncio de John. Y es que, después del ataque sufrido, la gran probabilidad de que la Insurrección intentara un ataque en el nuevo domicilio de los Byington, ha estado latente en sus mentes.

―¿Arreglaron la situación con los civiles? ―Interroga Nicole acerca de la siguiente línea de importancia que debe explorar―. ¿Cuántos de ellos murieron?

―Un equipo especial se encargó de ellos luego de que nos marcháramos. A los civiles se les informó acerca de un posible atentado terrorista para no levantar sospechas. Según los informes enviados por el capitán del equipo a cargo de camuflar la situación, solo perecieron quince personas, entre ellas George; asimismo, hubo sesenta y siete heridos.

―¿Cuál fue la causa de la muerte? ¿Por qué fueron producidas las heridas?

―Tres individuos murieron a causa de un infarto al miocardio; dos, por crisis de asma; nueve, por aplastamiento y uno, a causa de un trauma craneoencefálico severo ―expone John mientras lee una carpeta―. Con respecto a los heridos: las lesiones en su mayoría fueron causadas por golpes entre las personas cuando intentaban escapar del ataque. Ninguna herida fue de gravedad.

El sujeto termina su informe y Nicole se percata de que sus sospechas son ciertas: Nadie fue herido por balas o por pedazos de vidrios. La información divulgada por algunos agentes de la organización acerca de que cierta facción de la Insurrección trata de no asesinar, ¿será posible? A ella esto le es difícil de creer pues la situación carece de lógica; se supone que cuando se está en el campo de batalla, no hay lugar para la compasión.

―¿Lograron identificar a los hombres? ―Indaga la agente.

―Aún no, eso está en proceso.

De improviso, un grito infantil proveniente del segundo piso de la morada, coloca a todos en alerta. Así, los presentes corren a toda velocidad hacia la habitación de Julia.

La señorita Carroll es quien se adelanta, abre la puerta y encuentra a la doceava gritando.

―¡Mamá! ¡Papá!

La pequeña corre a los brazos de sus padres llena de miedo. Ella está asustada, piensa que el hombre al frente suyo, quiere matarla.

Nicole mira con furia a Leonti que sostiene en sus manos una pistola.

―¡¿Por qué tienes un arma en tus manos?!

―Tú me dijiste que tenía que estar alerta y…

―¿Y por eso tienes un arma en las manos? ¿No te das cuenta? ¡Asustaste a la princesa!

―¡No era mi intención! ―Niega―. Terminé su revisión. Ella estaba dormida y me dirigí a la ventana. Si saqué mi arma fue porque observé un movimiento extraño en unos arbustos.

―¿Un movimiento extraño? ―La señorita Carroll mira a John y éste saca su arma―. Revisa la ventana, yo te cubriré.

Sin perder tiempo, ambos colocan en posición y como expuso el joven Góluveb, unos arbustos empiezan a moverse. Sin embargo, la señorita y John se llevan una gran sorpresa cuando descubren una gata con sus pequeños gatitos que salen del lugar. Ante esto, Nicole observa a su compañero y camina hacia él, guarda su arma, tira de su corbata y le susurra en el oído:

―Agradece que la princesa Juliana está al frente nuestro porque de lo contrario, te asesinaría por inepto.

El hombre la mira perturbado y es de esperar, Nicole tiene un pésimo humor y con esto… No ha hecho nada bueno al provocar su ira.

A continuación, la señorita Carroll deja a Leonti y se acerca a la niña que aún se aferra a sus padres. Ella se inclina hacia a la altura de la pequeña y toca su hombro para llamar su atención.

―Tranquila, sé que se asustó, pero nadie en esta habitación le hará daño. El hombre que está allá ―señala a Leonti―, es mi compañero y no era su intención asustarla. ―Se levanta y al instante, Julia muestra que es sosegada ante sus palabras, separándose de sus padres―. Dejando eso en claro… ―Hace una señal con la mano y sus acompañantes se acercan―. Usted los había conocido anteriormente, pero es necesario que se los presente de forma adecuada. Él es John Lauper, miembro de la segunda rama de la sexta familia.

―Es un honor estar a sus servicios, princesa Juliana ―habla el hombre que está al lado derecho Nicole, haciendo una reverencia.

―Él es Leonti Góluveb ―presenta al otro hombre―. Él es miembro de la segunda rama de la tercera familia.

―Mucho gusto, princesa. ―Hace una reverencia y añade―: Lamento mucho haberla asustado. Nunca ha sido mi intención atacar a su alteza.

La niña los mira nerviosa. Ellos siguen haciendo su reverencia esperando sus palabras, pero ella no sabe qué decirles. Julia se siente incómoda ante la situación y más aún, cuando la llaman por un nombre que no es el suyo. Por lo cual, se acerca a Nicole y pregunta:

―¿Qué les debo decir?

La señorita Carroll suspira. Julia necesita mucho entrenamiento para que pueda discriminar cómo comportarse ante determinadas situaciones.




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