Princesa Juliana: La maldición de la corona

Capítulo 20

La pregunta es: ¿Cuál es la problemática con la nueva metodología? ¿Debería realizar un nuevo cambio?

Luego del primer intento fallido de Julia por aprender la ergoquinesis, Nicole probó una nueva metodología que consistía en sensibilizar durante tres días a la niña acerca del poder psíquico de su interior y así, ayudar en el proceso, a que éste se estabilizara. Posterior, los siguientes cuatro días, la alumna se concentró solo en absorber energía de la vegetación.

La situación ahora, es que ha transcurrido una semana de entrenamiento, pero no ha habido mejora alguna en las habilidades psíquicas de Julia. Día tras día, la señorita Carroll ha estado al lado de la pequeña apoyándola y su preocupación se acrecienta. Inclusive, por la mente de la joven agente, ha llegado el pensamiento de que existe la probabilidad que ella misma sea la culpable, por haber usado una técnica nueva y peligrosa en la pequeña. No obstante, esto ha sido descartado por Leonti, quien le ha asegurado que las neuronas de Julia están bien, así como la sinapsis de éstas.

―Esto es aburrido ―comenta Dan mientras se recuesta en un árbol―. Esta princesa es una completa inútil.

―¿Cómo te atreves a decir eso frente a ella? ―Espeta Nicole indignada, dejando de dar palabras de aliento a Julia―. Eres un maldito insensible, la princesa está haciendo su mayor esfuerzo.

―No te enojes, solo estoy diciendo lo que pienso y lo que los miembros del consejo enuncian.

Nicole no contesta el comentario malintencionado de Gasser y, al contrario de seguirle el juego, decide darle la espalda y concentrarse en Julia quien tiene los ojos llenos de lágrimas. Así, se coloca a su altura y la abraza, acariciando su espalda para que se tranquilice. Por su parte, Julia lucha por no derramar sus lágrimas, más la impotencia y desesperación la abruman.

―No le preste atención a Gasser ―dice Nicole mientras limpia una lágrima que ha rodado en la mejilla de la niña―. Todos tenemos un ritmo para aprender. A usted, probablemente le lleve un tiempo, pero lo hará excelente.

―¿Por qué no lo puedo hacer? ―Indaga mientras aprieta sus pequeños puños frustrada―. ¿Por qué no aprendo?

―Tal vez el problema no sea usted, sino nosotros ―alega con una sonrisa―. Puede que Dan y yo no estemos usando el método adecuado.

―No te equivoques ―interrumpe el hombre la conversación―. El problema es que esta niña es diferente a sus antecesoras y no en el buen sentido, como todos pensábamos. Sus habilidades son precarias. A este ritmo, no será ni la sombra de la onceava princesa.

―Todas las princesas han sido diferentes ―comenta Nicole con enfado pues si hay algo que odia, son las comparaciones―. No te atrevas a igualar a la doceava con las demás.

Ambos quedan en silencio mientras Julia frota sus ojos para limpiar sus lágrimas. Nicole deja de abrazarla al percatarse de que vuelve a estar tranquila y que talvez ya haya ignorado todo, pero en realidad, la niña está meditando cada una de las palabras de sus maestros, recordando las historias que leyó acerca de las princesas.

―Eso no es cierto, señorita Carroll ―pronuncia llamando la atención de la pareja de tutores―. Las historias de todas las princesas se parecen mucho, no son tan diferentes. Cuando leí los manuscritos, me di cuenta de que solo hay dos distintas y yo soy una. ¿Por qué el período de los sesenta años no se cumplió conmigo?

La joven mujer suspira y queda en silencio. Al igual que muchas otras cosas, la respuesta a la pregunta de Julia no tiene respuesta. Nicole tiene una hipótesis al respecto, más no puede darla a conocer y menos, porque supondría mencionar la muerte de la anterior princesa, asunto que no puede revelar.

―¿Tiene relación con la muerte de la anterior princesa? ―Interroga la pequeña, interrumpiendo los pensamientos de Nicole.

De inmediato, la mirada de la señorita es dirigida a Dan quien se encuentra cruzado de brazos, con una sonrisa burlona y con un brillo en sus ojos, demostrando lo divertido que es para él la situación que a ella le mortifica.

―¿Por qué no hizo esta consulta antes? ―Inquiere con cierto temblor en su voz, una pregunta que es más para ella que para Julia.

La problemática ahora gira en torno a las acciones de Dan. El miedo se apodera de Nicole al pensar que él desee abrir su boca como lo hizo antes.

―Si lo desea, puedo explicarlo yo. ―Se ofrece Dan sonriente, a punto de convertirse en una pesadilla―. Hasta ahora han existido doce princesas. Como mencionó, solo hay dos que han sido diferentes y…

―La onceava murió a sus catorce años, cuando la princesa Juliana intentó tomar su cuerpo ―interrumpe la niña a Dan y añade―: Fue diferente porque según el libro, la princesa Juliana intenta poseer a la persona cuando cumple veintiún años, no antes. Por otra parte, yo nací un año después de la muerte de la onceava; aún faltaban cuarenta y cinco años para que naciera una nueva princesa.

Tanto Nicole como Dan muestran sorpresas en sus expresiones faciales. Normalmente, a una niña de seis años, le hubiese sido demasiado difícil analizar algo así, con tan solo leer una vez un libro.




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