Princesa Marroqui

2-Embobados y encantada 2

 

Al cumplir sus trece años tuvo su primera menstruación y empezó a usar velo, no le agradaba ya que su precioso cabello largo quedaba oculto, pero sabía que eran las reglas y que solo su futuro esposo se deleitaría con este.

Mientras Iris crecía feliz y hermosa, sus hermanos tenían hijos y su padre envejecía en paz, ella estaba más obsesionada con el empresario que no solo se había hecho cercano al rey, sino que había incursionado en la política acercándose demasiado a su familia y aspiraba a mucho más de lo que ya tenía.

Iris cumpliría pronto su mayoría de edad y su padre le pregunto que deseaba de cumpleaños, sus hermanos también querían hacerle un regalo especial y aunque no tenían idea de que podían darle a la niña que lo tenía todo, decidieron dejarlo a su elección.

Sin embargo, ellos ni se imaginaban que su pedido los haría replantearse si estuvo bien que nunca le dijeran que no a nada y que siempre le cumplieran todos sus caprichos, Iris no era vanidosa ni egoísta, al contrario ayudaba a los más necesitados, a pesar de eso cuando quería algo manipulaba a todos los implicados hasta lograrlo y es que ella era la única princesa de marruecos ya que no había nacido otra niña desde que ella nació y eso hacía que desde los sirvientes hasta el gran monarca estuvieran a sus pies cumpliendo todos sus pedidos sin réplicas, aunque como se dice comúnmente siempre aparece alguien que se convierte en la horna de tu zapatos y para la princesa marroquí ese era el empresario que la escandilo a primera vista.

—¿Cuál es tu pedido habibi, sabes que, si no está en mis manos buscare quien lo busque para ti? —musito el rey, ella lo miró con su mirada de cachorro que los tenia a todos embobados.

—Vamos hermanita dinos que deseas si no existe lo fabricamos para ti—expresa Said haciéndola mirarlo como si fuera un Dios.

—Prométanme que aunque la idea no sea de su agrado la aceptaran porque yo lo deseo con todo mi corazón desde hace varios años—los siete hombres asintieron suponiendo que pediría viajar o ir a estudiar fuera y en realidad esto ultimo lo tenían contemplado ya que esta destacaba por su inteligencia y según los maestros que le daban clases tenía unos de los coeficientes intelectual más alto en todo Marruecos.

Ella no le interesaba ir a la universidad ya que había hecho múltiples cursos en línea y era muy buena con los números, pero más que nada era la única heredera de su madre y tía que tenían una cuantiosa cantidad reservada para ella.

—Quiero ser la cuarta esposa de Haidar Sadde—musito con temple y el silencio que se extendió por todo el salón dejaba claro que lo que venía era caos total.

—Jamás lo permitiré, eres una princesa, mi princesa y mereces mínimo un rey que sea solo tuyo y no lo debas compartir con otras mujeres, mereces ser la unica que le dé hijos, mereces más—se exaltó su padre, sus hermanos estaban anonadados por la extraña petición de la chica.

—No creo que sea conveniente te lleva como 15 años, tiene siete hijos y al parecer su vida con sus tres esposas es conveniente para él y le funciona a ti no—musito Amín V consiente de lo celosa y posesiva que solía ser su hermana.

—En realidad son 16 años, Además Haidar me comento que ya no desea otra esposa, pues las que tiene  se llevan bien y se han acoplado unos a otros, él no está interesado en ti y mucho menos cuando aún eres una niña, recapacita deberías querer viajar, estudiar o conocer el mundo—expuso Said consternado por las ocurrencias de su hermana.

—Él hizo una promesa cuando lo conocí, que si al yo crecer no tenía cuarta esposa me…

—Por Dios hija estaba siendo gentil, le habías dicho que pidiera tu mano, no iba a ser grosero con la hija pequeña del rey—ella negó, pues no estaba de acuerdo con la negativa de sus familiares

—Lo quiero como marido, es lo único que deseo y si ustedes no me ayudan por las buenas lo será por las malas, pero lo será, Haidar Sadde será mío, ….




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