Dejé ir bostezo al ver que de nuevo no encontraba algo interesante en la copia que le saqué al diario de Avery. Estoy aburrida que solo habla sobre de su amor por Lucas, de los problemas que ha tenido con su familia y del odio que le tiene a su hermana. He tenido que identificar todos aquellos personajes, porque por una extraña razón, ella los clasifica por sobrenombres o por pronombres personales.
No estaba a gusto con mi propia investigación y aunque aún me faltaba varias páginas, a veces perdía las ganas de seguir leyendo, porque ese romance que solo lo sueña Avery y no Lucas, empieza a enloquecerme en cada momento que veo la palabra “me gusta”, “quiero estar con él”, “es todo para mí”, “es mi mundo”, “no sé qué haría sin él”… Dios, Avery me va a volver loca, cuando a cada momento mencionaba y repetía esas palabras como si se tratará de un libro de una adolescente con problemas de amor tóxico.
Dejé las páginas a un lado mientras me daba la vuelta en la cama y pongo de almohada mi brazo, mientras repasaba en mi mente las palabras de Xavier, desde el viaje hasta la llegada de Western City, él no me ha dirigido ni una mirada y ni una palabra. Es difícil tener que absorber esos pequeños detalles y tener que reprimir ese dolor solo para poder aparentar que todo me está yendo bien, sin necesidad que él no me dirija cualquier acción.
Por veces pienso que soy tan orgullosa que no acepto mis errores y luego me estoy arrepintiendo de mis propios actos; no es que me suceda seguido pero siempre que estoy bien, de cualquier manera, al final siempre me sucede algo para que esa felicidad se marchite como una flor.
En total, quien diría que ser princesa por elección debía de ser fácil, no creería que la educación siempre se basara en la ética y en los libros, o que el comportamiento humano solo estaba regido en valores y moral.
No, sin lugar a dudas, todo estaba conformado por pequeñas partes de un todo.
No creyera en mis propias palabras, si no fuera porque he vivido de dos maneras mi vida, la mayor parte de mi vida ha sido aprender a mí manera, aprender de otros y aprender de los riesgos que me propone mi destino. Y la otra parte, ha sido por medio de la competencia. He aprendido de modales, de tener una educación que ni la misma clase alta ha podido tener, he aprendido que no todo lo bueno es malo como lo malo no en todo puede ser bueno.
Es más que insuficiente decir, que una elección y un matrimonio terminaran siendo lo mismo solo porque terminaras casada, con un hogar estable y con un reino el cual gobernar.
No, estaría bien si no me sintiera tan inconforme en el lado de querer ser una princesa.
Xavier no es un motivo para que me detenga en no querer tener una vida con él pero por un lado debía de darle la razón. Si no estaba preparada para ser una princesa, como me tomaría el papel de ser una esposa y más, que algún momento tendré que tomar un propio lugar en un trono donde deberá de decidir el bien de una nación. No puedo hacer eso, si no confío en mí misma, además, ¿cómo podría confiar en los demás? No es que sea desconfiada en todo momento pero hay personas que se aprovechan de la humildad y la bondad que uno les ofrece, y es en ese momento en donde proviene el dicho «si le das la mano, puede tomarse el codo» He sido demasiado injusta con Xavier y no solo desde la perspectiva de no ser una persona sincera, sino que también he sido yo quién le ha provocado dudas.
Sus palabras antes me habían dolido aunque fueran ciertas, si él se deja llevar solo por amor y no también por su lado de razón, pueda ser que luego se arrepienta de su decisión. No es que me sienta mal si al final él elige a otra que no sea yo; pero es de ver esa pequeña parte en la cual si termina por casarse conmigo, ¿cómo yo reaccionare al tomar un encargo mucho mayor que en haber pensado alguna vez que yo solo terminaría siendo una esposa que cuida hijos y hace los deberes de la casa? Realmente no lo tenía planeado ni de cerca, si Xavier me eligiera sin pensar bien las cosas, al final solo llegaría a ser más que una ¿princesa por elección? En vez de decisión. Todo era muy confuso desde la cabeza hasta los pies, sí no llegaba a hacer algo y tomar una decisión; al final terminaré por perder todo.
—Adelante.
Dije, al escuchar cómo tocaban la puerta de la habitación, pero antes, puse todos los papeles debajo de la cama para que no fuera convincente que no estaba descansando sino que buscando la verdad para incriminar a Avery y Lucas. De inmediato, observe como pronto Neil aparecía, con una sonrisa en su rostro, ya es de costumbre verlo todos los días así que ya no sabía si es por lo bien que me está yendo en la competencia o por Wayberly.
— ¿Quieres salir? Mira que ahora solo pasas dentro de la habitación y cuando no estoy es el momento adecuado para que tú te termines de meter en problemas. —Reí.