Me puse la capucha de la sudadera negra para ir saliendo de manera silenciosa de la habitación de mi hermana, es muy temprano para predecir que alguien de mi familia pueda estar despierto pero eso no quiere decir que con un mal paso que dé, la madera pueda dejar ir un crujido y al final uno de ellos no terminara por despertarse por el ruido.
No debería de importarme cuando sé que mi familia no llegará a preocuparse acerca de dónde termine por dirigirme esté día, pero aun así, tengo en mente quien es la persona que terminara por seguirme oficialmente sin poder darme la oportunidad de ir sola al lugar que voy.
Abro la puerta y antes de salir, le doy una última mirada a mi casa antes de comenzar con mi largo recorrido; termino por cerrar la puerta para comenzar a alejarme rápido de Hillburg Prince, debo de ir a aquel lugar para no solo enfrentar mis miedos y olvidarlos, sino que también, terminar un ciclo lleno de traumas y pesadillas que no me dejan tener noches tranquilas.
Mis zapatos terminan por deslizarse unas cuantas veces entre las piedras y la nieve que ha quedado en el camino al pasar cerca de un puente donde cae un pequeño riachuelo que se encuentra congelado y cubierto de nieve a sus extremos. La madera con la que está construido el puente empieza a temblar y crujir con cada pisada que doy haciendo que vea los primeros huecos que han comenzado a destruirlo; antes de continuar con mi camino, dejo de caminar para pensar si es buena idea seguir adelante o regresar para dejar las cosas como son pero pienso que si no hago nada por mí, las cosas no cambiaran y además de ello tengo demasiada aversión ante las pesadillas que suelo tener una o dos veces a la semana con ese suceso.
Después de haber pasado entre calle y calle voy buscando el camino que da el inicio de la ciudad Low Village, la primera ciudad del lado Sur. Claramente para que nadie se dé cuenta que vengo del palacio, tuve que ponerme las ropas sucias y rotas que usaba hace unos meses para trabajar, los zapatos por supuesto tuve que mancharlos con ceniza y barro para que no se vean muy nuevos, lo único que parece no ser de aquí es el suéter negro pero posiblemente puedo fingir al haberlo robado de alguien con un estatus mayor, ya que una parte de la población del Sur les toca subexistir por medio de robos, asaltos, extorciones y si es posible algunas que otra amenaza que puede llevar a la muerte a las víctimas.
Low Village no es un pueblo con mucha delincuencia pero sí puedo decir que la población ha incrementado en los últimos años, antes el censo que habían hecho decía que ese pequeño pueblo constaba de 150,000 habitantes pero ahora se menciona que hay unos 820,000. Y eso que la tasa de mortalidad ha pasado de ser media a alta, añadiendo que la natalidad también ha empezado a aumentar.
Si por lo menos los de clase alta no gastaran en comer grandes cantidades de comida hasta parecer unos cerdos y no se lucieran en bañarse en tinas de oro repletas de monedas posiblemente los del Sur tuvieran otra vida, a su vez no fuera un distrito tan peligroso como se conoce hoy en día. Las posibilidades de cambiar el país son altas, creo que una mano no solo puede hacer el cambio sino que debe de estar apoyada de varias para que las obras vayan creciendo y así se les de mejores oportunidades a los de clase baja.
Cuando vi un enorme tronco que mantiene varias señales diciendo a qué lugar queda cada ciudad, observé la que lleva el nombre de Low Village así que al pasar por el lado izquierdo, empecé a ver la penumbra de la plena mañana, por ser lado Sur no cae muy temprano los rayos del sol, pero lo que si es que sea muy fácil que anochezca, así que al ver la neblina, solo tuve que tener la seguridad de tener los ojos bien abiertos y la espalda muy respaldada por cualquiera que me sorprenda con alguna arma, en realidad, no es que desconfiara de estas personas que tienen peor vida que yo pero tampoco puedo dejar desapercibido de que algunos puedan llegar a atacarme solo por obtener alguna riqueza de mí.
Al llegar al pueblo, trato de ir a pasos ligeros pero no muy largos, necesito mantener mi postura antes de que cualquiera se dé cuenta que no soy proveniente del Sur. Además, ellos se reconocen no solo por su comunidad sino que por tener mudadas peores que los del Oeste, también por sus enfermedades o por el semblante que manifiestan al ver uno con un estatus mayor que ellos.
De Low Village debo de pasar a Iquita y de allí a Teptis para poder llegar a mi destino que es Valley of the Evil; por lo menos todos los pueblos están cerca solo los diferencia un par de metros que todos tienen; del bolsillo de mi pantalón saco un reloj de muñeca que me traje para visualizar la hora, 5:30 am; estoy en perfecta hora aunque no debo de tardarme mucho porque tengo que regresar antes del atardecer sino llego en buen tiempo pueda ser que termine en problemas, entre ellos, ser una buena carnada para quienes necesiten mucho dinero de parte del rey.
(…)
Me detengo debajo de un árbol y me acarició mis piernas, ir caminando ha sido más difícil que pedir un burro para que este me llevé hacía el lugar donde quiero pero debo de ser muy cautelosa con mis acciones sino capaz alguien me pondrá el dedo y dirá que tengo dinero para contratar a un animal que me llevé a cierto lugar. Dejo ir un suspiro hasta secarme las gotas de sudor de la frente y la garganta, el calor ha empezado a aparecer aunque estemos en época de invierno, tengo ganas de quitarme el suéter pero me contengo al saber que es lo único que puede llegar a cubrir mi rostro; de nuevo tomo aire y enderezo mi cuerpo para seguir caminando, solo falta un kilómetro y por fin llegare a “Valley of the Devil”.