IV. Días Grises.

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Tania se sentía como la peor persona de la historia pero sobre todo se sentía sola, había intentado  disculparse con Fátima de mil maneras pero ninguna dio resultado y las otras tres chicas se pusieron de parte de Fátima como era de esperarse, así que la princesa de Naturaleza se quedó completamente sola, quería vengarse de Jone por haberle quitado a sus amigas pero eso solo las alejaría más, de eso era consciente por ello ideo un plan, le rogo a sus padres irse lejos y aunque al complacer el capricho de la pequeña estuvieran rompiendo una de las sagradas reglas, nunca le negaban nada y esta vez no fue la excepción por ello la mandaron a un internado muy lejos de donde vivían. Tania se fue durante tiempo indefinido a un lugar desconocido y ninguna de las cuatro princesas se dignó a despedirse de ella.

Vaya amigas – se dijo a si misma antes de abordar el avión.

Tania se había ido y ninguna de las jóvenes se vio afectada por eso, honestamente cada una tenía sus propios problemas.

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El día en que Tania se fue de la ciudad, no fue uno de los mejores para Hilary, pues ese día le dijeron una dolorosa verdad.

Me están diciendo que mi madre me abandono durante todo este tiempo y que ahora está muerta – gritaba Hilary.

Hilary por favor, no queríamos decírtelo así, Megan era una buena persona es solo que la muerte de Fernando… - empezó a decir Celeste antes de ser interrumpida bruscamente por la princesa de Hielo.

Mi padre – corrigió Hilary.

Si, tu padre, le afecto demasiado, te dejo a nuestro cuidado, pero… - dijo Celeste haciendo una pausa.

Pero ¿Qué? – pregunto Hilary y el silencio empezó a reinar en el lugar – Celeste, dime, me criaste como una hija, te llegue a considerar como mi madre, que pasa ¿Por qué me dices que mama murió? ¿me llevaran al orfanato? ¿se desharán de mí? – dijo en forma de reproche.

Si fuera por nosotros seguirías aquí, es solo que no es posible – decía Mario, esposo de Celeste.

¿Por qué no es posible? – volvió a preguntar Hilary.

Tu padre tiene una hermana, se enteró de la muerte de tu madre y te reclamo legalmente, ella tiene derecho porque son familia de sangre, vivirás con ella a partir de mañana – Hilary se quedó en silencio procesando toda la información, su madre, la cual creía estaba trabajando en el extranjero, motivo por el cual no la veía, en realidad la había abandonado desde hace años, ahora su vida normal al lado de Acua y sus padres se le es arrebatada por una tía de la cual Hilary desconocía su existencia.

¿Tu sabias sobre esto? – pregunto Hilary a su mejor amiga la cual evitaba verla a los ojos y se mantenía en silencio, un silencio que gritaba un SI ensordecedor - ¿desde cuándo? – otra vez silencio.

Hace un tiempo – respondió por fin Acua sin despegar la mirada del suelo, Hilary no dijo nada más, se dio la vuelta para salir de la casa.

Hilary, espera – la llamo Celeste – tenemos que hablar de esto.

Empacare mis cosas más tarde – dijo con voz gélida mientras abría la puerta – iré a ver a Valentina – dijo sin esperar respuesta alguna y salió corriendo del lugar, corrió hasta alejarse de todo, lo único que necesitaba era estar sola un momento. Termino por ir al lago, lo cual no fue la mejor de las decisiones pues si intentaban buscarla ese sería el primer lugar que revisarían, metió los pies en el lago, pero tan pronto como el agua tuvo contacto con su fría piel, una fina capa de hielo se extendió a lo largo del lago. Hilary retrocedió asustada del lugar hasta chocar con un árbol el cual rápidamente se empezó a cubrir de escarcha ´´ ¿Qué está pasando? ´´ pensó ella – tranquila Hilary solo detente – se decía a si misma mientras movía las manos de un lado a otro tratando de parar, pues el hielo seguía extendiéndose a lo largo del lago y lo único que logro fue que empezara a nevar a su alrededor. Hilary miro sus manos con miedo y se abrazó a si misma – ayuda – susurro sin esperar que alguien respondiera su petición, al poco tiempo sintió unos brazos alrededor de sus hombros.

Tranquila Hielo – Hilary reconoció enseguida esa voz.

No sé qué hacer Ian – dijo Hilary en susurros.

Antes que nada, debes tranquilizarte – respondió el.

¿Por qué todo el mundo me dice eso? ¿acaso nadie tiene idea de lo que estoy pasando? Me acabo de enterar de que mi madre me abandono todo este tiempo lo cual ya no importa porque ahora está muerta, soy huérfana y mañana llegara una tía, hermana de papa a cuidarme, pero yo vivo bien con Acua y sus padres – decía Hilary intentando contener el llanto – nadie entiende lo que siento – dijo la misma frase que cuando murió su padre.

Yo si – contesto Ian para sorpresa de Hilary – mi padre murió el mismo día que el tuyo y digamos que tuve que dejar a mi madre desde muy temprana edad – dijo el chico con nostalgia al recordar cómo fue sacado de casa a sus escasos cuatro años y medio para ir al reino Arcoíris para entrenar y convertirse en protector, la reina de Arcoíris no era exactamente cariñosa, que su nombre no te engañe, el reino de Arcoíris es un pueblo de soldados, mestizos, una mezcla de Calor y Tormenta por ello el nombre, puesto que si combinas el sol (escudo de Calor) con la lluvia (escudo de Tormenta), si hablamos de fenómenos naturales obtenemos el Arcoíris, de ahí deriva el nombre y la gobernante de dicho pueblo, entrenadora de los protectores, era audaz, sólida y sumamente seria cuando se trataba a las princesas o como ella les decía ´´su misión´´.

Su misión es proteger a las princesas y si pudiera hacerlo personalmente lo haría pero tengo un pueblo que gobernar, por ello ustedes los protectores son algo así como mis soldados o representantes como prefieran, los protectores deben seguir tres sencillas reglas, la primera y la más importante jamás deben interactuar de ninguna manera con ellas, serán su sombra y las sombras no hablan – decreto con voz firme la reina de Arcoíris cuyo nombre real irónicamente era Reyna Iris, sin duda había nacido para gobernar dicho pueblo – la segunda regla es de ser necesario, dar la vida por ellas y la tercera es lograr el cometido inicial, llevar a su respectiva princesa, a su reina a la edad acordada - ´´que diría Reyna si me viera ahora´´ se preguntó Ian, dicho pensamiento logro ponerlo nervioso, probablemente lo castigarían de la peor forma posible – los protectores tiene una misión, proteger, cuidar y resguardar a las princesas en todos los sentidos, hacer que sus vidas sean las mejores y que jamás sufran por nada – había dicho la reina Iris ´´eso incluye sus sentimientos´´ se recordaba Ian tratando de convencerse así mismo de estar haciendo lo correcto en estar al lado de Hilary.