XIII. Disfraces.

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Había transcurrido un año y varios meses desde aquella fiesta de Tania, desde que le entregaron aquella carta. Específicamente era Halloween y la princesa de Viento arreglaba los preparativos para la feria del pueblo en donde sus padres vendían gran parte de sus productos, ella los ayudaba. El día de Halloween la feria daba inicio, por regla todo el mundo debía disfrazarse ese día y ya que Valentina tenia talento para la moda y habilidad con la aguja por decirlo de algún modo, varias chicas le pidieron diseñar y coser sus disfraces incluidas sus amigas por lo que la pobre Valentina estaba realmente ocupada pues la feria se inauguraba esa misma noche y aún tenía mucho trabajo que hacer.

Fátima dijo que tenía total libertad en su disfraz, solo pidió que fuera rojo – hablaba para ella misma mientras acomodaba algunas calabazas – piensa en cosas rojas, un tomate, no eso sería terrible, una diablita sería demasiado común – Valentina esta tan distraída que sin querer empujo de más una calabaza provocando que por poco se caiga.

Lo siento papa, estoy algo distraída – dijo Valentina.

Ya lo noté, ve a casa y termina esos disfraces, yo terminare esto – respondió su padre.

¿estás seguro? – pregunto Valentina.

Claro yo terminare esto sin problema, ahora date prisa o la que tendrá problemas serás tú, tus amigas se molestaran si no terminas sus disfraces y ya casi no tienes tiempo – respondió su padre.

Que alentador papa – dijo Valentina con sarcasmo.

Mi niña estoy seguro de que lo lograras, ahora ve – Valentina le dio un beso en la mejilla a su padre a modo de despedida antes de tomar su casco e ir por su bicicleta para regresar a casa, pero ese no era el día de Valentina, una llanta de su bici estaba desinflada por lo que se quitó el casco y no tuvo más remedio que regresar caminando a casa.

Fátima puede ser un corazón, no es una terrible idea, solo debo pensar en los otros disfraces, el vestido de Tania está casi listo solo falta agregarle algunas flores más a su diadema, de Acua necesito pegar unas escamas de la cola y estará listo, Hilary dijo que no le importaba el disfraz… - dijo Valentina.

Yo no pensaba ir disfrazada – había dicho Hilary – pero si eso te anima Valentina y si tienes tiempo hazme el disfraz que quieras y yo prometo ponérmelo – esas habían sido las palabras de su amiga y Valentina no estaba dispuesta a ver a Hilary sin un disfraz.

Quizás tenga una idea para el disfraz de Hilary – razonaba ella mientras hacia una lista mental de los materiales que necesitaba, pero el problema seguía ahí ¿Qué haría con Fátima? - ¿y si solo coso un vestido de rojo y dice que se disfrazó de ese color?

Personalmente no creo que le agrade la idea – dijo un chico de su clase de matemáticas, lo reconoció al instante como Lucas Gómez, la había ayudado un par de veces al explicarle los ejercicios que no entendía.

Hola Lucas – se limitó a responder - ¿alguna idea para un disfraz rojo?

Bueno yo no me esfuerzo mucho en el disfraz – decía señalando el pequeño bulto negro que cargaba bajo el brazo.

¿de qué te disfrazaras? – pregunto curiosa.

Lo veras en la feria, pero fue idea de Melanie – contesto el chico.

¿tu hermana? – pregunto Valentina.

Es su cumpleaños y mi regalo es ponerme el disfraz que ella eligió, ni siquiera yo sé cuál eligió – respondió con un deje de diversión soltando una pequeña risa, la risa de Lucas era de ese tipo de risa contagiosa por lo que Valentina no tardó mucho en soltar unas carcajadas – tu qué me dices Valentina ¿de qué te disfrazaras? – y una nueva preocupación invadió a Valentina no tenía ni la menor idea, estaba tan ocupada con los preparativos y con los otros disfraces que ya entrego que ni siquiera había pensado en ella.

Ahora que lo mencionas no tengo ni la menor idea – Lucas rio aún más ante la confesión.

Por lo menos no soy el único – el teléfono de Lucas sonó, leyó rápidamente la pantalla y le dio una mirada de disculpa a Valentina – disculpa, pero ya debo irme mama quiere que lleve algunas cosas para cocinar, sobre tu dilema del disfraz rojo, el ave fénix seria mi sugerencia si me disculpas debo irme nos veremos en la feria.

Adiós Lucas – se despidió Valentina con un movimiento de mano antes de seguir su camino.

Tan pronto como llego a casa se puso manos a la obra y tomando en cuenta la sugerencia de Lucas le confecciono un disfraz de fénix a su amiga el cual consistía en un vestido rojo con cola, el disfraz de Hilary por otro lado no fue creativo, un vestido azul estilo Elsa, la joven princesa soltó una leve carcajada al imaginarse a su rubia amiga cantar ´´libre soy´´ frente a todo el mundo, el traje de sirena de Acua estaba terminado y el de Tania era sumamente hermoso, ahora solo faltaba su disfraz, no tenía mucha tela pues había gastado casi toda la que más tenia era roja y también negra, telas sobrantes del disfraz de Fátima y de su compañera de clase de lenguas quien le había pedido un disfraz de murciélago.

¿Qué se supone que hare con esto? ¿de qué me disfrazare? – dijo Valentina en voz alta, estaba a punto de dar media vuelta y buscar su vestido de cuadros azules junto con sus zapatos rojos e ir disfrazada de Dorothy cuando la respuesta entro volando por la ventana literalmente, veloz como el viento tomo las telas y empezó a cocer.

Sus amigas llegaron un poco después de terminar su traje, Tania fue la primera la cual quedo maravillada por su vestido de flores.

Es perfecto Valentina, es precioso – dijo entusiasmada poco antes de regresar a su casa para arreglarse diciéndole a Valentina que la vería en la feria. Después de ella, llego Fátima acompañada por Jone el cual parecía especialmente decaído ese día, se despidió de ambos y le dijo a Fátima que la vería luego.

¿Qué le pasa a Jone se ve triste? – Fátima titubeo un momento, pero al final dijo que no era nada.