XXII. Extinguirse.

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Apagado, ese era la palabra que describiría el cómo se sentía Calum, estar esos días en Tormenta fue una tortura en todo el sentido de la palabra, estaba sumamente débil cuando Ian y el resto de los protectores lo encontraron, el hecho de que Iris lo mantenga en estricto confinamiento para no levantar sospechas solo lo hacía apagarse cada vez más ´´si contienes por mucho tiempo a una llama esta termina por extinguirse´´

La puerta de su cuarto o como el la llamaba ´´prisión´´ fue entre abierta dejando ver el rostro de una joven de ojos avellana con flores en las manos.

¿puedo pasar? – pregunto ella, mientras Calum se reincorporaba.

Adelante – contesto Calum.

Te traje unas flores ya sabes los humanos acostumbran a llevar flores a personas que están mal – dijo Pansy al entrar a la habitación.

O muertas – dijo de mala gana.

Pero no estás muerto Calum – le respondió Pansy.

Estoy muerto en vida Pansy, un minuto más entre estas cuatro paredes y te prometo que enloqueceré – dijo dejándose caer de espaldas en la cama de forma dramática.

Pensé que solo la gente de Naturaleza era dramática – dijo divertida – vamos ponte una capucha e iremos a dar un paseo – sin pensarlo dos veces Calum hizo lo que Pansy le indico y ambos salieron de aquella claustrofóbica habitación.

Espera ¿Qué hay de Iris? – pregunto Calum.

La reina está dando un paseo por su reino y luego ira a la academia a aplicar un examen a los cadetes, no te preocupes ella estará bastante ocupada – respondió Pansy restándole importancia.

¿Dónde está la chica que teme ser descubierta? – dijo en forma de broma, sin embargo, el semblante de Pansy se volvió muy serio.

Esa chica temerosa se marchito desde hace un tiempo – sin verlo siquiera empezó a avanzar con la frente alta por los pasillos antes de doblar una esquina – sígueme.

Atravesaron el jardín hasta llegar a una sección de este que pocas personas conocían, era ahí donde ellos solían reunirse ante tal recuerdo Calum se quedó sin palabras.

Lo sé, es hermoso, nadie sabe de este lugar y más vale que no le digas a nadie si Iris se entera te hare pagar – dijo Pansy amenazante.

¿Iris sabe de este lugar? – pregunto Calum con curiosidad.

Ella me lo mostro si no jamás hubiera dado con él, es donde realizo mi entrenamiento ´´especial´´ - el rostro de la joven se ensombreció, ella aún seguía sin recordar lo que vivieron, sin recordarlo a él realmente.

¿Qué tal el entrenamiento? ¿ha habido progreso? – pregunto Calum.

¿acaso no lo viste? Las flores que te lleve no estaban marchitas – dijo Pansy, Calum suspiro nostálgico al ver unos pensamientos que el mismo había plantado para sorprender a la chica en uno de sus encuentros furtivos – pensé que eras más observador – repuso ella mientras estiraba la mano hacia las flores, pero la alejaba sin llegar a tocarlas, ante tal gesto Calum la miro confuso – son unas flores muy bellas para que corran el riesgo de que las marchite.

Dijiste que ya lo tenías controlado – dijo Calum confundido.

No siempre, de vez en cuando no puedo evitarlo – suspiro cansada – si el rey Thomas se da cuenta de que aún no lo controlo del todo probablemente termine exiliada o algo peor.

Eso no pasara, controlar un don nuevo no es fácil solo mírame había veces que mi temperatura era casi igual a la de Ian – soltó una sonora carcajada – prácticamente me estaba matando a mí mismo al menos tu don no te hace daño a ti misma – la chica bajo la cabeza evitando la mirada ante aquellas últimas palabras – espera Pansy acaso…

Los habitantes de Naturaleza son como plantas – empezó a explicar – me llamaron Pansy por la flor ´´pensamiento´´ el ministro lo dijo yo no soy una flor, no soy un bello pensamiento – decía mientras caminaba por el jardín dándole la espalda a Calum – soy una mala hierba que tarde o temprano arrancaran de raíz.

Eso no es verdad, tu eres Pansy, no eres una linda y delicada flor eres más que solo eso, eras la única chica protectora de una princesa ¿sabes el honor que conlleva eso? Te eligieron porque eres especial porque era tu destino – dijo Calum tratando de animarla.

Eso es – dijo de pronto – las hermanas tiempo, ellas pueden ayudarme – sin previo aviso jalo al chico del brazo y lo arrastro al edificio.

¿A dónde piensas ir? – pregunto Calum confundido.

¿Qué no es obvio? Al palacio del tiempo y tú vas a acompañarme – respondió ella.  

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El palacio del tiempo era indiscutiblemente más hermoso en vivo que en simples fotografías. El impotente reloj se encontraba en lo alto de la torre principal, más abajo los pilares que representaban a cada reino, tanto aliado como enemigo y una reja casi transparente que incluso parecía volátil bordeaba todo el lugar.

¿Cómo llegaremos a la puerta? – pregunto Calum.

Solo debemos pasar, esta cosa no nos detendrá – dijo Pansy dando un paso al frente, pero Calum la detuvo.

Está hecha de hilos del tiempo quien sabe lo que podría pasar si la tocas, podría volverte anciana o polvo, tal vez en un recién nacido – dijo Calum alarmado.

Que listo eres joven Calum – dijo una voz femenina.

Ciertamente lo es, te dije que vendrían hoy – justo de tras de ellos estaban las hermanas tiempo sin nada cubriendo sus rostros.

No nos miren así, es nuestra casa, no hay necesidad de cubrir nuestra cara con harapos – Pansy no podía pronunciar palabras al verlas.

Son hermosas – dijo Calum impresionado por la belleza de las hermanas.

Nos alagas cariño, pero somos algunos cientos de años demasiado grandes para ti – dijo una de ellas – pero por favor pasemos, mantener esta conversación en el porche no es muy educado de nuestra parte.

Si el palacio era hermoso por fuera, por dentro era majestuoso, techos altos de mármol, vitrales en cada ventana, diversidad de fuentes, estatuas y por supuesto relojes por todas partes.