Príncipe arrogante

◦✧◦❀ Capítulo 13 ❀◦✧◦

Desde que lo conozco, Zyran ha reafirmado ser el cuarto príncipe. Pero cuando las personas no paran de repetir lo que son una y otra vez, es porque dudan de ello. Él no vive en el palacio, no mantiene contacto con sus otros hermanos, además del segundo príncipe. Tampoco goza de la gracia del emperador; el cual pareciera que ignora su existencia.

Sí, tiene poder para que los demás hagan lo que «quiera». ¿Pero qué es el poder cuando no te da lo que de verdad deseas?

El feérico, que llevaba un mes sin tomar, no exteriorizó ningún gesto que me diera a entender lo que piensa, pero desapareció un momento para luego volver con una botella de licor en manos.

¿Por qué lo desprecian? No lo comprendo. Mientras que el primer príncipe parece el protagonista, y los demás los personajes secundarios; Zyran es el personaje que aparece a veces y que algunos espectadores consideran de relleno.

—Oh, estás bebiendo —su amigo Rowan, acude a nosotros con las cejas alzadas. Él toma un vaso de la bandeja que transporta un mesero, bota el contenido en una maceta cercana, y quitándole la botella de licor, se sirve un trago—. Creí que ya no beberías más —comenta desabotonándose un poco la camisa. El feérico también viste formal, aunque no tanto como los príncipes de espinas—. ¡Ash! No podía esperar para librarme de mi padre y sus hombres. ¡Por fin soy libre!

—¿El gran general está por aquí? —cuestiona ligeramente sorprendido. Él le quita la botella y da un sorbo—. Mándale mis saludos de mi parte.

Alysia es una princesa de la corte de los glaciares. Y ahora me vengo enterando de que el padre de Rowan es el gran general. Zyran está rodeado de nobles poderosos.

—No los aceptará —juguetea entre risas—. Sabes cómo es el «gran general Riegael Mon Lucast». Ama lo perfecto y disciplinado. Ni tú ni yo encajamos en su excelente maqueta— bufa rodando los ojos.

¿Riegael Mon Lucast? Ese fue el nombre que leí en las cartas de Allister.

Desvío la vista en el salón. El segundo príncipe está platicando con un hombre musculoso y con lo que parece escamas en varios segmentos de su piel. Tiene las pupilas rasgadas y la cabeza con tres hileras de cuernos blancos, siendo los dos delanteros más pequeños que el resto. Mientras hablan, algunos colmillos resaltan en su boca. No puedo ignorar que lleva puesto un traje militar con múltiples medallas a la labor.

Debe ser él.

—Si piensan que soy malo, puedo ser peor —ríe Zyran—. Dime, Rowan. ¿Crees que me habría ido mejor en la corte si hubiese nacido mujer?

¿Y esa pregunta?

—Si tú, que eres hombre, eres el vivo retrato de la concubina Enora; no me quiero imaginar cómo habrían sido las cosas si fueras del género opuesto. El emperador por lo menos te tendría cerca. Aunque... —dibuja una sonrisa traviesa—. No por mucho tiempo, porque le pediría a mi padre que, a cambio de sus años de servicio, le pidiera al emperador que me diera tu mano en matrimonio.

—Ah, ¿y qué te impide hacerlo ahora?

—Alysia. Sabes cómo se pone cuando te ve con alguien más —me mira de reojo—. Sin mencionar lo obvio, claro. Me inclino más por las damas.

—En algo tienes razón. Creo que el único motivo por el que sigo con vida, es por lo parecido que soy con mi madre —echa un suspiro—. De haber sido mujer, tal vez tendría un asiento disponible junto a los demás. Mi padre me seguiría odiando, pero me tendría a su lado como un recuerdo viviente. No suena tan mal... —le da otro trago a la botella.

Rowan y yo no nos conocemos tanto, pero ambos coincidimos al mirarnos el uno con el otro. Su amigo está haciendo una mueca de desagrado, mientras que Zyran bebe melancólico.

Prefiero que me moleste a que esté así.

—Oye, ¿en dónde dejaste mi reproductor? —le quito la botella. Ya está bueno—. El emperador hizo su entrada y todos están en lo suyo. No es necesario que nos quedemos más tiempo, y aun si lo fuera, ¡al demonio! Vámonos de aquí —lo jalo del brazo para que se levante—. Sé de una poción que te hará sentir mejor. Aunque si nos ponemos rígidos, cualquier cosa te vendría mejor que esto —le paso la botella a Rowan.

—No quiero regresar a la hacienda, todavía no —dice de mala gana—. Rowan, ¿dónde están los demás? Llama a Alysia y a los otros. Hagamos una fiesta.

—Me parece una excelente idea —sonríe contento—. Déjamelo todo a mí. Ya verás cómo, en menos de media hora, estaremos en la mejor fiesta de todas.

—No podría esperar menos del amo de las fiestas —le da varias palmadas en los hombros.

Está de más decir que odio el plan.

»Y tú vendrás conmigo —me señala Zyran—. No olvidemos el reproductor, por supuesto.

Después de lo que me dijo antes, no puedo rechazarlo. La piedra de mi frente me mantiene segura. Si Zyran se enoja y decide quitármela, estaré como al principio. Ahora más que nunca no me puedo dar el lujo de andar desprotegida. Nada me dice que Griselda no esté planeando algo tras semanas de no hacer ningún movimiento. E igual está el tema del segundo príncipe y sus ganas de provocar a Zyran.

Usándome.

Veo que hoy no voy a dormir.

◦✧◦

En esta ocasión, la fiesta ocurre cerca de un lago. Como estamos próximos a un cuerpo de agua, no es de extrañar la presencia de ninfas de agua y selkies. Creí que era una forma de decir, pero según lo visto, Rowan sí es conocido como el amo de las fiestas. Y desde mi perspectiva, el que se encarga de buscarle entretenimiento a Zyran.

No bien llegamos, cuando Alysia se lo lleva del brazo para que bailen un rato. Yo me siento a una distancia prudente dentro de su campo de visión, porque el señorito no quiere que me aleje de su vista, y lo bueno de todo —también diferente a la última fiesta que asistí con él—, es que ahora cuento con mi reproductor.

Oh, y con varios dulces que me robé.

—Me has decepcionado, «Faye» —estaba a punto de dar el primer bocado, cuando la voz de Rowan me interrumpe. Él se sienta frente a mí con una media sonrisa—. Treinta días fue lo máximo que conseguiste mantenerlo sobrio. Y en ese transcurso de tiempo, nada más hizo una sola cosa interesante.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.