Príncipe arrogante

◦✧◦❀ Capítulo 19 ❀◦✧◦

El primer príncipe espera que espíe a Allister y eso es lo que debería estar haciendo, pero Zyran es mi prioridad. Después de presenciar cómo la familia imperial se regocija desde la cima, mientras que él los observa desde el acantilado, me preocupa su reunión con el emperador.

¿Por qué lo llamó? Tengo entendido que su existencia no le podría importar menos. El soberano nada más lo dejó con vida porque se trata del recuerdo viviente de la concubina Enora. Si no fuera por el parecido que tiene con su difunta madre, es probable que Zyran no hubiera llegado al año de vida.

—Ella viene conmigo —les comunica a los guardias en el momento que me iban a prohibir el paso. Nos encontramos a unos centímetros de los aposentos del emperador—. Le ponen un solo dedo encima y se los corto —advierte tomándome de la mano.

—Disculpe, príncipe —habla uno de ellos—. Pero el gran emperador solo ha exigido su presencia. No se mostró abierto en recibir a alguien más.

—Ajá, como sea —les hace un gesto para que abran la puerta—. Anuncien mi llegada. Muévanse.

—Pero príncipe...

—¿Te atreves a replicarme? —arquea la ceja—. Este podrá no ser mi hogar, pero continúo siendo el cuarto príncipe. Tu príncipe —mira de él a los tres guardias presentes—. Si al emperador le desagrada que entre con alguien, me haré cargo de eso. Ustedes limítense a obedecerme.

Zyran es muy distinto cuando no estamos a solas. Se comporta como el típico feérico con el que opto mantener distancia por temor a que se ofenda y me lastime.

Los guardias no tienen de otra que obedecer y abrir la puerta. Tras atravesarla, levanto las cejas porque más que parecer una habitación, el lugar es tan grande que podría hacerse pasar como una sala de reuniones. Si no fuera por la enorme cama en la que está el emperador, no creería que fuese su cuarto. Creo que es del tamaño de la mitad de mi apartamento.

—Padre —saluda Zyran haciendo una reverencia. Yo hago lo mismo.

La cama del emperador queda cerca de la ventana, por lo que desde su posición tiene una vista ampliada de los jardines y colinas del horizonte. Él no está solo, puesto que para asombro de ambos, lo acompaña el primer príncipe.

»Hermano —Zyran también le hace una reverencia. Florian está en un sillón al lado de su padre.

Zyran es malo con las reverencias. Todas las que ha hecho, las ha ejecutado desde la torpeza. Aunque la que le dedicó al emperador, fue la más mejorcita. Le puso mayor esfuerzo.

»Ella es Faye. Es mi acompañante —no pensé que me fuera a presentar. Planeaba quedarme como una intrusa y observar de lejos—. Espero que su presencia no suponga ninguna molestia.

—Hola —vuelvo a hacer otra reverencia al tener su vista en mí.

Su apariencia está tan deteriorada que me produce algo de miedo. ¿Así es como Zyran se verá cuando alcance su edad? El emperador es un ser milenario. Cualquiera quisiera verse como él si eso supone vivir tanto. La longevidad arrebata el brillo de los ojos...

—Acércate —agita la mano, y Zyran obedece lentamente. El emperador se sienta con la ayuda del primer príncipe. Después de eso, rodea el rostro de Zyran; juntando su frente con la suya—. Enora... muy pronto estaré contigo —murmura sonando la nariz. Desde aquí se nota el desagrado de Zyran—. Este plano te arrebató de mi lado, pero juro que te buscaré en el siguiente. Espero que me hayas esperado, por favor.

Sus manos están tambaleando.

Ay, no. Qué incómodo.

—Padre... —enuncia Zyran.

—Ssh —lo calla de inmediato—. ¿No ves que estoy hablando con tu madre?

—No, está hablando conmigo —vaya, me imaginaba que Zyran sería más sumiso con el gran emperador—. ¿Solo me ha llamado para esto? Porque pudo hacer lo mismo en la tranquilidad de su soledad.

Estoy perpleja.

—Suaviza tu tono —advierte el primer príncipe—. No te aproveches de la vulnerabilidad de su majestad imperial.

—Tú devoraste el espíritu vital de tu madre, monstruo. Sé que está ahí dentro —suena como un loco—. Enora, espero que me estés escuchando... —le aprieta las mejillas, mirando a Zyran a los ojos—. Pronto estaremos juntos, mi princesa.

—Sí, ya recibió el mensaje. ¿Puedo irme? —dice a cuestas.

El emperador responde su pregunta abalanzándolo por los aires. —¡Zyran! —corro hacia él. Se ha dado un buen golpe en el suelo—. ¿Estás bien? —lo ayudo a recomponerse.

—Auch —gimotea recostando la cabeza en mí. Si yo salí adolorida por la magia de un príncipe, no quiero pensar cómo se debe sentir el impacto directo de la magia del mismo emperador. Zyran casi no puede moverse.

Y es que, él es Arion Thornvale. Uno de los feéricos más poderosos que han pisado las tierras altas.

De repente, alguien abre la puerta. Esto se ha convertido en una reunión familiar, puesto que Allister también aparece en escena. Él camina lento para no lastimarse; mira primero a Zyran y luego observa al emperador. Ignora por completo la presencia de Florian.

—Padre —hace una reverencia—. Me avisaron que quería ver a Zyran, y por eso vine. Temía que lo infortunara como siempre, pero veo que llegué tarde.

—No solicité tu presencia —responde con desgana—. ¿Por qué siempre estás detrás de Zyran? Pudiste llevártelo y tenido por muchos años, pero él no deja de ser mi hijo. Es tu hermano. No te pertenece. Estoy cansado de que siempre intervengas en mis asuntos con él.

—Entiendo —sonríe con otra reverencia. Nunca son suficientes cuando se habla con el emperador—. Veo que su asunto con Zyran terminó. Vámonos —toma a su hermano del cuello trasero de su chaqueta y planea llevárselo a rastras. Tal vez use su magia.

—Detente —sentencia, y él frena—. ¿No te preguntas qué hace el primer príncipe por aquí? —señala a Florian—. Siento cómo la vitalidad se me escapa. La piel se me hace grietas y no puedo mantenerme en pie por demasiado tiempo. Inclusive me desmayé antes de la fiesta. Pronto llegará mi momento de trascender —respira profundo—. Por ello, la coronación de tu hermano sucederá en la próxima luna llena. Él será el futuro emperador, y tú Zyran... —lo mira—. Vas a morir.




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