Príncipe Azul

Confianza

Eliam

Esta mujer es una máquina, me encanta, su cuerpo está hecho a mi medida y cada vez que la coge, me vuelvo más adicto a ella

-¿pido servicio a la habitación para desayunar o quieres que bajemos?- le digo mientras me levanto al baño para volverme a baña

- desayunemos aquí- bien, pido frutas, yogurt sin azúcar y granolas, café amargo y chocolate sin azúcar

Ambos nos bañamos brevemente y en 20 minutos llega el servicio a la habitación, ella mira todo y no pone buena cara, pero que se acostumbre

Nos sentamos en la mesa y desayunamos, ella como mas fruta que otra cosa y solo le da un sorbo a chocolate arrugando la cara

Tomo su celular y le doy el mío

-tu ponle o quítale la contraseña al mío, yo haré lo mismo con el tuyo, dame tu contraseña-

-15 06 63-

-bien, la mía es 05 04 01-

-¿mi fecha de cumpleaños?-

-tu fecha de cumpleaños- le confirmo, ella se para, rodea la mesa y se sienta en mis piernas y me besa, empezamos, revisamos mi celular, ella no le cambia la contraseña y se aburre rápido de revisar, pues todo lo que hay es de ella, mi galería solo tiene fotos de ella, de nosotros o las mías que ella me ha tirado, lo que provoca que me gane mas besos de su parte y yo feliz de recibirlos, entra a mis redes sociales, el mismo resultado

-veo que no creaste tus redes sociales hace mucho tiempo, ¿por qué? -

-las redes sociales son para presumir, solo tuve algo que presumir cuando aceptaste ser mi novia, ese día la cree- me apapacha, mas, besos y besos y decidimos ir a la cama a seguir hurgando ahora en su celular

-tienes muchas fotos- le digo asombrado, la galería dice que mas de 1000, muchas son de ella en ropa muy corta, en traje de baño, escotes pronunciados, la mayoría son de ellas y sus amigas, de sus amigas, de sus padres y mías y de nosotros juntos de las cuales no me quejo, al contrario, las miro y me las envío

-voy al baño le digo, ella asiente, mientras busca el libro y comienza a leer, yo en el baño aprovecho para borrar las fotos que son innecesarias, cambio su foto de perfil, la foto de fondo de pantalla, la foto de bloqueo de pantalla y la foto de fondo de whatsapp, en sus redes borro las fotos que enseña de más, bloqueo unos cuantos tigueres que quisieron en algún momento calentarle la oreja y cuando vuelvo la encuentro dormida con la cabeza arriba del libro, sonrío al ver lo hermosa que es y por lo orgulloso que me siento de saber que es mía solo mía; miro los moretones en su pierna, se me fue un poco las manos, la arropo, beso su frente y bajo a la farmacia a comprarle una pomada.

A las 11:00 la despierto, beso los moretones que le hice y le aplico la pomada, y luego de una sesión de besos, bajamos a comer, el bufete se ve suculento, elijo lo que vamos a comer, ella se le van los ojos a los postres, a lo que niego, ella me hace una carita y accedo, ella me besa y da palmaditas feliz.

Comemos tranquilos, la tarde pasa sin percances y la noche es la mejor parte, los días van transcurriendo fenomenal.

-ya tenemos una semana aquí y no me han llamado ni mis padres, ni mis amigas, que raro-

-sí qué raro-

-los llamaré yo- me dice

-y si primero- muerdo sus lóbulos – te invito una copa y me acerco a tu boca- subo una de sus piernas a mi cadera – luego te robo un besito y que se empañen los vidrios si la regla es que goces- la sigo besando

-te saltaste una parte de la canción-

-no solo canté las cosas que te quiero hacer- y así feliz se le olvidaron las llamadas y cae rendida entre mis brazos. Lo que menos necesitamos es distracción, por ahora la sustituiré con acción, luego veré que me invento.




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