Zaida
Caemos rendidos luego de una larga sesión de cosas para adultos, no recordaba que fuera tan flexible, pero creo que pude haber sido contorsionista. A pura suerte logro despertarme a las 11:56, faltan 4 minutos para el cumpleaños de mi madre, es costumbre ser la primera en felicitarla, veamos si sigo batiendo mi recort.
Entro al whatsapp, voy a estado, escribo unas bellas palabras y cuando entro a mi galería para subir fotos con ella no encuentro nada, entro a foto Google y nada, mis redes y nada, un escalofrío me atraviesa todo el cuerpo y respiro profundo ante el pensamiento ilógico que está surcando mi mente; no es posible, borro la idea de mi mente y entro al Instagram de mi madre y hago capture de fotos de nosotras, las publico y la llamo
- hi mom-
-mi princesa- solloza -cuanto te extraño, estaba preocupada, no te entran mis llamadas ni mis mensajes-
Despego el celular de mis orejas, pongo en celular en alta voz y entro a whatsapp, entro a nuestro chat y el último mensaje que recibí de ella fue de ayer, le pongo hola y me pregunta que si quiero desbloquear ese contacto
-al parecer mi cel se reinició- le explico -se me borraron casi todas las fotos y se me eliminaron algunos contactos- esa es mi teoría cuando veo que los números de las chicas están sin fotos y no están guardados en contactos
-tal vez se dislocó por el viaje y el cambio de país- agregar mi madre y confirmo
-Feliz cumpleaños- le digo cambiando el tema -lapi velde y puyú, lapi velde y puyú, lapi velde y púuuuuuyuuuuu, lapi velde y puyú- le canto en mi buen inglés -felices 15-
Escuchar la voz de mi madre me revive, duramos hablando como media hora, mi padre insiste en hablar conmigo y cuando me canso de hablar con mi madre, pues
-pensé que te habías quedado pegada, pero luego pensé que eso solo pasa los viernes santos y descarté la idea-
-papi por Dios, sabes que aun soy señorita-
-tal vez del culo-
-PAPI- oh señol, parece que el diablo ya no han llevándose a la gente
-te extraño mi muñequita de papel, estos días en los que has estado durmiendo en casa de tu esposo y ahora que sé que no estas cerca, siento un vacío enorme en mi pecho, creo que no debí dejarte casar, creo que no debí dejarte crecer-
Las lágrimas me llegan como sé que las de él también -te amo papi-
-yo te amo más- termino la llamada y me abrazo a mi esposo llorando en silencio, todos los cambios son difíciles por más buenos que sean.
Eliam
¿Pero cuando es que me voy a deshacer de esta plaga?
Me muevo poniéndome frente a frente a mi esposa
-¿Qué te pasa mi negra?-
-extraño a mi mami y a mi papi- P O R D I O S, por lo menos no mencionó las putisamigas, evito poner los ojos en blanco
-pero si estoy aquí para ti solita, ¿no te soy yo mejor que papi y mami? - le beso toda la cara
-shi, pero es que…-
-permíteme ser lo único que necesites, como tú eres lo único para mi- empiezo una tanda de besos y mimos logrando hacerla olvidar lo que la tenía triste, se duerme sobre mi pecho mientras le acaricio el pelo y voy planificando como deshacerme de su celular, con tantas distracciones se me hará difícil lograr mi cometido.
++++
La mañana empieza como Dios manda, terminada la ardua labor nos dirigimos al baño y para mi suerte se lleva su celular
-amor, mi celular parece que se reinició, se me borraron los contactos y la fotos- me hace puchero
-tal vez el viaje y los cambios de redes-
-sí, eso dijo mi madre también-
La agarro por la cintura, le quito el celular y lo pongo sobre la cisterna del inodoro, dejando abierta la tapa del mismo abierta, empiezo a besarla, le acarició todo el cuerpo ya que está como Dios la trajo al mundo, su cuerpo reacciona y el mío también, la empujo contra la pared al igual que de manera rápida y sigilosa lo hago con su celular cayendo el mismo dentro del inodoro.
Ella intenta ver que fue el sonido y
-el pote del shampoo cayó al inodoro- se ríe -terminemos lo que empezamos, luego vemos como lo sacamos-
Entre una cosa y la otra salimos de la ducha 35 minutos después, ella sale primero y
-ahh- un grito ahogado me hace sacar la cabeza
-¿Qué pasó amor?- pregunto preocupado
-no fue el pote de shampoo- lo saca con una percha y lo agarra con dos dedos mientras el celular chorrea agua -fue mi celular-
Sonrío -por suerte tienes un marido rico- le digo abriendo la tapa de zafacón y haciendo que lo deseche -te compraré uno mejor- la abrazo por la cadera y la hago lavarse las manos más de 12 veces.
-¿me compraras otro?- se volteo y me besa
-todos los que quiera- sonrío sobre sus labios al verla tan feliz, pero sonrío más para mí, ya que muerto el perro se acabó la rabia.