Zaida
-chicas- grito estérica al entrar al consultorio con las manos llenas de bolsas, sin importar que hay dos pacientes en la sala de espera.
-Jefa- bromean al mismo tiempo, como si fuera planificado
-¿Qué tiempo tenían ensayando mi bienvenida?- las cuestiono
-desde el día de la boda- se ha sincera Lisbeth
Nos abrazamos pidiendo, perdón y permiso a los pacientes, entrego sus recuerdos y nos ponemos manos a la obra, que nacimos bonitas pero pobres y debemos trabajar. Cerrada la clínica a eso de las 5, estamos exhaustas
-ufff, padre, cuánta gente con dientes chuecos- se queja Marcela
-sí, ni chance a comer me dio- replico
- y eso que es tu primer día, esto ha sido guate y guate desde que abrimos- me dice Carolina, Laura no está, se retiró más temprano.
Nos detenemos a comer en Más que sushi, luego vamos por un helado a Bon y nos sentamos un rato en Acrópolis
-¿Qué raro que Eliam no te ha venido a buscar ni te ha llamado?-
-llamarme no puede, recuerden que no tengo celular- hago ojitos -y nos veremos donde mi mamá para cenar, estoy esperando que baje el tapón para bajar para allá-
A eso de las 7, luego de un recuento de solo lo bueno y de exagerar algunas cositas, cada una coge su camino, 30 minutos después llego a la casa de mis padres, entrego regalos y recibos besos, abrazos y mimos, le cuento todo y nos lamentamos que no tuve forma de tirar fotos y que las que nos tiramos están en el cel de Eliam, prometo enviárselas, desde que tenga mi celular.
Eliam llega a eso de las 8:15, cenamos en familia, en un ambiente agradable y ameno, todo se siente en familia, a las 10 nos despedimos, mis padres aun lloran cuando me voy, y yo no dejo de decirles adiós hasta que ya se pierden de mi vista.
UN MES DESPUES
La clínica sigue viento en popa, pacientes satisfechos que recomiendan otros pacientes, entre los tantos llega a mi consultorio Don Felipe, un doñito risueño y amable que a veces solo pasa por la clínica para no sentirse solo en casa, ya que su esposa murió hace 3 meses luego de perder la batalla de años contra el cáncer
-mi doctora bonita- me dice cuando salgo a la sala de espera, me acerco y lo saludo
-mi paciente hermoso- lo abrazo
-por doctoras como tú es que los jóvenes no se cepillan, como mucha azúcar, mastican hielo y no usan el hilo dental- nos morimos de la risa – hasta yo quisiera que a mi caja de dientes le caiga caries para venir a consultas todos los días
-doñito charlatan-
- Buenas tardes- una voz gruesa y varonil, detiene las carcajadas, una tensión extraña se apodera de la clínica y al voltear es mi esposo, con la cara de perro rabioso y con la vista enfocada en mi agarre con don Felipe.
-amor- me acerco, lo beso y lo abrazo – te presento- lo tomo de la mano y lo acerco a don Felipe – él es don Felipe, mi paciente estrella, don Felipe, mi amado esposo- se saludan con un apretón de manos
-¿nos vamos?- me pregunta Eliam, tengo aun una paciente en espera que puedo tardar unos minutos largos, pero la cara que tiene Eliam, me atemoriza decirle que no
-yo me encargo- me salva Lau -ve tranquila- asiento y me voy con mi amado esposo, me despido con un hasta mañana, sin saber que era un hasta siempre
Eliam
-no me siento cómodo con la forma en que tratas y te tratan tus pacientes- recalco las comillas en paciente -demasiada confianza para un trato doctora paciente- le reclamo tan pronto abordamos el vehículo
-no seas celoso- lo coje a chercha
-no es RELAJO-
-ya-
-hoy renunció mi asistente, tomarás su lugar-
-¿esa es tu excusa para que te de besitos en horario laboral?-me sonríe
- te dije que no estoy relajando- trata de acariciarme la cabeza y lo rechazo, suspira cansada
-¿Por cuánto tiempo quiere que te ayude?- sonrío vencedor
-para siempre-
-claro, soy tu ayuda idónea, tu otra mitad, tu media naranja, tu esposa amada- me acaricia la cabeza y ahora si la dejo, nos detenemos y la lleno de besitos -aunque sé que mi trabajo contigo será hasta que uno de tus socios, un visitante o uno de tus empleados me miren el culo-
Eso, eso no lo había tomado en cuenta
-no volverás a la clínica, no me gustó como el viejo rabo tullio te miraba- te quedarás en casa-
-pero mi amor, debo trabajar, me apasiona lo que hago-
-te puse la clínica te quito la clínica- mi tono cambia por uno más severo- tienes la opción de tener la clínica dejarla a manos de tus amigas y administrarla a la distancia o la opción donde quito la clínica y tus amigas se quedan oliendo donde guisan y se joden, tú eres la que sabe- es poco lo que conduzco ya que la clínica está a unos 15 minutos con tapón de nuestro hogar, el trayecto después de mis opciones es silencioso
Zaida entra a la casa y la veo empacando sus cosas
- opción tres, me largo de tu vida y decido vivir la mía-
- cállate- le grito, la manoteo impidiendo que siga empacando
-me has quitado mucho Eliam y no me seguirás quitando, siempre estoy en la duda de si eres bueno o malo, de si eres lo que pintan los demás sobre ti y viéndote de cerca, no se equivocan, eres un monstruo-
Mi mano impacta sobre su rostro, ella me mira sin muestra de nada, hace el intento de salir, pero la halo por el brazo
-elegiste estar conmigo y conmigo te quedas-
- Eliam suéltame- la tiro sobre la cama, ella forcejea, le encajo los puños entre las costillas y debajo de los brazos, ella intenta morderme, pero le vuelvo a golpear en la cara, la ira se apodera de mí y me olvido de que la amo, de que no puedo vivir sin ella y sin freno alguno la golpeo sin cesar
- Eliam ya por favor, ya- llora -ya, ya no más, lo siento, ya por favor ya- la voz casi no le sale por el llanto
-vez lo que me haces hacer- le reclamo, la veo y tiene los brazos, la espalda, la costilla y la cara marcada por los golpes – no quise golpearte, pero … me provocaste- ella asiente, se para de la cama y se va al baño, se deja caer sentada bajo la ducha. Tomo mi celular llamo a la farmacia, pido antinflamatorio, pomada y gasas.