Acoplarse a los dormitorios no fue problema para Ivoh, pronto había encontrado divertido el hecho de tener a William como compañero de litera, el resto del día transcurrió muy tranquilo, le entregaron el uniforme completo y una lista con los horarios, actividades a realizar y entrenamientos que tendría siendo parte del escuadrón que defiende el palacio; había notado que solo Will se hallaba en los dormitorios para los soldados que no poseían un dragón pues, a pesar de tener una bestia como compañero, no había ascendido de rango aun.
Cuando la cena llegó se percató de que el gran comedor que esperaba por ellos parecía parte de un palacio debido a su tamaño y buen equipamiento, varios guerreros se acercaron en grupos —excepto quienes se encontraban de guardia a esas horas—, sus orbes buscaron con disimulo por el lugar a cierta muchacha de cabellos oscuros pero no pudo localizarla, ¿Estaría de guardia? No creía, no la había visto en las afueras, si era franco, no la había vuelto a ver desde que se marchó con el príncipe. Ivoh suspiró, en verdad habría querido hablar más con ella, poder preguntarle mucho más y es que sus compañeros de escuadra no eran tan curiosos como él en el tema de los dragones y William no era tan abierto como aparentaba a pesar de ser muy carismático y sonriente.
—¿Qué tal todo? —preguntó el pelirrojo llegando a su lado en la fila, el menú se veía bastante prometedor.
—Interesante, debo admitir que no es lo que esperaba —sonrió.
—Todos tienen esa sorpresa cuando llegan, supongo que esperas una barraca horrenda, apenas algo de fango y lleno de idiotas amontonados por la falta de espacio, pero no es así, nuestra reina nos provee de buen trato y comodidad ya que somos quienes defienden el reino —sonrió observando interesado el plato que tomaría.
—¿Dónde está Tessa? —finalmente dijo, no era alguien que disimulara sus palabras en lo absoluto.
—Bueno, la escuadra de dragones tiene su propio dormitorio cerca de las bestias, tiene un par de actividades diferentes a las nuestras y ya debería estar por llegar —respondió volteando a ver al joven campesino—. Pronto espero poder unirme a ellos, he trabajado mucho.
—Pero, tienes un dragón, ¿Qué haces aquí? —frunció el ceño.
—Tener un compañero dragón no me hace apto para la pelea así como así, hay entrenamiento que cumplir, cosas que aprender y claro que tomo algunas clases que tú no tendrás, pero todo ello es lo que me dará la oportunidad de unirme a Tess —soltó al fin, tomó lo que quería colocándolo en su bandeja y salió de la fila rumbo a algún lugar que pudiera serle cómodo.
—Ya veo —Duncan asintió pensativo, aunque quisiera no podría acompañarlos en sus misiones, pero al menos había salido de casa y tenía la oportunidad de aprender más de ese mundo a pesar de no formar parte de ello de manera directa.
—¿Indeciso? —le susurraron de pronto y dio un respingo, volteó su rostro encontrando a Tess aguantando la risa.
—No es gracioso —rodó los ojos más sonrió al final—. No te sentí llegar.
—No, es que soy muy sigilosa —guiñó un ojo adelantándose a tomar el lugar de Ivoh.
—¡Oye! —espetó.
—¡Lento! —se carcajeó ella tomando lo que comería y saliendo de la fila.
Ivoh tomó lo suyo y caminó tranquilo por entre las mesas, sus ojos se desviaron a una que se hallaba en el centro del comedor donde un gran grupo de jóvenes hablaba sin parar, reía y se molestaban entre ellos; pudo ver a Tess sentada entre ese gentío aportando a la conversación, molestando a la única chica en el grupo y siendo su cabello jaloneado cuando ella se cansó de sus bromas. Duncan rió por la escena, parecían niños no soldados, todos menos el General Jhon Parker que sentado en la cabecera los observaba y escuchaba atento mientras comía.
—Deja de verlos, ven con nosotros —William lo arrastró a una mesa donde varios reclutas le sonrieron—. Ivoh, ellos son A.J., Elena, Máximo, Lisa y Lucas.
—Un gusto —asintió tomando el primer lugar que encontró.
—¡Nuevo compañero! —A.J. sonrió—. Tú me vas a ayudar a hacer bromas.
—Ni lo sueñes, acaba de llegar y harás que lo echen —Lisa dio un golpecito en la nuca del muchacho.
—Tú no pegues —apuntó con su dedo.
—Ja, no me digas qué hacer, niño —rodó los ojos.
—Oigan, maduren, ya me están dando migraña —comentó Máximo mientras bebía tranquilo, claro que tuvo que darle un par de golpes a A.J. para que se quedara quieto, realmente parecía un niño y él era demasiado serio. Discutían mucho por ese tema.
—Entonces, Ivoh, ¿Te parece atractiva nuestra Tessa? Porque no has dejado de verla desde que has llegado —sonrió Lucas logrando que todos en la mesa soltaran un silbido y esperaran la respuesta ansiosos—. No creo que debas dejar que tu corazón caiga por ella, le pertenece al príncipe Adam.
—Primero que nada, admiro lo que ella y los demás de su grupo hacen, me gustan los dragones, eso me llama la atención y segundo, no creo que le “pertenezca” a nadie, no es un objeto —negó encogiéndose de hombros.
—Uh, muy bien, diez punto para Duncan —soltó Elena con aprobación—. Todos sabemos que el príncipe babea por Winslet, pero ella no babea por nadie, parece de acero —rodó los ojos—, De todas formas, sus mamás son muy amigas.
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Editado: 02.03.2025