Príncipe de Dragones

08

—Así es, la prueba final de William ha llegado y definirá su futuro en el regimiento, esperemos que todo salga a su favor —Clark arrastró al más joven con él hasta estar lejos del campo, o por lo menos, no en medio, nunca se sabe cuándo la pelea entre los dragones será llevada a Tierra.

—¿Qué sucede si no lo logra? —preguntó Ivoh viendo a sus dos superiores.

—No podrá ingresar al escuadrón de Jhon, no volverá a tener una oportunidad como esta —sentenció Alistair.

—Oh —frunció el ceño—. ¿Es una pelea cuerpo a cuerpo? ¿Cómo saben cuándo ganan?

—Tienen que tirar al otro jinete del lomo de su dragón —Clark elevó las comisuras—. Eso aquí en los entrenamientos, en el verdadero combate, es con la muerte del jinete.

—Pero, eso lleva a la muerte del dragón también —susurró Duncan entristecido con ese pensar.

—Sí, pero primero está tu vida antes de la de tu contrincante —sentenció.

Will montaba sobre Balaur mientras observaba las copas de los árboles alrededor de las barracas, se concentraba en notar hasta el más mínimo detalle al mismo tiempo que su dragón le proveía de una mejor y más desarrollada visión más antes de que pudiera siquiera reaccionar una gran bestia se lanzó contra él comenzando un fuerte enfrentamiento.

El muchacho tuvo que sostenerse lo mejor que pudo de las escamas de su dragón cuando Haku lo embistió con fuerza, levantó la vista viendo a Tessa montando sobre su bestia y apuntándole con arco y flecha no dándole siquiera tiempo a reaccionar más que para evadir el ataque con dificultad. Balaur voló con premura hacia los cielos buscando perderse entre las nubes, camuflar sus albinas escamas entre ellas pero la dragona lo seguía muy de cerca como para cumplir con su objetivo por lo que volteó para enfrentarla dándole un zarpazo que no tuvo buena recepción, en el proceso, William golpeó a Tess desestabilizándola y el arco salió volando de las manos del soldado; con una sonrisa enorme Winslet volvió la mirada a su compañero desenvainando su espada, ¡No podía ser cierto! Will no poseía ningún arma filosa o de defensa, lo habían enviado sin nada a enfrentar a su oponente pero lo entendía ya que una batalla real podría encontrarse en esas circunstancias.

El pelirrojo llevó su mano derecha a su bota de donde tomó dos pequeñas dagas escondidas allí —en caso de alguna eventualidad como esta— preparándose para lanzarlas contra su contrincante, aun cuando fuera un entrenamiento no debían tener dudas sobre atacar, eso era más que sabido. Con gran habilidad y destreza se incorporó lo mejor que pudo sobre el lomo de su dragón originario de la antigua China, la forma de este cual serpiente enorme creaba un extraño vaivén en su cuerpo al volar pero que el soldado de sonrisa acorazonada conocía de memoria y acompañaba inconscientemente con el suyo; cuando la espada de Tessa llegó hasta él por la cercanía de Haku fue que se defendió con la daga, era pequeña y no tan agresiva como el arma contraria pero servía de todos modos, dio un puñetazo que la joven evadió y luego lanzó la segunda daga con velocidad.

—Es sorprendente —susurró Ivoh no queriendo parpadear por temor a perderse algo de la batalla, los demás soldados veían interesados, algunos apostaban por su favorito, otros temerosos trataban de no estar cerca del campo cuando el vuelo de los dragones descendía de las nubes.

—Lo hacen bien —asintió Clark con aprobación—. William tiene mucho potencial.

—Claro que sí, no es de extrañar que Jhon lo quiera de inmediato en sus filas —agregó Alistair con las manos en la espalda, observando de manera meticulosa toda la interacción entre ambos soldados sobre las bestias.

—¡Balaur, caza! —ordenó Will mientras se preparaba para no caer una vez su bestia obedeciera.

El dragón blancuzco se lanzó sobre Haku enredando su propio cuerpo alrededor de la dragona imposibilitando los movimientos de sus patas y de sus alas y es que su bestia compañera era tan larga y flexible como una serpiente a pesar de su gigantesco tamaño. En menos de lo que esperaban comenzaron a caer en picada, sin la hembra que pudiera batir sus alas fue inevitable que todo su peso se fuera hacia abajo dando giros exageradamente violentos mientras intentaba deshacerse de la captura de Balaur; Tessa observó a todos lados como pudo, haber desestabilizado a Haku fue una buena jugada de parte Will pues ella se encontraba algo mareado como para buscar una salida tradicional por lo que sin dudarlo se puso de pie dando un salto hacia atrás saliendo despedida de su compañera y el soldado a prueba abrió los ojos asombrado porque no se esperó aquello.

Winslet dio unas vueltas en el aire hasta que enfocó a su bestia cayendo al suelo, estiró la mano hacia ella y sus tatuajes brillaron logrando que su compañera animal se desvaneciera en una estela azulada regresando a ella. Sonrió, Balaur también se veía confundido y sorprendido en lo que terminaba de regresar a su equilibrio, Tess no perdió tiempo lanzando de nueva cuenta a Haku a la batalla —por medio de un simple movimiento de mano— esta vez de frente para que atacara a su oponente y Ehecatl emergió de entre los árboles para atraparla en su lomo y arremeter contra William.

—¿¡Estás loca!? —gritó Will viendo a ambos dragones írsele encima.

—¡Todo es válido, tienes que vencerme! —respondió con diversión más una punzada en su costado derecho le sacó una mueca, observó con rapidez encontrando allí una de las pequeñas dagas de su amigo y frunciendo el ceño fue que se cuestionó el no haber sentido dolor antes, tal vez la pelea la tenía muy concentrada más no se detendría, era la oportunidad del pelirrojo de poder ingresar al escuadrón del general Jhon y no iba a arruinarle eso.




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